ENCUENTROS
Sobre el concepto de soberanía. 1
Por: Mu-Kien Adriana Sang
Ya no recuerdo qué es lo que yo
había dicho cuando de pronto Nikos Poulantzas, a quien me acababan de
presentar, teniendo hacia mí un índice acusador, me interpeló con voz tronante:
¡Pero cae usted en el historicismo!
¿Qué caigo en el historicismo? exclamé un poco
humorísticamente. ¿Cómo podría "caer" en él? Yo nado en él, respiro
en él,. ¡Pensar al margen de la historia me resultaría tan imposible como a un
pez vivir fuera del agua! Comprendo que
un filósofo…mire el mundo "Suspecie aetamitatis" , y que un agente de
cambio viva bajo el signo del corto plazo. Pero querer pensar la sociedad, e
incluso la naturaleza, y pretender disertar sobre ellas, exige una referencia
continua a las dimensiones temporales. Tiempo de las galaxias y tiempo de las
glaciaciones, tiempo de los mundos humanos cerrados y tiempo de la relaciones
generalizadas, tiempo del arado y tiempo del tractor, tiempo de la diligencia y
tiempo del supersónico, tiempo de la esclavitud y tiempo del salario asalariado, tiempo de los
clanes y tiempo de los imperios, tiempos de la punta de lanza y tiempo del
submarino atómico: todo análisis que se encierre en la lógica de uno de estos
tiempos o que les suponga una lógica común corre un gran riesgo de confundirse
y de confundirnos….Pensar históricamente …. significa situar, medir y datar
continuamente… Pierre Vilar, Pensar Históricamente [1]
A raíz de la promulgación de la polémica Sentencia del Tribunal Constitucional que buscaba "regular" la migración. Esta sentencia, como se sabe, ha generado polémicas de toda índole. Este documento del alto tribunal ha permitido que el ultra nacionalismo, aprovecharan la oportunidad para fortalecer su posición. Uno de sus argumentos para hablar en contra de todos aquellos que tienen ideas contrarias o han osado criticar la sentencia, han sido juzgados y condenados por este grupúsculo, todo en defensa de "la soberanía nacional".
Desde
entonces me quedé pensando y me pregunté: ¿Es el concepto el que genera tantas
pasiones, o es una simple excusa para orquestar un proyecto político
ultraconservador? ¿Qué significa el concepto? ¿Cuándo nace? ¿Ha tenido el mismo
significado a través de la historia? Decidí investigar sobre el tema a fin de
responderme esas y otras preguntas.
Con este
artículo inicio una nueva serie que tiene como propósito pensar históricamente,
parafraseando la famosa conferencia del gran historiador Pierre Vilar, el
concepto de Soberanía. Saber cuándo y en
qué circunstancias nació en la Europa central y cómo se expandió hasta el resto
del mundo, especialmente esta América Latina amada y golpeada desde siempre. Como
dice el fragmento que encabeza este encuentro, es necesario situar correctamente los
conceptos y los sucesos. Pero como dice el gran historiador, muchos, con toda
la intención del mundo, "lo olvidan
con frecuencia saberes orgullosos de situarse fuera de la historia…Así pues se
plantea un problema entre, de un lado, "la historia", o si se quiere
el pensamiento histórico… y de otro, las "ciencias humanas"…[2]
Señala Vilar, y yo estoy convencida de
eso, que el historiador tiene el deber de observar a través del tiempo y del
espacio; así, el movimiento de la historia se produce a través de la
coexistencia de los dos campos, pero también de la interacción de otros
factores, en un continuo movimiento de relaciones tanto cuantitativas como
cualitativas. Plantea también el
escritor, que los historiadores deben aprender a descubrir y fechar cualquier
pensamiento teórico, de esta manera,
sigue señalando, se puede entender la evolución del concepto y de las cosas.
A través de estas entregas, que se
inicia hoy, y que no sabemos cuándo terminará, pues trataremos de profundizar y
analizar la evolución del concepto soberanía desde la Antigüedad, pasando por
la Edad Media, para luego adentrarnos en el análisis del concepto desde la
perspectiva de la revolución del pensamiento en los siglos XVIII y XIX, para
finalizar con el concepto en el mundo del siglo XXI.
Lo primero que debemos preguntarnos es:
¿Qué es soberanía? ¿A qué se refiere este concepto que ha generado tanta
polémica y pasión? Etimológicamente el término soberanía proviene del latín. Está formado por tres
partes. El primero es "sober" que significa encima o arriba. El sufijo "anus", que se
traduce como procedencia. Finalmente se encuentra el
sufijo "ia". Partiendo de ese
análisis etimológico, podemos decir que la palabra soberanía se refiere a la
calidad del soberano. Indica quién o quiénes tienen el derecho, mejor dicho el
poder.
En el Diccionario de la Real Academia Española aparece la
siguiente definición: “de soberano, calidad soberano, autoridad suprema del
poder público, alteza o excelencia no superada en cualquier orden inmaterial,
que reside en el pueblo y se ejerce por medio de sus órganos constitucionales
representativos.[3]
Así pues, la soberanía es la autoridad más elevada donde reside el poder
político. Es el poder más alto dentro del Estado. En algunos países, la
soberanía reside en el pueblo, del que emanan todos los poderes del Estado, a través
de representantes elegidos por votación. Esta soberanía es la denominada
soberanía nacional. Por esta razón, la
soberanía implica el dominio o el gobierno que un pueblo o una nación ejerce
sobre sí mismo, significando que nadie, absolutamente nadie puede imponerse.
Recurriremos a una definición que nos
ofrece el catedrático de la Universidad de Bonn, Alemania, el profesor
Christian Hillgruber [4],
quien afirma que debería revisarse la concepción tradicional del concepto,
indica que hoy, en pleno siglo XXI existe confusión. En sus palabras:
“Antes que nada se plantea la cuestión
de cómo entender el concepto de soberanía. ¿Qué características, intrínsecas al
poder político, nombra dicho concepto? El hecho de que reine tanta confusión
respecto del contenido y sentido de la soberanía radica no solo en la
naturaleza indefinida de dicho concepto, en su “siniestra ambigüedad”, sino
también en que la concepción en que se este se basa no sale a la luz.
Aquellos que consideran que la
soberanía es un dogma anticuado, suelen apelar a la falta de autonomía del
Estado moderno, que le obliga a cooperar institucionalmente tanto con socios no
estatales, en el interior, como en sus relaciones internacionales con otros
Estados. Parece que el Estado, por hallarse tan limitado en la toma de
decisiones y en su capacidad de regulación, por sus dificultades para imponer
sus intereses, ya no pueda ser considerado soberano…. “[5]
Puede verse el concepto de soberanía
tiene hoy múltiples interpretaciones.
¿Cómo entender la soberanía en un mundo globalizado caracterizado por la
transnacionalización del capital? ¿Cómo entender la soberanía en un momento en
que se están haciendo esfuerzos entre las naciones de unidad, como ha sido el
caso de la Unión Europea, solo para citar un caso? A través de estos artículos intentaremos,
haciendo primero un balance histórico del concepto, responder a tan importantes
preguntas en un mundo tan cambiante como es este siglo XXI que apenas vive su
segunda década. Nos vemos en la próxima.
[1] Pierre Vilar, Pensar
Históricamente, conferencia de
clausura de los cursos de verano de la Fundación Sánchez Albornoz, 30 de julio
de 1987. Publicado después en el libro "Memoria, historia e historiadores",
Ganada/Valencia, Editorial Universidad de Granada-Pubicacions Universitat de
Valencia, 2004.
[2] Ibídem.
[3] Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, vigésima
edición. Editorial Espasa-Calpe, 1954, Madrid Tomo II, página 1251.
[4] Christian Hillgruber, Soberanía la defensa de un concepto
jurídico, en InDret. Revista para el
Análisis del Derecho, www.INDRET.com, Febrero de 2009.
[5] Ibídem
No hay comentarios:
Publicar un comentario