La migración china en El Caribe. Apuntes para su
historia. El Caribe inglés y francés (3)
Por Mu-Kien Adriana Sang
Hombre Verdadero de
antaño
ignoraba el amor a la vida,
el odio a la muerte.
Alerta siempre y ligero
en su ir y venir: eso era todo.
Consciente de su origen
sin preocuparse por el fin
(Los Capítulos Interiores de Zhuang Zi,
ignoraba el amor a la vida,
el odio a la muerte.
Alerta siempre y ligero
en su ir y venir: eso era todo.
Consciente de su origen
sin preocuparse por el fin
(Los Capítulos Interiores de Zhuang Zi,
Como
señalamos en los anteriores, la migración china del siglo XIX se concentró en
Cuba principalmente y en República Dominicana. Sin embargo, las demás islas
también recibieron culíes, aunque en menor proporción. Jamaica, por ejemplo, recibieron sus primeros
chinos en noviembre de 1854, unos 200 en total.
Eran trabajadores chinos procedentes de Hong Kong que habían sido
expulsados de Panamá por sospecha de que habían contraído la fiebre amarilla.
Para sorpresa mía, la migración de culíes chinos había alcanzado la cifra casi
1,200 personas para 1874. A partir de
1885, llegaron chinos para trabajar explotaciones
hortofrutícolas. Ese año arribaron 600 personas,
y tres años más tarde, en 1885, se clacula que llegaron unas 700, y al año siguiente se integraron 800 más
para el trabajo en la agricultura.
En el Caribe continental la
documentación existente da cuenta de que más de 200 chinos vinieron
directamente a Panamá a trabajar en las obras del canal y del ferrocarril. La mayoría de estos culíes provenían de Guangdong
y accedían a ese mercado laboral a través del puerto de Hong Kong.
En el caso de Trinidad y
Tobago, a principios del siglo XIX se hicieron intentos que fracasaron para la
compra de mano de obra china. La
documentación existente indica que los primeros llegaron en el 1853. Eran unos
1.100 chinos, la mayoría, como sucedió en las diferentes olas migratorias,
provenían de la provincia de Guangdong, pero llegaron también de la etnia
hakka. Se calcula que entre 1853 y 1856, había en Trinidad casi cuatro mil
culíes. Un elemento interesante es que
esta pequeña isla, casi despoblada, se convirtió en un atractivo para las comunidades
chinas que habían alcanzado su libertad y con el tiempo se dedicaron al negocio.
Las Antillas Francesas no
registraron grandes movimientos migratorios. Solo existen noticias de la
llegada de trabajadores chinos a las islas de la Martinica y Guadalupe, una vez
se puso en vigencia el convenio entre China y Francia en materia de traslado de
trabajadores. Con este acuerdo migratorio, se calcula que para final de siglo
habían unos cuatro mil culíes en ambas islas. [i]
Como puede verse, el resto de
las Antillas, mayores y menores, no tuvo una presencia masiva de culíes chinos,
como se produjo en Cuba y República Dominicana, y en menor medida en Jamaica.
La población china que migró,
los culíes, como eran conocidos despectivamente, se sumó a la migración hindú,
convirtiéndose estos grupos étnicos asiáticos en los sustitutos de la mano de
obra negra.
Casi todas las investigaciones
que se han realizado afirman que la población china en El Caribe no fue más
numerosa porque muchos de los trabajadores morían en la travesía. Eran tan duras las condiciones del largo
viaje, a causa de la falta de agua, comida y carencia de las mínimas
condiciones físicas, que muchos de los viajeros morían por fiebre amarrilla,
por enfermedades intestinales; otros, sencillamente, preferían lanzarse al mar
antes de seguir el trayecto.
Así comenzó una de las
cruzadas más absurdas e inhumanas. El discurso nuevo, liberador y defensor de
los derechos humanos era exclusivo de unos cuantos. Los negros esclavos, sometidos por siglo,
fueron liberados. Pero, para seguir con
los bajos costos de producción en las plantaciones azucareras y otros cultivos,
necesitaban seguir sobre explotando mano de obra, a falta de negros, llegaron
los chinos y los hindúes.
Esta tierra nuestra es un
puente de llegadas y salidas constantes.
Nos reciben y nos expulsan en una doble dinámica mortal que afecta las
familias
[i]
Estas informaciones fueron obtenidas del interesante artículo: HACIA UNA GEOGRAFIA DE LAS PRIMERAS MIGRACIONES CHINAS EN EL CARIBE de Martín U. de Quintana Roo (México)
y Checa-Artasu, publicado por la REVISTA
BIBLIOGRÁFICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES, de la Universidad de Barcelona. Vol. XII, nº 707,
25 de febrero de 2007
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