El pensamiento conservador latinoamericano y los
procesos independentistas en América Latina del siglo XIX, 2
Por: Mu-Kien Adriana Sang
@MuKienAdriana
Miguel Antonio Caro (1843 - 1909)
La flecha de oro
Yo busco una flecha de oro
que niño de un hada adquirí,
y, «Guarda el sagrado tesoro
-me dijo- tu suerte está ahí».
que niño de un hada adquirí,
y, «Guarda el sagrado tesoro
-me dijo- tu suerte está ahí».
Mi padre fue un príncipe: quiere
un día nombrar sucesor,
y aquel de dos hijos prefiere
que al blanco tirare mejor.
un día nombrar sucesor,
y aquel de dos hijos prefiere
que al blanco tirare mejor.
A liza fraterna en el llano
salimos con brío y con fe:
la punta que arroja mi hermano
clavarse en el blanco se ve.
salimos con brío y con fe:
la punta que arroja mi hermano
clavarse en el blanco se ve.
En tanto mi loca saeta
lanzada con ciega ambición,
por cima pasó de la meta
cruzando la etérea región.
lanzada con ciega ambición,
por cima pasó de la meta
cruzando la etérea región.
En vano en el bosque vecino,
en vano la busco doquier:
tomó misterioso camino
que nunca he logrado saber.
en vano la busco doquier:
tomó misterioso camino
que nunca he logrado saber.
El cielo me ha visto, horizontes
salvando con ávido afán,
y mísero a valles y a montes
pidiendo mi infiel talismán.
salvando con ávido afán,
y mísero a valles y a montes
pidiendo mi infiel talismán.
Y escucho una voz ¡adelante!,
que me hace incansable marchar;
repite el eco zumbante,
me sigue en la tierra y el mar.
que me hace incansable marchar;
repite el eco zumbante,
me sigue en la tierra y el mar.
Yo busco la flecha de oro
que niño de un hada adquirí,
y, «Guarda» el sagrado tesoro
-me dijo- tu suerte está ahí».
que niño de un hada adquirí,
y, «Guarda» el sagrado tesoro
-me dijo- tu suerte está ahí».
Quise iniciar este
artículo con una poesía de este carismático intelectual, Miguel Antonio Caro,
periodista, escritor y poeta que abrazó las ideas hispanistas, participó
activamente en el movimiento conservador de su Colombia natal, y, en esas
luchas intestinas entre los llamados liberales y conservadores, alcanzó la
Presidencia de la República a finales del siglo XIX.
En la búsqueda por
aprender sobre la vida y obra de este singular hombre, he podido localizar
muchos e importantes trabajos. Además de
los estudios realizados por Rafael Rubiano Muñoz, que citamos en el artículo
anterior, logré ubicar otros interesantes trabajos.
El análisis que hace
Carlos Arturo López en su super interesante y crítico ensayo titulado “La
politización en las lecturas canónicas: Miguel Antonio Caro, lector de Jorge
Isaacs”, [i]
presenta a un Caro manipulador para beneficio de sus ideas, o como dice el
autor, del proyecto intelectual de Miguel Antonio Caro. Asegura López, que Caro
al afirmar que el texto "Las tribus indígenas del Magdalena" escrito
por de Isaacs es un trabajo verdaderamente científico, no hace más que
politizar “por la imposibilidad de atacarlo dentro de los límites
argumentativos del texto de Isaacs… De esta forma…Caro ubica el trabajo… en el
grupo de escritos que amenazan el orden social, presentarlo de la mano con el
positivismo , empirismo, liberalismo y demás esfuerzos intelectuales fundados
en un “nocivos” criterio sensualista.”
(p.77)
Miguel Antonio Caro fue
un conservador convencido, por esta razón en su trayectoria intelectual no sólo
atacó las ideas liberales, sino que cuando el positivismo se hizo presente en
América Latina en el último cuarto del siglo XIX, lo enfrentó con toda la pasión
que lo caracterizaba. En ese tenor,
encontramos el trabajo de leonardo Tovar González titulado “Ciencia y Fe:
Miguel Antonio Caro y las ideas positivas”[ii]. Este trabajo, que forma parte de una
investigación más amplia, señala que el político e intelectual colombiano del
siglo XIX, enfrentó a los positivistas porque abogaban por el cientificismo
puro, enfrentando todo dogma religioso: “A través del texto veremos cómo don
Miguel Antonio tomó como divisa de su pensamiento el evangélico “El que no está
conmigo está contra mí”, y de allí que se negara a contemporizar con doctrinas
contrarias a la religión y, por eso mismo, a la razón bien entendida. Para él carecía de sentido la pretensión
ilustrada de elaborar una filosofía al margen, o peor aún, en contra de la
verdad revelada y del magisterio de la Iglesia, pues la débil ciencia humana se
extravía sin el auxilio de la gracia divina y sin la orientación pastoral del
clero” (p. 33). A juicio de este autor,
la contraposición del positivismo versus el catolicismo era sólo un capítulo
más de la controversia entre las ideas seculares y las clericales
tradicionalistas.
Quizás uno de los
trabajos más interesantes que localizamos fue el escrito por Diego Julián
Cediel Noval titulado "El concepto político de hispanidad de Miguel
Antonio Caro en su debate con los liberales utilitaristas de finales del siglo
XIX en Colombia" , una monografía presentada en la Universidad Colegio
Mayor de Nuestra Señora del rosario de Bogotá, Colombia en el año 2009. El punto central de esta investigación es que
los conservadores liderados por Caro defendían el hispanismo no como la
expresión de la dependencia colonial,
sino porque España y su cultura había marcado de manera profunda la forma de
ser de los colombianos. "Así, afirma el autor, la defensa y la apología a
los valores, las instituciones, las costumbres, la lengua y la religión
hispánicas se fueron transformando en un conjunto coherente, particular y
propio de principios políticos, que más tarde se le conocería como
conservatismo colombiano, marcado fuertemente por su disonancia con las
propuestas de los defensores del liberalismo utilitarista." (p. 1)
En páginas más adelante,
el autor afirma que el concepto de hispanidad en Caro, además de defender los
elementos culturales de España, la Madre Patria, sino que además tenía un
fuerte componente religioso; por lo tanto, afirmaba, el concepto de hispanidad
de este singular pensador y político colombiano, tenía un gran componente moral,
de censura; pues él se definía como el poseedor de la verdad. Con esta creencia atacó duramente a los
radicales liberales que abogaban por el secularismo, la ruptura con España y la
creación de un gobierno nacional.
Podríamos seguir
abundando sobre el pensamiento de este autodidacta, periodista, escritor,
filólogo y político instigador de masas.
Su incidencia fue tan grande en la Colombia del siglo XIX que todavía,
más de un siglo después de su muerte, sigue siendo objeto de estudio y debate
académico. Pero corremos el riesgo de agotar a los lectores.
Estos artículos que se
iniciaron a final del pasado año sobre el pensamiento conservador, evidencian,
que se impone ampliar la reflexión y trascender las frases aprendidas, para
adentrarnos a la profundidad de un pensamiento tan desconocido como
apasionante. Finalizamos con el
pensamiento de Caro, pero seguiremos con el pensamiento conservador en América
Latina. Hasta la próxima
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