TEMAS
SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
III
Congreso Internacional de Estudios Caribeños: Crisis entre islas. Puerto Rico y
Martinica, 1940-1943, 1.
Por:
Mu-Kien Adriana Sang
sangbenmukien@gmail.com
@MuKienAdriana
La Crisis de Martinica convirtió a las Antillas Menores en una zona de
alta tensión militar de un conflicto mundial que involucró a las principales
potencias, principalmente la Francia de Vichy (así como las diversas facciones
de la Resistencia), Gran Bretaña, Estados Unidos y Alemania. A nivel regional
el conflicto abarcó, en una forma u otra, a todos los territorios coloniales
europeos y estadounidenses, así como a otros países del Caribe y América
Latina. Puerto Rico, como la principal base de operaciones militares de Estados
Unidos en el Caribe Oriental, participó intensamente en las diversas etapas del
conflicto desde su inicio hasta su desenlace en 1943. Esa participación no fue
solo la de los funcionarios civiles y militares estadounidenses. La Francia
Libre también estuvo presente en el país a través de dos comités de la
resistencia y la población siguió de cerca los eventos en los territorios
franceses a través de El Mundo (aunque pasados por el filtro de la censura).
Jorge Rodríguez Beruff, "Puerto Rico y la crisis de Martinica (1940-1943)".
Uno de los mayores placeres
de participar en esos encuentros es encontrarse con amigos y colegas. Discutir
y plantear posiciones e ideas en las sesiones formales de trabajo, y luego,
seguir la plática interesante en almuerzo o cena amistosa, para seguir
describiendo y descubriendo el pasado. Es maravillosa la sensación de ponerse
al día acerca de los temas y sujetos de preocupación intelectual; e preguntar
ante una duda; de conocer cuáles son las últimas publicaciones del ambiente
intelectual en su país; o sencillamente de acompañarse en el difícil mundo
solitario del investigador del pasado.
Jorge Rodríguez Beruff y yo
hemos sido amigos por tres décadas. Nos
conocimos, cuando teníamos pelo negro, menos años y menos libras, en uno de esos encuentros, y enseguida nos
conectamos. Esa amistad ha ido creciendo, y juntos hemos emprendido varios
proyectos en común, no solo a nivel de historia, sino también del quehacer
universitario.
Jorge Rodriguez Beruff es historiador puertorriqueño, especialista en temas de
seguridad y militarismo en El Caribe. Durante varios años se desempeñó como
Decano de la Facultad de Estudios Generales del Recinto
de Río Piedras de la Universidad de
Puerto Rico (UPR). Anteriormente dirigió el Departamento de Ciencias Sociales de esa misma facultad.
Obtuvo
su doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de York, Inglaterra.
Rodríguez Beruff ha escrito y
editado numerosos libros, el más reciente fue la
edición en español del libro: "Gobernador
Rexford de Guy Tugwell:
la Tierra Afligidos",
publicado originalmente en la década de
1950. Otras de sus publicaciones,
muy importantes todas son las siguientes:
·
The Stricken Land, by Rexford Guy Tugwell, editor, 2010
- Strategy
and Politics, Puerto Rico on the Eve of the Second World War, 2008
- Trujillo y Muñoz, una pugna caribeña, ensayo publicado en la Revista
del Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2003
- Las memorias de Leahy, editor, 2002
En 33 páginas, el amigo
Jorge presentó en el III Congreso de Estudios Caribeños la ponencia "Puerto Rico y la crisis de Martinica (1940-1943)",
un episodio bastante desconocido, incluso para los que se consideran
caribeñistas. Tres años de conflictos en el que se
evidencia la necesidad de control y poder de los norteamericanos. Aproveché que nos vimos para preguntarle el
por qué se había dedicado al tema de seguridad, a la armada, a los militares,
unos temas que jamás yo pensaría como objetos de estudio. Se sonrió y me dijo que fue fruto del azar, y
desde entonces no ha podido despegarse del tema. Jorge se ha convertido en un verdadero
especialista en materia de historia militar y seguridad en El Caribe,
especialmente durante la Segunda Guerra Mundial
Sobre el tema que nos ocupa, Jorge inicia su exposición explicando con
detalles como se fueron desarrollando los acontecimientos. El texto lleno de detalles y de magia
explicativa, te va adentrando al conflicto y te atrapa:
El 16 de
julio de 1943, en calidad de huésped de la Marina de Guerra de Estados Unidos,
llegó a San Juan el almirante Georges Robert, recién renunciado Alto
Comisionado de Martinica, Guadalupe, la Guayana Francesa y Saint Pierre y
Miquelon, y comandante de las fuerzas navales y militares del Atlántico Oeste
de la Francia de Vichy. El principal periódico puertorriqueño El Mundo, que
había seguido la llamada Crisis de Martinica desde julio de 1940, informó su
llegada. Anteriormente, The New York
Times, al informar sobre la renuncia había señalado que “nothing was said
concerning Admiral Robert’s plans.” Robert llegó a San Juan a bordo del
destructor pesado Le Terrible de las fuerzas navales de la Francia Libre que le
había recogido en Fort-de-France.
Quizás la
llegada de Le Terrible a San Juan no llamó mucho la atención por el
considerable tráfico naval en la bahía de la capital en esos años de la guerra,
pero esta impresionante embarcación de la clase Fantasque era considerada el
destructor más rápido del mundo por haber desarrollado 45.1 nudos en pruebas en
el Mediterráneo. Había participado del lado de Vichy en las batallas de
Mers-el-Kebir y Dakar, para luego pasar a control Aliado como consecuencia de
la Operación “Torch” en el Norte de África. En marzo de 1943, se le había reclasificado
por las autoridades estadounidenses como crucero liviano luego de su
reequipamiento en Boston.
Haciendo uso de recursos
fotográficos, Jorge describe de forma asombrosa e interesante la simbología de
la llegada de Le Terrible:
Las fotos
oficiales de la Marina de Estados Unidos muestran a Robert en la cubierta de Le
Terrible vestido de civil con un traje de dril blanco y mirada sombría mientras
era recibido por el almirante John H. Hoover, Comandante del Décimo Distrito
Naval, y otros oficiales estadounidenses. En otra de las fotos es saludado
marcialmente por la oficialidad del barco francés cuando está a punto de bajar
la pasarela. Su calce informa que la bandera de almirante de cuatro estrellas
fue arriada inmediatamente.
Es detallista en la
descripción, cuando da cuenta de que al saliente Alto Comisionado le acompañaba
una comitiva de 18 cercanos colaboradores.
En ese grupo, sigue afirmando, se encontraban gobernadores de los
territorios franceses, oficiales militares y funcionarios civiles pro-Vichy. Aseguraba también en la interesante ponencia
que cinco meses antes, en marzo, había llegado a San Juan el gobernador Rene
Veber de la Guyana Francesa que estaba acompañado de nueve de sus colaboradores.
¿Pero qué estaba pasando
realmente? ¿Por qué se habían generado esas tensiones? Afirma el historiador y amigo, que entre abril y mayo de 1943 se
había agudizado el malestar popular en las Antillas Francesas. Uno de los
elementos que agudizaron la crisis fue que el 30 de abril se llevó a cabo un
ataque a una estación de policía en Port-Louis, Guadalupe, y al mes siguiente, mayo,
había aumentado el flujo de deserciones a Dominica para unirse a las fuerzas de
la Francia Libre. Afirma el autor que las cosas se complicaron cuando en los
primeros días de mayo, la policía disparó y mató un joven en una manifestación
en Guadalupe. Y desde entonces las tensiones aumentaron, como afirma Jorge:
Paul
Valentino, el líder mulato Socialista que enfrentó el golpe de estado naval de
Robert del 1 de julio de 1940, regresó clandestinamente a Guadalupe a
principios de junio de 1943 en un intento por derrocar al gobernador militar
Constant Sorin. El 18 de junio el Comité
de Argelia de Liberación Nacional ordenó que se llevara a cabo una
manifestación en Martinica que la policía y las fuerzas navales se negaron a
reprimir. Resultaba evidente que la permanencia de las autoridades de Vichy se
había tornado insostenible.
El 27 de
junio de 1943, en medio de crecientes demostraciones públicas que provocaron
cuatro muertes de manifestantes en Guadalupe, se sublevaron en el Campamento
Balata los soldados de la 3ra Compañía del Ejército bajo el mando del coronel
Henri Tourtet, quien se acuarteló en el Fuerte Desaix y proclamó su lealtad a
la Francia Libre. Las tropas de Robert se negaron a reprimir la rebelión, por
lo que Robert, luego de negociaciones trilaterales con la Resistencia y
funcionarios de Estados Unidos, anunció el 30 de junio su disposición a
renunciar y pidió que Estados Unidos enviara un emisario para trasmitir el
mando.
Poco antes
de su llegada a San Juan, el Almirante Robert le había entregado su cargo a
Henri Hoppenot, nombrado para sustituirle por el Comité Francés de Liberación
Nacional (CFLN) controlado por Charles De Gaulle y Henri Giraud, y quien fue
recibido con un jubiloso despliegue de banderas en Fort de France. El Alto
Comisionado recibió una carta del presidente Franklin D. Roosevelt fechada el 8
de julio reiterándole las condiciones para su salida del poder y ofreciéndole
transporte y asilo en Estados Unidos.
¡Qué episodio tan
interesante y desconocido! El espacio se agotó. Seguimos con Jorge en la
próxima entrega. Nos vemos.
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