Publicado en El Caribe el 11 de mayo 2012
Este Caribe nuestro también expulsa a su gente.
Poema
de un migrante
Siempre hay un mañana y un ayer.
Siempre una despedida y un volver.
Y es la misma historia
que a menudo se repite de querer volver...
Y nosotros, para bien o para mal,
siempre queremos volver
a donde quedó enterrado el cordón umbilical.
Y, ¿qué sucede cuando volvemos al sitio anhelado?
Entonces nos damos cuenta
que la mente nos ha traicionado;
que nada es lo mismo,
que todo ha cambiado;
que aquel ambiente antes nuestro y halagüeño,
ahora es ajeno, tiene otro dueño.
Que ya no existe aquel humilde hogar
donde un día todo fuera luz y alegría,
y hoy, aquel paraje triste,
solo semeja una tumba fría.
Entonces nuestros ojos entristecen
al ver el solar baldío
donde triste canta un grillo
y unas hierbas crecen.
Y ¿qué nos queda entonces?
Solamente volver de nuevo
al exilio voluntario,
a voltear las hojas del calendario
y a esperar que una fría mañana
o un lluvioso atardecer,
tengamos que emprender
el viaje del no volver. Autor desconocido. http://pasolibrefm4.blogspot.com/2009/02/otro-poema-de-un-migrante.html
Siempre una despedida y un volver.
Y es la misma historia
que a menudo se repite de querer volver...
Y nosotros, para bien o para mal,
siempre queremos volver
a donde quedó enterrado el cordón umbilical.
Y, ¿qué sucede cuando volvemos al sitio anhelado?
Entonces nos damos cuenta
que la mente nos ha traicionado;
que nada es lo mismo,
que todo ha cambiado;
que aquel ambiente antes nuestro y halagüeño,
ahora es ajeno, tiene otro dueño.
Que ya no existe aquel humilde hogar
donde un día todo fuera luz y alegría,
y hoy, aquel paraje triste,
solo semeja una tumba fría.
Entonces nuestros ojos entristecen
al ver el solar baldío
donde triste canta un grillo
y unas hierbas crecen.
Y ¿qué nos queda entonces?
Solamente volver de nuevo
al exilio voluntario,
a voltear las hojas del calendario
y a esperar que una fría mañana
o un lluvioso atardecer,
tengamos que emprender
el viaje del no volver. Autor desconocido. http://pasolibrefm4.blogspot.com/2009/02/otro-poema-de-un-migrante.html
El Caribe insular y
continental ha recibido millones de migrantes por muchos siglos. Sin embargo, en el siglo XX y en el siglo XXI, en
la década que apenas terminamos, ha expulsado a sus hombres Así como en el siglo XIX europeos zarparon a
la aventura, se atrevieron a echar raíces en tierras tan diferentes a las que
se vieron obligados a abandonar; los caribeños de hoy son impulsados a levantar
sus alas para emigrar.
La falta de trabajo, de mejores oportunidades y, lo de siempre, la
necesidad de alcanzar el sueño de una vida mejor, los han obligado a vislumbrar
la solución de sus males en la aventura marina, legal e ilegal,
Algunos observadores y estudiosos de la
migración, como los responsables del Observatorio de Migrantes del Caribe, sostienen que las corrientes migratorias del
Caribe hacia Estados Unidos, tienen profundas raíces históricas. Por ejemplo, la
emigración cubana alcanzó su máxima expresión tras la revolución de 1959.
Después, a principios de los 80, cuando el Gobierno cubano suavizó los trámites
de salida, se produjo una nueva ola migratoria. En el caso de Haití, los
haitianos huyeron despavoridos durante la dictadura de Duvalier, así como en
los años de incertidumbre del gobierno de Aristide mantuvo la misma presión
migratoria. La República Dominicana, por su parte, también ha vivido olas
migratorias hacia Estados Unidos. Durante la dictadura de Trujllo el exilio fue
la solución de muchos de sus opositores. A finales de los años 1980 y
principios de los 90, se produjo una gran migración provocada por las
dificultades económicas y las protestas sociales en el país.
El Caribe inglés también ha vivido sus
constantes olas migratorias. Además de
Estados Unidos, Cánada ha sido otra aspiración, otro sueño. Algunos sostienen que a este frío país,
tradicionalmente despoblado, ha sido más flexible en sus políticas
migratorias. Este país por su condición
de ser oficialmente bilingüe, ha acogido también a cientos de migrantes
francófonos.
Mario Santillo Cemla,
escribió un interesantísimo ensayo titulado BALANCE DE LAS MIGRACIONES ACTUALES
EN AMERICA LATINA. El autor reitera que el objetivo migratorio de los
desesperados de América son los Estados Unidos.
El sueño americano se ha convertido en la obsesión de los expulsados de
sus tierras. Los datos son elocuentes. Refiriéndose
al Caribe insular, señala que de las quince naciones independientes del Caribe
tienen una de las más altas tasas de emigración, en relación con sus poblaciones totales. El
primer lugar lo ocupa Cuba , que en los últimos veinte años ha expulsado más de
1.241.685 personas hacia Estados Unidos.
El segundo lugar lo ocupa nuestro país, pues según el censo realizado en el
2000 en la nación norteña, se indica que
había recibido más de 764.945 dominicanos en los últimos cinco años. Le
siguen Haití y Jamaica. En el año 2000,
Estados Unidos recibió nada más y nada menos que cerca de 2.000.000 inmigrantes
de estos dos países.
Según el autor, más de 1.000.000 de Cubanos migraron a Estados
Unidos, a partir de 1994, gracias al acuerdo
bilateral de ambas naciones, se permiten
20.000 radicaciones por año. El caso de
los haitianos es más difícil. Las crisis económicas, sociales y políticas
constantes ha expulsado a más de un millón.
Con uno de los PIB más bajos del mundo, 400 dólares anuales y constantes
crisis políticas, sumados a los estragos del terremoto, los haitianos no tienen
esperanzas. Su única salida es salir por
mar, por tierra o por aire. Se calcula,
según Santillo, que en los últimos cinco años han emigrado más de 350.000 a Estados Unidos
y se estima, porque es imposible tener certeza en estos datos, que alrededor de 500.000 han llegado a
República Dominicana. Trabajan por cualquier paga. Y no les importa vivir en condiciones
infrahumanas.
Así pues, una
simple ojeada a la permanente y cada vez más grande ola migratoria del Caribe
hacia Estados Unidos, y de unas islas caribeñas a otras (como los dominicanos
que llegan ilegalmente a Puerto Rico) nos indica que el tema migratorio debe
ser asumido con energía y responsabilidad por las autoridades de todos los
países. Como plantea Santillo, muchas organizaciones
de la sociedad civil han solicitado a los gobiernos, la ratificación de la Convención Internacional
sobre la Protección
de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares.
Las actuales leyes
migratorias de todos nuestros países son restrictivas y regulatorias. El abuso a los migrantes ha sido su signo. Yo
me pregunto. Será un sueño aspirar
a la libre circulación de las personas? Por qué no hay reciprocidad? Qué va a pasar
con los países que sufren y padecen la presión migratoria, como es el caso de
República Dominicana? Pues mientras más se deteriora la situación en Haití,
mayor será la migración de haitianos. El
tema es profundo, porque involucra muchos aspectos: derechos humanos, soberanía
y solidaridad.
mu-kiensang@pucmm.edu.do
mu-kiensang@hotmail.com
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