ENCUENTROS
Diálogo de saberes. La
complementariedad de los conocimientos, 1.
Dedicado a mi médico de cabecera: Antonio J. Castillo V.
Por: Mu-Kien Adriana
Sang
LA GOTA DE AGUA Y
EL OCÉANO
La gota de agua del mar,
desprendida y solitaria,
en playa inhospitalaria,
triste se puso a llorar.
El Océano al sentir
tan tierna lamentación
de aquella separación,
la piedad le hizo sonreír.
-«Hija mía, entre los dos
hay una sola unidad,
y sobre esta inmensidad
no hay más grandeza que Dios.
«Entre tu cuerpo y el mío
nunca la extensión verás:
nadie medirá jamás
la inmensidad del vacío.
Omar Khayyam (1050-1122) matemático, poeta y astrónomo persa
La gota de agua del mar,
desprendida y solitaria,
en playa inhospitalaria,
triste se puso a llorar.
El Océano al sentir
tan tierna lamentación
de aquella separación,
la piedad le hizo sonreír.
-«Hija mía, entre los dos
hay una sola unidad,
y sobre esta inmensidad
no hay más grandeza que Dios.
«Entre tu cuerpo y el mío
nunca la extensión verás:
nadie medirá jamás
la inmensidad del vacío.
Omar Khayyam (1050-1122) matemático, poeta y astrónomo persa
Antonio Castillo V es mi médico de
cabecera desde hace más de una década.
Fui a su consulta referida por otro médico, que casualmente también se
llama Antonio. La primera vez que fui a
su consulta, me recordó que nos habíamos criado en el mismo barrio, el llamado
Pantalón en nuestro Santiago natal. La empatía fue mutua.
Fui a su consulta buscando su
conocimiento experto en materia alérgica y asmática, pues es uno de los mejores
especialistas en el tema. Me sorprendió
que en sus tratamientos, basados en principios de la medicina
académica-ortodoxa, recomienda algunas cosas que vienen de otros conocimientos.
Por ejemplo, es un fanático del lavado de la nariz con agua tibia salada, un
principio de la medicina yoga y ayurvédica (Jala Neti). Incluso si desean conocer más sobre esta
técnica, solo tienen que visitar, gracias a la magia de la cibernética, el
Centro de Estudios Ayuvervédicos.
Hace varios años, tuve problemas en el
nervio de la mano, producto del uso abusivo de la computadora. Tenía un dolor
terrible. Como he hecho alergia a la lidocaína, el componente principal de la
anestesia, el Dr. Castillo, no quiso que me operaran, Me recomendó entonces utilizar
la acupuntura. Como niña obediente, busqué referencias. Fui a visitar al Dr.
Richard Velázquez, y después de la quinta sesión el dolor desapareció. Estuve
visitando al acupunturista por varios
años.
En otra oportunidad, tuve una de mis
crisis. El Dr. Castillo me dijo: "Mu-Kien, ¿por qué no pruebas con el
yoga? He oído decir que los cursos de respiración son muy buenos para los
asmáticos." Sus palabras fueron órdenes. Comencé las clases de yoga. Una
nota al margen, mi hermana Mu Yien me había insistido hasta la saciedad que
hiciera respiración yoga, pero no le hacía caso, hasta que me lo recomendó el
Dr. Castillo. Cuando supo de la recomendación, solo me dijo: "Te lo dije, pero como lo dijo Castillo, sí le hiciste
caso". Tuve que callar. Tenía toda la razón.
El "Maestro, Master", como le
llamaba, pues es un hindú que apenas habla español, me enseñó técnicas
respiratorias sumamente efectivas, que me han ayudado a controlar la tos seca
que me produce mi condición de asmática. Incluso me he atrevido a enseñarle la técnica
a algunas personas, aún sin conocerlas, que en mi presencia desarrollaron
ciclos desesperantes de tos seca.
¡Milagro! lo hicieron varias veces y su tos desapareció.
El año pasado, en un seminario internacional
que participé en México, escuché un médico que se ha dedicado a la medicina
indígena mexicana tradicional haciendo uso de los principios de la homeopatía.
Al finalizar su conferencia, me acerqué a él y sostuvimos una profunda
conversación, que sembró el gusanillo de la curiosidad. Fue el primero que me
habló del diálogo que se está produciendo entre las corrientes médicas: las
llamadas ortodoxas y la llamada medicina alternativa.
En esta navidad recibí un regalo del Dr.
Castillo, un libro titulado: "El Código de Curación" escrito por los
Doctores Alexander Loyd y Ben Johnson.
Ellos, al igual que el Dr. Castillo, se formaron en las escuelas médicas
tradicionales, pero su sentido de curiosidad, el hecho de haber visto a
pacientes morirse sin encontrar la paz que buscaban y la impotencia ante los
limitados resultados de las medicinas químicas, les obligaron a buscar y
explorar nuevos caminos. Sobre este libro hablaremos en próximas entrega.
Producto de mi muy prolongada crisis
asmática recibí otros regalos. Mi hija Arancha me regaló un libro que se llama
"El Método Clean" autoría de Alejandro Junger. Este libro ofrece un
programa revolucionario para regenerar el cuerpo en 21 días, partiendo sólo del
cambio alimenticio. Mi muy querido
amigo, Rafael Ovalles, también me envió otro libro para
"entretenerme" durante el encierro: "La Enzima prodigiosa. Una
forma de vida sin enfermarse" escrito por Hiromi Shinya, que ofrece una
dieta prodigiosa que ayuda o evita enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y
obesidad.
La coincidencia de estos regalos hizo
que mi espíritu curioso, buscara explicaciones. Comencé a buscar y ¡sorpresa!
los libros sobre el tema abundan que no hay vida hábil para leer tanta
literatura sobre el tema. Me llamó la
atención que algunas universidades han incorporado ya programas sobre medicina
natural, un gran paso de avance.
Un pequeño artículo que me llamó la
atención fue escrito por Beatriz Duarte Gómez, lleva por título: "Medicina
Occidental y otras alternativas: ¿es posible su complementariedad? Reflexiones
conceptuales". Este artículo hace
una interesantísima reflexión sobre el abordaje intercultural de los sistemas
de salud y las políticas públicas. La autora constata que la medicina
académica-ortodoxa, utiliza cada vez más la medicina alternativa y
complementaria, pero que el sistema de salud en las sociedades occidentales
todavía no acepta del todo los principios de la "otra" medicina. Señala la autora que en el 2002, la
Organización Mundial de la Salud presentó un estudio a la comunidad médica
internacional en la que afirmaba que las medicinas complementarias o alternativas,
eran cada vez más utilizadas por los pacientes y los médicos. Una de las razones para este cambio, es el
temor creciente sobre los efectos secundarios de las medicinas elaboradas con elementos
químicos. Señala también que el aumento de la popularidad de la medicina
alternativa o complementaria que ella denomina MAC, es un reflejo de los
cambios en las necesidades y valores de la sociedad, pero sobre todo, la
búsqueda de nuevos paradigmas explicativos, procedimentales y terapéuticos. Por estas razones la autora aboga por un
diálogo sincero de saberes porque en la complementariedad de estos dos mundos,
aparentemente antagónicos, está la solución y el camino.
Con este artículo iniciamos una serie
que comienza hoy, y no sabemos cuándo terminará, pues como estos autores,
partiendo de mi propia experiencia, yo también estoy buscando nuevos caminos y
explicaciones.
¿Acaso en verdad
se vive en la tierra?
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí.
Aunque sea jade, se rompe.
Aunque sea oro, se hiende.
y el plumaje de quetzal se quiebra.
No para siempre en la tierra,
solamente un poco aquí"
Nezahualcoyotl de Texcoco (1402-1472) rey y poeta azteca
mu-kiensang@hotmail.com
mu-kiensang@pucmm.edu.do
@MuKienAdriana
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