ENCUENTROS
Diálogo de saberes. La
complementariedad de los conocimientos. Reflexión final, y 7.
Dedicado a mi médico de cabecera: Antonio J. Castillo
V.
Por: Mu-Kien Adriana
Sang
Parábola
La sabiduría de Sócrates
Un hombre fue a donde estaba
Sócrates y le dijo:
- Oye Sócrates, escucha lo que te
tengo que contar de como un amigo tuyo...
- Calla, -le interrumpió el
sabio-, ¿has ya pasado lo que me quieres contar por los tres cedazos?
- ¿Tres cedazos? ¿Cuáles?
- ¡Si cierto, tres cedazos! El
primero es el de la verdad. ¿Has comprobado que lo que me vas a contar es
verdad?
- No, verdaderamente lo he oído
decir; pero...
- Entonces, lo habrás pasado por
el segundo, esto es, el de la bondad: ¿Lo que me vas a contar, si no sabes si
es verdadero, será por lo menos bueno?
- No, ciertamente no, más bien al
contrario...
- ¡Ah, -interrumpió Sócrates-
entonces probemos con el tercer cedazo: Pregúntate si es necesario que me
cuentes todo aquello que al parecer te ha impresionado.
- Verdaderamente, necesario, lo
que se dice necesario, no lo es...
- Entonces, -respondió el sabio-,
si lo que me quieres decir no es ni verdadero, ni bueno, ni necesario,
metámoslo en el olvido y no nos ocupemos más de ello
Con este artículo damos fin a la serie sobre el diálogo
de saberes. Hubiese podido escribir más
entregas para satisfacer mi curiosidad natural, pero abusaría de ustedes,
queridos lectores.
Además de
estos tres libros, y algunos trabajos que cité a lo largo de esta serie,
localicé otras interesantes publicaciones.
Una de las cosas que más me llamó la atención en esta búsqueda de
respuestas, es que cada vez más médicos formados en las escuelas tradicionales
han incursionado en la medicina natural.
Por ejemplo, el Dr. Miguel Bruguera, especialista en medicina interna y
aparato digestivo, escribió un artículo interesantísimo titulado:
"Medicinas alternativas, complementarias, naturales o no
convencionales", en el que reconoce el avance de la medicina no oficial. Considera
que la denominación que se ha acuñado de "Medicinas Alternativas
Complementarias" es incongruente porque no son científicas. De todas
maneras, reconoce el avance de la medicina no convencional que ha tenido en el
gran público, y lo atribuye al efecto placebo que puede producir entre los
pacientes. Como puede observarse este
médico mira con reserva y desconfianza esta medicina que se sale de los cánones
oficiales y estructurados de la enseñanza universitaria y la mal llamada "ciencia
dura y pura". Lo expongo porque hay
de todos en la viña del Señor. Y es bueno que se generen estos debates
académicos e intelectuales.
El puente
que se ha ido construyendo entre los dos mundos de la medicina es todavía muy
reciente y débil. Hay demasiadas
reservas en cada extremo, se necesita ampliar el universo de comprensión y la
aceptación de saberes y paradigmas distintos.
Sin embargo, a pesar de estas dificultades, me siento contenta, por el
bien de la humanidad.
Los tres
libros que esbozamos en los artículos anteriores, a pesar de que fueron
escritos por autores distintos, con experiencias diferentes y especialidades
médicas también diferentes, coinciden en varios aspectos. Señalan con seguridad indiscutible que la
modernidad y el "modelo de civilización" impuesto por la sociedad de
consumo ha generado la mayoría de las enfermedades actuales. El stress al que estamos sometidos es la
causa fundamental del deterioro de la salud. Todos afirman, que además de la intoxicación por los químicos
al que estamos sometidos, nos enfermamos, y que la enfermedad se hace más grave
porque hay un factor sicológico en toda enfermedad.
Los tres
autores apuntan y apuestan a una vida saludable, sustentada en dos principios:
sana alimentación y ejercicio físico para ayudar al organismo. Otro elemento que se desprende de esas
interesantes lecturas, es la necesidad de que nosotros, los que no tenemos más
remedio que vivir en esta sociedad que nos somete a la carrera y a la locura
existencial, busquemos espacios para la paz, el sosiego, para disfrutar de lo
pequeño y lo nimio.
Como ciudadana
formada en lides ajenas a la medicina (¡A Dios Gracias!), me siento satisfecha
con la apertura a la que somos testigos.
Convencida como lo estoy, de que, en ningún área del saber, existen axiomas
definitivos, absolutos ni eternos; que la verdad se construye en el diálogo
creativo y constructivo; porque nadie tendrá jamás en sus manos la razón
completa, porque los seres humanos somos limitados; pero sobre todo porque el
saber es una acumulación, una herencia que nos dejaron nuestros antepasados, y
nosotros, en honor a sus aportes, debemos asumirla y conocerla para
transformarla. Gracias a la maravillosa
insatisfacción, la humanidad ha caminado por nuevos senderos. Pasamos del fuego logrado por el accidente
primitivo de frotar dos piedras, al hierro, al bronce, y hoy a las más
sofisticadas tecnologías que cada día rompen nuestra propia imaginación,
llevándonos hacia mundos insospechados y asombrosos.
No creo que
viviré lo suficiente para cuando el puente que se ha iniciado entre los dos
mundos opuestos ayer, complementarios hoy, se acerquen y se integren. Pero el palpar que occidente reconoce, con
sus limitaciones, la medicina milenaria china y ayurvédica, me tranquiliza, y
me hace sentir orgullosa de mis ancestros.
Saberme usuaria de los dos mundos, de ayudar mis problemas físicos con
los medicamentos de la ciencia física y química y las terapias alternativas, me
obligan a convencerme aún más, que necesitamos abrir las mentes y los
corazones.
Expreso ,
sin embargo, un temor. Ojalá que ese
puente que se comienza a construir ente los dos mundos no se convierta en otro
escenario para la ambición desmedida y el deseo del dinero. Ojalá que la
confluencia de saberes no se transforme en vulgar mercancía con valor de
mercado. Me aterra pensar que quizás en unos años hasta el aire que respiramos,
el amanecer, la lluvia y los atardeceres tendrán precio y valor en la moneda de
mayor circulación en esta aldea global que sataniza y mercantiliza todo. Solo
espero que prosiga, prosiga y prosiga este diálogo que se inicia entre dos
mundos paralelos. Que todo sea para el bien de la humanidad. Que así sea. Amén
mu-kiensang@hotmail.com
mu-kiensang@pucmm.edu.do
@MuKienAdriana
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