TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
VISIONES SOBRE EL CARIBE: German Arciniegas: las
islas vistas desde el continente
Por: Mu-Kien Adriana Sang
sangbenmukien@gmail.com
@MuKienAdriana
Que
el siglo XVI es el siglo de oro de España, es la verdad, pero no es toda la
verdad. El siglo XVI es de oro no sólo para España sino para Inglaterra, para
Francia…Pero en el fondo hay algo más. Con el descubrimiento de América la vida
toma una nueva dimensión: se pasa de la geometría plana a la geometría del
espacio… Todo este drama se vivió, tanto o más que en ningún otro sitio del
planeta, en el mar Caribe. Allí ocurrió el descubrimiento, se inició la
conquista, se formó la academia de los aventureros. La violencia con que fueron
ensanchándose los horizontes, empujó a los hombres por el camino de la audacia
temeraria…Cuanto hombre o mujer grande hubo en Europa, se vinculó a la aventura
central del mar Caribe. Descubrimiento, conquista, pillaje, se hicieron con
reyes al fondo….German Arciniegas, Biografía del Caribe, Prefacio (fragmento).
Así comienza el ensayo, interesante y bellamente
escrito, del colombiano Germán Arciniegas, nacido en Bogotá a principios del siglo XX. Un hombre que
estuvo con nosotros casi los 100 años de ese siglo, pues murió en diciembre de 1999. Arciniegas fue sin
dudas un hombre influyente en la vida y la política colombiana. Fue ensayista, historiador, diplomático y político.
Germán Arciniegas Angueyra nació en una numerosa y acaudalada familia
bogotana. Podríamos estar en desacuerdo con sus ideas, pero nadie, absolutamente
nadie, puede negar que este colombiano singular fuera un libre pensador
abierto, crítico y rebelde. Tenía temas preferidos, como la América Latina su
historia, sus ideas y sus laberintos. Le apasionaba el tema de la mujer y sobre
la juventud. Sus ideas fueron plasmadas en su columna que publicaba
religiosamente en el periódico El Tiempo de Bogotá, del fue director general en
1937.
Su labor académica lo llevó a ser Presidente de la Academia Colombiana de Historia, miembro de Número de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Sociedad Bolivariana de
Colombia. Pero además de sus actividades académicas, tuvo una vida super activa,
ocupando importantes posiciones diplomáticas hasta ser nombrado como Ministro
de Educación (1942-1946). Su vocación de maestro, lo llevó a tener también una
activa participación cultural, convirtiendo en un mecenas de la cultura: fue el
fundador del Instituto Caro y Cuervo, así como del Museo de arte Colonial de Bogotá.
Pero Arciniegas dedicó gran parte de su vida a escribir. Publicó cerca de sesenta
y ocho libros. Escribió teatro, crónicas, novelas, historia. Una constante en todas
sus obras: la crítica a la historia oficial y la propuesta de una nueva visión
histórica, desde la óptica latinoamericana, no desde el prisma de los
conquistadores. Una de sus obras más conocidas es Biografía del Caribe (1945). Cuarenta años más tarde
publicó Bolívar y la Revolución (1984). El
tema racial fue otra constante en su pensamiento. Con la obra El continente de los siete colores, publicado
en 1970, Arciniegas analizó
brillantemente el fenómeno tan latinoamericano del mestizaje, y concluye, con
toda la razón, que nuestro continente, incluyendo El Caribe es un crisol, un
arcoíris de razas y culturas.
Pero este artículo no es para hacer una
biografía extensa de este singular hombre de nuestros tiempos, sino para
conocer sus ideas sobre esta región
nuestra tan particular y apasionante. La
obra de Germán Arciniegas titulada Biografía del Caribe, fue publicada por
primera vez en 1945. Consta de 614 páginas. Localicé una edición de 1966
publicada conjuntamente por Editorial Sudamericana SA y el Círculo de Lectores
SA de Barcelona.
¿Cómo clasificar este libro? ¿Ensayo? ¿Historia?
¿Desahogo con prosa poética? Lo cierto es que sin ser un libro científico, en
todas y cada una de sus palabras hay una visión/posición crítica sobre las
luchas imperiales y el sometimiento y despojo de América en la hazaña marítima,
que unos llamaron “Descubrimiento”, “Cubrimiento ”para usar sus paalabras. El
primer capítulo titulado “Del Mar Grecolatino al mar de los Caribes”, el autor
parte de una idea central “en el principio todo fue el Mediterráneo”[i]
Con la sorpresa de que llegaron a otras tierras, de repente la geografía del
mundo conocido se transformó. El antiguo universo marítimo se transformó, y el
mundo giró hacia América y El Caribe. La obra, por
su importancia y dimensión, no puede ser abordada en una sola entrega. Los
próximos artículos versarán sobre esta magistral obra.
El libro “Biografía del Caribe#” fue escrito antes que Cien años de soledad,
siendo quizás el primero que habló del llamado “realismo mágico”, yo digo,
absurdo a veces. Perteneció a esa
generación crítica, que algunos osaron llamar “De los nuevos”, porque osaron
criticar la herencia recibida y redimensionar su tierra, su continente.
Uno de sus más osados planteamientos fue sin duda su convicción de que la
historia no sólo fue escrita por los grandes gobernantes ni
los guerreros, sino también por el pueblo. Decía que para entender la historia
se hace necesario acercarse a los hombres y mujeres de la calle, a las criaturas
vulgares que son constituían, y constituyen todavía, las grandes mayorías.
Sobre la llegada de los españoles a América a través de El Caribe decía que
no nos habían descubierto, sino cubiertos, por eso acuñó el término
CUBRIMIENTO! En sus palabras
“La
afirmación de que los españoles descubrieron la América a finales del siglo XV
y principios del XVI es inexacta y se funda en el vocabulario que por rutina
heredamos de quienes se han consagrado a la tarea de escribir lo que en el
lenguaje figurado solemos llamar así. Si digo que no hubo tal descubrimiento,
no lo hago porque en este momento me preocupen las incursiones que practicaron
los mongoles entrando por Alaska diez o veinte siglos antes que los españoles,
ni las posibles invasiones de los polinesios que pudieron llegar a las costas
de Chile, ni las naves escandinavas que seguramente tocaron los bordes de
Groenlandia en los tiempos de Erik el Rojo. Me refiero al espíritu mismo del
viaje de Colón, al hecho de que no es posible considerar como descubridores a
quienes en vez de levantar el velo de misterio que envolvía a las Américas, se
afanaron por esconder, por callar, por velar, por CUBRIR todo lo que pudiera
ser expresión del hombre americano [...] ¿Qué vinieron a hacer a estas tierras
los capitalistas, los empresarios, los encomenderos, los gobernadores, los
virreyes? Vinieron para imponer un sistema económico, un dogma religioso, un
tipo de arquitectura, una raza, que eran otra cosa distinta de la economía, la
religión, la arqui
[i]
Germán Arciniegas, Biografía del Caribe, Editorial Sudamericana SA y Círculo de
Lectores SA, Barcelona, España, 1966, p. 10
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