TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL
CARIBE
III Congreso
Internacional de Estudios Caribeños: El déficit democrático en las relaciones con EEUU según Javier Colón.
Por: Mu-Kien Adriana
Sang
sangbenmukien@gmail.com
mu-kiensang@pucmm.edu.do
@MuKienAdriana
En
esta entrega, continúo con la ponencia interesantísima de Javier Colón sobre la
situación actual de su Puerto Rico natal.
En esta oportunidad se aborda la relación de dependencia con los Estados
Unidos y su status sui géneris de “Estado Libre Asociado”, hecho este que
coloca a la vecina isla en un verdadero drama existencial.
Como
se sabe Puerto Rico tiene autonomía política, contando con su propio Congreso y
su propio Gobernador que funge como el ejecutivo de la isla. Sin embargo, en una
multiplicidad de asuntos, es gobernado, como afirma Colón, desde el Congreso de
EEUU. Esto significa que en la
estructura política y de poder, la Isla tiene una representación limitada. Colón
afirma de forma directa y cruda que:
En muchos
sentidos PR tiene la estructura política de un estado de la Unión federal de
EEUU pero no goza de representación igualitaria en el gobierno federal. Desde
la perspectiva del derecho constitucional de EEUU la Isla es un territorio no
incorporado… Ello quiere decir, principalmente,
que es una posesión no destinada a convertirse en un estado de la Unión
Federal pero tampoco es un territorio independiente o en proceso de serlo.
EEUU, al mismo tiempo, se reserva el
derecho de “disponer del territorio” cuando sus intereses nacionales así lo
exijan de acuerdo a las normas judiciales, establecidas en una seria de
decisiones colectivamente conocidas como los “Casos Insulares”… Jurídicamente
el llamado estatus político de PR está, por lo tanto, en manos de un Congreso Federal que no tiene ni el interés ni el conocimiento
para atender el problema de forma adecuada. Tampoco la rama ejecutiva o la
judicial muestran interés en el asunto.
El
particular status de la isla de Puerto Rico coloca en posición incómoda, muy
incómoda a los Estados Unidos, sobre todo cuando se plantea el caso en foros
internacionales, especialmente cuando se trata de los derechos humanos, como
bien explica Colón:
El caso de PR
presenta un cuadro peculiar: ante los foros internacionales el Gobierno de EEUU
alega que PR dejó de ser un territorio dependiente desde 1953 cuando se anunció la creación del
ELA. En varios documentos internos del poder ejecutivo y legislativo y judicial
de EEUU, por otro lado, se afirma que PR
es y continua siendo una jurisdicción
sujeta a un control territorial amplio por parte del Gobierno de EEUU.
Una
de las grandes discusiones internas en la isla es el debate sobre el futuro.
Existen los que desean continuar con el status actual, los independentistas que
son minorías y los estadistas, que ganan espacio. Sin embargo, el proyecto de convertir a PR en
un estado federal en los Estados Unidos, tiene adeptos, pero también
opositores, incluso en sectores políticos de los Estados Unidos, quienes
plantean que:
Los
puertorriqueños poseen una cultura nacional propia y se relaciona entre sí en
un idioma , el español, que dificulta la admisión de PR como estado federal
estadounidense. Además existe preocupación con los costos económicos asociados
a la admisión de PR como estado.
Del otro lado,
el Gobierno de EEUU ha reprimido abiertamente el movimiento independentista con
el fin de que no fructifique el proyecto de un estado nacional propio. De esa
contradictoria necesidad de controlar el territorio pero a la vez rechazar a
sus habitantes como ciudadanos estadounidenses en igualdad de condiciones surge
una incongruente política colonial que sigue vigente en la segunda década del
siglo XXI. Es por ello que adelantar el proceso que le permita zafarse de los
controles territoriales externos y desarrollar una democracia basada en un
principio claro de soberanía es una necesidad inaplazable.
Pero
la realidad se ha impuesto. El debate político sobre el futuro de PR se ha
visto disminuido por la situación económica de penuria que vive la isla. La
gráfica que presenta Colón, preparada por Harold J. Toro, Director de
Investigación del Centro para Nueva Economía,
evidencia de forma contundente la desigualdad de ingreso en la Isla, y
peor aún, que no ha mejorado sus en las últimas décadas:
La
situación se hace más grave cuando la población, agobiada por un estancamiento
económico crónico, ha decidido abandonar su terruño, provocando un proceso
acelerado de despoblación. En la actualidad más de 1 millón de puertorriqueños están
dentro de Estados Unidos. Peor aún, la tendencia en Puerto Rico es al
decrecimiento poblacional, como lo muestra la siguiente gráfica del
Departamento de Salud, que ilustra muy bien la tendencia:
¿Cómo
se explica este hecho tan dramático? Colón ofrece una explicación:
El proceso
dramático que ha llevado a la población a abandonar su entorno caribeño y
trasladarse, principalmente, a los estados de EEUU en busca de mejores
condiciones de vida y un contexto de menos violencia y mejores servicios
públicos. De acuerdo a los últimos datos disponibles, la población de PR se ha
reducido a 3.6 millones de personas mientras los que se identifican como
puertorriqueños en EEUU ha aumentado a 4.9 millones. De este modo la ciudadanía
de EEUU que ostentan los puertorriqueños, la cual el Congreso de EEUU legisló en 1917 para
fortalecer su hegemonía y control sobre la Isla, ha cumplido su función de
facilitar el tránsito migratorio a los estados de EEUU tal y como fue previsto:
El
drama es mayor, pues la población puertorriqueña que emigra de forma masiva a
EEUU tiene problemas de adaptación
cultural y marginación económica; pero, al mismo tiempo, como dice el autor, esta
comunidad también se convierte,
potencialmente, en un recurso político muy valioso para que PR pueda influir
sobre las políticas públicas del Gobierno Federal que inciden de forma
directa sobre la calidad de vida de los que residen en la Isla.
La
situación se agrava, pues al problema del decrecimiento poblacional en PR se
suma el hecho de que la sociedad puertorriqueña esté envejeciendo de forma
progresiva:
Un
factor que agudiza la situación económica y social de Puerto Rico es la deuda
pública, que es mayor que su ingreso
nacional bruto. Dice Colón, que de acuerdo a cálculos de la prensa norteamericana,
PR tiene una deuda combinada de deuda
pública y de pensiones de los sistemas de retiro de 87 billones de dólares, lo
que corresponde aproximadamente a $23,000 por cada residente de la Isla.
Los
problemas no se detienen. La crisis económica trae consigo el fomento de la
economía informal, y, es lo más grave el aumento de la criminalidad. Se afirma
que en término de homicidios por cada 100,000 residentes, el país se encuentra
entre las posiciones 12 y 15 a nivel mundial. Sólo en el 2007 se duplicó la
proporción entre PR y EEUU en relación a los homicidios por cada 100,000
habitantes.
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