TEMAS
SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
EL
CARIBE EN EL SIGLO XXI.ALGUNAS REFLEXIONES, y 5
Por:
Mu-Kien Adriana Sang
@MuKienAdriana
Trinidad y Tobago es un pequeño Estado que no cuenta con la capacidad
económica, política y militar para influir por sí mismo el curso de los sucesos
internacionales, por lo que debe continuar recurriendo a la cooperación
diplomática con otros estados para la consecución de sus objetivos de política
exterior. En este contexto, los países de la CARICOM constituyen el primer
anillo de sus relaciones exteriores.
“Trinidad & Tobado Visión 2020, Draft National Strategic Plan.
La República de Trinidad y Tobago, es uno de los países más
activos del caribe insular. Está ubicado en la costa
oriental de Venezuela. Su gobierno es parlamentario. Su territorio está formado por dos
islas: Trinidad que es la más grande y por ende la más poblado y donde se concentra el
poder. Y Tobago que es más pequeña y muy conocida por su actividad turística. Cuenta
además con varias islas pequeñísimas.
A pesar de que formaba parte
del territorio español, en febrero de 1797 Inglaterra comenzó a ocupar las islas. Y cinco años después se firmó el
Tratado de Paz de Amiens, mediante el cual las islas de Trinidad y Tabago
pasaron a formar parte dal Reino
Unido.
En el año de 1976 Trinidad y
Tobago declaró su independencia de la corona británica para constituirse como
país independiente, pero formando parte de la Mancomunidad de Naciones. Como sistema parlamentario, el
Presidente es el jefe de Estado de Trinidad y Tobago, y el Primer Ministro que
es el jefe de gobierno es nombrado por el presidente, pero tomando en cuenta la
mayoría parlamentaria. Este pequeño, pero
influyente país caribeño ha sido esencial en la integración caribeña,
especialmente en la CARICOM.
Continuando con la exposición
del libro “El Caribe en el Siglo XXI”, el cual hemos estado presentando a lo
largo de varias semanas, hoy tomamos para finalizar el ciclo el trabajo de la
profesora Maylin Cabrera Agudo, de la Universidad de la Habana, que lleva por
título “Apuntes en torno a los intereses de Trinidad y Tobago en los marcos de
la CARICOM”. Con la presentación de este
ensayo finalizamos el ciclo, no porque se agotara el libro, sino porque no
quiero cansar a los lectores.
En otras entregas presentamos
los dilemas y problemas que tiene la CARICOM, no solo con respecto a la
República Dominicana y la firme oposición de los miembros de dejarnos entrar,
sino también de las dificultades internas de la organización por los diferentes
intereses existentes que dificultan, sin duda alguna la integración de las
islas:
La discusión al interior de la CARICOM respecto a la integración
política ha aparecido estrechamente vinculada (y subordinada) a aquella de la
integración económica subregional. Lo cierto es que aunque aparezca
principalmente como “medio” mediante el cual avanzar esta última, la
integración política implica, en cualquiera de sus variantes, procesos de
institucionalización del ejercicio del poder.
Ello explica, en gran medida, las reticencias, complejidades y
contradicciones que ha acompañado a este debate en el área. En ese sentido, desempeñan también un papel
importante las percepciones divergentes entre los estados con relación a los
beneficios y perjuicios (y el balance entre estos), que puedan obtener como
parte de este proceso.[1]
Señala la profesora
que es necesario reconocer que Trinidad y Tobado ha sido uno de los países con
mayor interés y liderazgo en los procesos de integración, especialmente con la
CARICOM, a la que ha apostado todo su esfuerzo.
Como ejemplo señaló la declaración en 2003 del entonces Primer Ministro
Patrick Manning, que dijo en el marco de la “Consulta para profundizar el
proceso de integración”: “Pongo formalmente sobre la mesa de discusión las
intenciones de Trinidad y Tobago de entrar a discutir con cualquier país
caribeño dispuesto a perseguir junto a nosotros el objetivo de una Integración
Política Caribeña” [2]. De esta declaración han transcurrido
exactamente 13 años y el proceso ha sido más lento de lo esperado.
Ahora bien, ¿por qué
ese interés de Trinidad y Tobago? La respuesta está en los números. La
profesora Cabrera señala que ese país representó el 78.1% del comercio
intrarregional en los años comprendidos entre el 2001 y el 2006, y ya para el
2008 constituía el 80% de todas las exportaciones intrasubregionales. Las
cifras siguen hablando solas. Por ejemplo a nivel del turismo, a pesar de su
tamaño, es una de las actividades más activas.
Trinidad y Tobago recibe el 28% del turismo intrarregional, es decir, el
mayor flujo de turistas de los mismos caribeños. La actividad turística es dinámica y creciente. El mercado norteamericano representa el 36% de
los turistas que llegan a ese país.
Estas cifras que se han presentado solo como ejemplos evidencian que
Trinidad y Tobago es uno de los países que más beneficio ha recibido del
proceso de integración, de ahí su fuerte activismo y su fuerte liderazgo:
Trinidad y Tobago ha articulado un grupo de propuestas y acciones que
forman parte del proceso de construcción de su liderazgo en el área. Estas
abarcan las dimensiones económicas, energéticas, sociales y políticas, lo que
da un carácter integral a su proyección subregional…[3]
Concluye su ensayo señalando dos ideas
centrales, veamos:
1. Trinidad y Tobago ha desempeñado históricamente un papel importante
dentro de la CARICOM, a partir de sus propios intereses.
2. Su capacidad económica le ha permitido una mayor proyección a nivel regional.
Lo
cierto es, y nadie puede negarlo, que el liderazgo de Trinidad y Tobago se ha
forjado desde el año 1973 cuando se fundó la Comunidad del Caribe. Desde entonces su activismo ha sido
significativo, tanto que se ha visto reflejado en el desarrollo de su
economía. Quizás los demás países de la
CARICOM en vez de criticarle su empuje deberían asumir un mayor dinamismo. Una cosa sí es cierta: la integración
caribeña sigue siendo un mito, un sueño y una esperanza.
[1]Maylin
Cabrera Agudo, de la Universidad de la Habana, “Apuntes en torno a los
intereses de Trinidad y Tobago en los marcos de la CARICOM”, en Milagros Martínez y Jacqueline Laguardia, El Caribe en el siglo XXI. Coyunturas,
perspectivas y desafíos, La
Habana, Instituto Cubano del libro, 2011, p. 262
[2] Ibídem, p. 263
[3] Ibídem, p. 269.
No hay comentarios:
Publicar un comentario