TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
El Caribe y su poesía: La poesía puertorriqueña o el reclamo existencial
que no cesa
Por: Mu-Kien Adriana Sang
sangbenmukien@gmail.com
@MuKienAdriana
Por: Luis Lloréns Torres
(A Tomás Carrión)
La América fue tuya. Fue tuya en la corona
embrujada de plumas del cacique Agüeybana,
que traía el misterio de una noche de siglos
y quemóse en el rayo de sol de una mañana.
El África fue tuya. Fue tuya en las esclavas
que el surco roturaron, al sol canicular.
Tenían la piel negra y España les dio un beso
y las volvió criollas de luz crepuscular.
También fue tuya España. Y fue San Juan la joya,
que aquella madre vieja y madre todavía,
prendió de tu recuerdo como un brillante al aire
sobre el aro de oro que ciñe la bahía.
¿Y el Yanki de alto cuerpo y alma infantil quizás?...
¡El Yanki no fue tuyo ni lo será jamás!
(A Tomás Carrión)
La América fue tuya. Fue tuya en la corona
embrujada de plumas del cacique Agüeybana,
que traía el misterio de una noche de siglos
y quemóse en el rayo de sol de una mañana.
El África fue tuya. Fue tuya en las esclavas
que el surco roturaron, al sol canicular.
Tenían la piel negra y España les dio un beso
y las volvió criollas de luz crepuscular.
También fue tuya España. Y fue San Juan la joya,
que aquella madre vieja y madre todavía,
prendió de tu recuerdo como un brillante al aire
sobre el aro de oro que ciñe la bahía.
¿Y el Yanki de alto cuerpo y alma infantil quizás?...
¡El Yanki no fue tuyo ni lo será jamás!
El artículo de la semana pasada me dejó el sabor amargo de la
inconformidad. El tema
histórico-identitario está demasiado arraigado en el corazón y la conciencia de
nuestros hermanos puertorriqueños. La imposición y negociación imperial ¡Qué
hace más de un siglo! ha marcado demasiado profundamente la conciencia
colectiva, que hoy se desvanece en una población joven que busca sobrevivir;
mientras sus padres, siguen aferrados a paradigmas del pasado. Y entonces
decidí seguir buscando.
Lo mejor para aprender, ya lo he dicho, es la búsqueda. Así pues husmeando por donde pude, me
encontré con el poeta, pensador y filósofo Luis Llorens Torres, quien a juicio
de Rafael Rodríguez Cruz, en su hermoso ensayo "La Mantilla y el Madrás:
un estudio dialéctico de la poesía negra de Puerto Rico." [i],
este hombre fuera de serie, fue el gran filósofo de la metafísica. "Su
poesía nacional está construida sobre la base de un pensamiento panteísta muy
sofisticado." Afirma que Llorens
aporta en su poesía "indioibérica" síntesis de lo español y lo
aborigen taíno.". Mientras, sigue
diciendo el especialista, Palés completa
la triplicidad con la síntesis dialéctica de lo negro y lo blanco." Significa
entonces que Luis Llorens, junto a Palés Matos, han sido dos de los grandes
poetas que le cantaron, lloraron, gritaron a las injusticias de los más
abandonados de sus tierras.
Luis Lloréns Torres nació en
1876, en plena guerra de independencia.
En pleno proyecto liberal decimonónico.
Murió en 1944 a los 68 años. Para la época LLoréns Torres tuvo la
oportunidad de estudiar en Europa y nutrirse allí de los grandes movimientos
literarios. Realizó estudios en la Facultad de
Leyes de Barcelona, pero
se recibió de abogado en la Universidad de Granada,
doctorándose en Filosofía y Letras, casi a finales de los años 90 del siglo XIX. Su primer libro, "América",
fue publicado en 1898 y
recibió mucha aceptación. Su segundo libro "Al pie de la Alhambra", dedicado a su
novia Carmen Rivero, también recibió el beneplácito del público
inquieto como era volvió a Puerto Rico y
decidió participar en la política. Ingresó al Partido Federal que abogaba como
su principal bandera de lucha la independencia de la isla. Sus sentimientos los
plasma en su bello poema "El patito feo". Su actividad política fue
amplia. Logró incluso ocupar un escaño legislativo en la Cámara de Delegados
para 1908 - 1910.
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Además de poeta y político consumado, colaboró
en diversos periódicos publicados en Puerto Rico. Pero además fue el fundador,
en 1913, de la "Revista
de las Antillas", la cual era considerada como la máxima expresión del Modernismo hispanoamericano. Los
años comprendidos entre 1911 y 1914 salieron
publicadas sus obras más importantes: Barcarolas
o visión de la barca; Rapsodia
criolla; Canción de las
Antillas y Sonetos Sinfónicos.
Defendía el proyecto libertario que
conoció en el siglo XIX. Su sumó al grupo que unió sus brazos para luchar en
contra de la dominación norteamericana, y le cantó a los desposeídos, a los
arrinconados de la vida, como eran los negros, convirtiéndose en uno de los más
grandes expositores de la poesía negroide en su amado Puerto Rico:
EL NEGRO
Niño, de noche lanzábame a la selva,
acompañado del negro viejo de la hacienda,
y cruzábamos juntos la manigua espesa.
Yo sentía el silencioso pisar de las fieras
y el aliento tibio de sus bocas abiertas.
Pero el negro a mi lado era una fuerza
que con sus brazos desgajaba las ceibas
y con sus ojos se tragaba las tinieblas.
Ya hombre, también a la selva del mundo fui
y entre hombres y mujeres de todas las razas viví.
Y también su pisar silencioso sentí.
Y tuve miedo, como de niño... pero no huí...
porque en mi propia sombra siempre vi
al negro viejo siempre cerca de mí.
Niño, de noche lanzábame a la selva,
acompañado del negro viejo de la hacienda,
y cruzábamos juntos la manigua espesa.
Yo sentía el silencioso pisar de las fieras
y el aliento tibio de sus bocas abiertas.
Pero el negro a mi lado era una fuerza
que con sus brazos desgajaba las ceibas
y con sus ojos se tragaba las tinieblas.
Ya hombre, también a la selva del mundo fui
y entre hombres y mujeres de todas las razas viví.
Y también su pisar silencioso sentí.
Y tuve miedo, como de niño... pero no huí...
porque en mi propia sombra siempre vi
al negro viejo siempre cerca de mí.
Pero era tan
amplia su cultura, que fue capaz de escribir también a la cultura de su tierra,
quizás como una forma de ratificar su identidad que sentía se perdía ante los
embates de los nuevos dueños de la situación.
CARNAVAL
Bella ficción de reinas y de reyes...
Oh, carnaval, alegre carnaval,
que unces tus yuntas de mejores bueyes
y aras la carne en el vaivén del vals.
Arado quo revuelcas corazones,
en surcos de dolor y de placer,
y arrancas las raíces y tocones,
que dejaron las siembras del ayer.
Queda, desnuda, la cachonda era,
apta para la nueva primavera,
que vaticina el grito del amor.
Grito y clarín de la fecunda guerra
en que hasta las lombrices de la tierra
sueñan el sueño de la flor.
Bella ficción de reinas y de reyes...
Oh, carnaval, alegre carnaval,
que unces tus yuntas de mejores bueyes
y aras la carne en el vaivén del vals.
Arado quo revuelcas corazones,
en surcos de dolor y de placer,
y arrancas las raíces y tocones,
que dejaron las siembras del ayer.
Queda, desnuda, la cachonda era,
apta para la nueva primavera,
que vaticina el grito del amor.
Grito y clarín de la fecunda guerra
en que hasta las lombrices de la tierra
sueñan el sueño de la flor.
De todas maneras, sigo pensando, que en el camino de la vida hay que hacer
balance. Hay que revisar las ideas y
planteamientos de acuerdo a la realidad que se impone. ¿Debe Puerto Rico seguir herido en lo
profundo de su alma con una identidad traumática? ¿Debe buscar nuevos caminos?
¿Cuáles? No lo sé. Solo pregunto.
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