ENCUENTROS
LAS OTRAS MONARQUIAS del Medio Oriente y las demandas
de apertura
POR: MU-KIEN ADRIANA SANG
Camino al exilio
El lamento del tren
enciende el dolor de los túneles
Rugiendo a lo largo de los rieles de recuerdos eternos
Mientras yo me pego a la ventana
Con la mitad de mi corazón
Y la otra mitad en la mesa
Jugando al poker con una muchacha de muslos desnudos
Con dolor y estupor, ella pregunta
Por qué mis dedos se caen a pedazos,
Como la madera de viejos ataúdes,
Y por qué son ansiosos, temerosos de no poder asir nada
Yo le hablo sobre mi patria
Y sobre las banderas
Y sobre la colonización
Y sobre la gloria de la Nación
Y sobre el sexo en los baños públicos
Entonces ella se recuesta, con su cabello mojado, sobre mis lágrimas,
Y no entiende
Mientras, en la otra esquina
Mozart esparce sus tonadas por encima de los valles cubiertos de nieve
Mi patria está triste más allá de la necesidad
Y mis canciones son agresivas, tercas, y tímidas
Yo me estiraré en la primera acera que toque en Europa
Y sostendré en alto mis piernas a los peatones
Para mostrarles las marcas de las golpizas escolares, y las de las cárceles
Aquellas que me trajeron hasta aquí
Lo que yo cargo en mi bolsillo no es un pasaporte
Sino una historia de opresión
En donde, por espacio de cincuenta años, hemos estado masticando una dieta animal
Y discursos
Y cigarrillos hechos a mano
Mientras nos erguimos ante el patíbulo
Observando nuestros propios cadáveres colgantes
Y aplaudiendo a los gobernantes
Por el miedo por nuestras familias
Cuyos archivos llenan los sótanos de edificios del servicio secreto
Donde la patria
Comienza con el discurso del presidente
Y termina con el discurso del presidente
Y en medio de esto, están las calles del presidente, las canciones del presidente, los museos del presidente, los regalos del presidente, los árboles del presidente, las fábricas del presidente, los periódicos del presidente, el establo del presidente, las nubes del presidente, las botas de campo del presidente, las estatuas del presidente, las panaderías del presidente, las medallas del presidente, las amantes del presidente, las escuelas del presidente, las granjas del presidente, el agua del presidente, las órdenes del presidente…
Ella mirará fijamente durante mucho tiempo
A mis lluviosos ojos humedecidos de saliva
Entonces ella preguntará: «¿De qué país eres tú?» Adnan Al-Sayegh
Rugiendo a lo largo de los rieles de recuerdos eternos
Mientras yo me pego a la ventana
Con la mitad de mi corazón
Y la otra mitad en la mesa
Jugando al poker con una muchacha de muslos desnudos
Con dolor y estupor, ella pregunta
Por qué mis dedos se caen a pedazos,
Como la madera de viejos ataúdes,
Y por qué son ansiosos, temerosos de no poder asir nada
Yo le hablo sobre mi patria
Y sobre las banderas
Y sobre la colonización
Y sobre la gloria de la Nación
Y sobre el sexo en los baños públicos
Entonces ella se recuesta, con su cabello mojado, sobre mis lágrimas,
Y no entiende
Mientras, en la otra esquina
Mozart esparce sus tonadas por encima de los valles cubiertos de nieve
Mi patria está triste más allá de la necesidad
Y mis canciones son agresivas, tercas, y tímidas
Yo me estiraré en la primera acera que toque en Europa
Y sostendré en alto mis piernas a los peatones
Para mostrarles las marcas de las golpizas escolares, y las de las cárceles
Aquellas que me trajeron hasta aquí
Lo que yo cargo en mi bolsillo no es un pasaporte
Sino una historia de opresión
En donde, por espacio de cincuenta años, hemos estado masticando una dieta animal
Y discursos
Y cigarrillos hechos a mano
Mientras nos erguimos ante el patíbulo
Observando nuestros propios cadáveres colgantes
Y aplaudiendo a los gobernantes
Por el miedo por nuestras familias
Cuyos archivos llenan los sótanos de edificios del servicio secreto
Donde la patria
Comienza con el discurso del presidente
Y termina con el discurso del presidente
Y en medio de esto, están las calles del presidente, las canciones del presidente, los museos del presidente, los regalos del presidente, los árboles del presidente, las fábricas del presidente, los periódicos del presidente, el establo del presidente, las nubes del presidente, las botas de campo del presidente, las estatuas del presidente, las panaderías del presidente, las medallas del presidente, las amantes del presidente, las escuelas del presidente, las granjas del presidente, el agua del presidente, las órdenes del presidente…
Ella mirará fijamente durante mucho tiempo
A mis lluviosos ojos humedecidos de saliva
Entonces ella preguntará: «¿De qué país eres tú?» Adnan Al-Sayegh
La verdad es que para entender no solo la lógica
ideológica de la monarquía, sino del delicado, conflictivo, peligroso y
complicado mundo árabe, es una tarea casi imposible. Los enfrentamientos entre
las diferentes corrientes del islam, las alianzas internacionales a favor o
rabiosamente en contra de Estados Unidos, la riqueza petrolera de zona,
alimento esencial del capitalismo desarrollado y en medio de ese mundo árabe,
Israel y su agresiva política defensiva, convierten a ese mundo en verdadero
rompecabezas, en un enredo difícil de desenredar.
No soy especialista en el tema ni mucho menos, soy solo
una mujer curiosa y ávida del conocimiento. No pretendo ahora convertirme en
experta sobre el Medio Oriente, porque tengo en mi ruta intelectual la
exploración de otros mundos. Sin embargo, decidí leer a los que han estudiado
el tema. Buscando en las redes del
inmenso mundo de la cibernética localicé un trabajo del profesor Carlos Rey
García, Miembro del Grupo de Política Internacional [i]
que me pareció muy interesante para entender lo que está pasando, especialmente
desde el 2010. A su juicio, el conjunto de eventos políticos y los estallidos
sociales en África y Oriente Medio constituyen el mayor cambio que se ha visto
en el Mundo Árabe en los últimos 50 años.
El enfrentamiento entre dos grandes corrientes, o como él denomina, el
binomio entre el Panarabismo laico y republicano versus monarquías pro
occidente.
Carlos Rey para hacer su análisis se retrotrae a
los acontecimientos después de la II Guerra Mundial. A su juicio, el descrédito de los modelos
monárquicos trajo como consecuencia el surgimiento del Panarabismo laico, pero
así como nació fue desapareciendo: "Este
Panarabismo, que en principio ofrecía una alternativa transformadora de las
sociedades tradicionales árabes caracterizada por su naturaleza igualitaria y
desarrollista, va perdiendo sus señas de identidad a lo largo de los años 80 y
90 del siglo XX[ii]
El desinfle del Panarabismo permitió, dice el
autor, que las monarquías aliadas a occidente se fortaleciera, a saber, Arabia
Saudí, Jordania, Marruecos, Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar y los Emiratos Árabes
Unidos. Durante varios años estas
monarquías contaron con el apoyo de occidente, aplicando la autocracia,
políticas de terror, corrupción, compra de voluntades del pueblo llano y
derroche, mucho derroche. El Rey o como
se llame, era y lo es todavía, el Jefe del Estado, y todos, absolutamente
todos, deben cumplir su voluntad.
Carlos Rey García sostiene que el resquebrajamiento
del poder monopólico de estas casas reales comenzó con el impacto cultural e
ideológico que provocó la internacionalización de las comunicaciones, al
provocar el conocimiento de nuevos paradigmas. Asimismo, considera que los
cambios que se han producido en las estructuras demográficas y sociales, han
socavado la base de estas monarquías. En la actualidad, afirma el 50% de la
población cuenta con menos de 30 años, y, lo más grave e interesante, es que estos
países ya no son campesinos, sino urbanos, creando graves problemas, porque
esta migración no fue planificada y la concentración ha impactado
estructuralmente a la educación, la sanidad y la vivienda.
Estos sucesos han creado olas de protestas
inadmisibles en sociedades tan autárquicas.
La falta de democracia, las violaciones sistemáticas a los derechos
humanos, la marginalidad de la mujer y sobre todo la patrimonialismo de las
riquezas públicas a favor de sus reyes y séquitos. Su conclusión final es muy, muy, muy
interesante, tanto que la copio íntegra:
"Tradicionalmente
se ha achacado la incapacidad de las sociedades árabes para articularse según
los estándares occidentales en términos de Democracia, Desarrollo Económico y
Libertades Individuales, al hecho de que la historia social y política del
Islam, que hasta la Edad Moderna superaba al Mundo Occidental en todos los
ámbitos del conocimiento, se vio truncada en su evolución por no haber
experimentado, un Despotismo Ilustrado, una Revolución Francesa y una
Revolución Industrial. Y, sin embargo, la ola de descontento, el ansia de
libertad que recorre el Mundo Árabe en las últimas semanas recuerda, de alguna
manera, a los cambios que pusieron al hombre común en el centro de la vida
política, intelectual, social y cultural en la Europa de finales del XVIII y
principios del XX. Así, de la noche a la mañana los súbditos descubren su
condición de ciudadanos y cuestionan a la Clase Dirigente, ocupan la calle y
derriban regímenes autoritarios"[iii]
Con esta reflexión final de este informe condensado
y denso, se pone sobre el tapete el verdadero problema: queremos analizar todas
las realidades desde la perspectiva occidental. Cada realidad tiene su propia
historia y su sistema de valores. Esto no niega un hecho incuestionable y es la
mimetización de las sociedades. Occidente ha ganado la batalla. De todas maneras, las monarquías aliadas a
occidente tendrán que abrir sus sistemas políticos, otorgando la condición de
ciudadanos a sus súbditos, y abriendo las puertas en grande al desarrollo de la
mujer. Una contradicción muy
interesante, porque defienden el modelo occidental a nivel puramente económico,
se saben una fuerza importante gracias al oro negro, pero niegan con los hechos
el valor de la libertad y la condición de ciudadanía a sus pueblos, los dos
grandes estandartes de la democracia occidental. Oh Dios! ya lo dijo alguien, al Señor Mercado
no le importa casarse, tener amantes o compañeras que se llamen Dictaduras,
monarquías sanguinarias o Democracia.
Cambia según el número azul de sus valores y cifras. Maldito dinero!
mu-kiensang@pucmm.edu.do
sangbemukien@gmail.com
@MuKienAdriana
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