TEMAS SOBRE HAITI,
REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
El libro de Reina, 3
Por: Mu-Kien Adriana Sang
@MuKienAdriana
Por razones históricas y
económicas, la provincia de Limón concentra la mayor proporción de población
indígenas, de negros, chinos y otras minorías de las que habitan en Costa Rica.
La mayoría de los limonenses son descendientes de estas etnias…[1]
El Capítulo II
que lleva por título “Contexto sociopolítico de la provincia de Limón en la
segunda mitad del siglo XX”, nos sitúa en el lugar. Es una precisa radiografía de la provincia,
en la que apelando a la historia, explica algunos de los elementos que presenta
en su brillante descripción. Por razones
de espacio y de tiempo no voy a ofrecer
muchos datos. Reina adorna el relato con
fotografías y cuadros muy interesantes.
Algunos elementos que me parecen relevantes:
1.
El control de la compañía
bananera era casi absoluto, al contar con condiciones más que ventajosas en su
contrato:
“Esta situación de privilegio y control económico le permitió a la
bananera convertirse en el principal entre rector de desarrollo de la región,
imponiendo sus propias normas económicas y aplicando una explotación a sus
trabajadores basada en la discriminación étnica. Mientras todo esto ocurría en
la región del Caribe, la política del Gobierno central se limitó a
desentenderse de la zona y solo prestó atención e invirtió en las obras de
interés nacional”[2]
2.
La llegada de Figueres
produjo cambios:
En la segunda mitad del
siglo XX, se inauguró una nueva etapa en la historia política de Costa Rica. A
partir de la nueva Constitución de 1949, junto al Gobierno de… José Figueres,
se produjeron cambios sociales y políticos muy significativos en todo el país.
Los mismos…se hicieron sentir en la región del Caribe costarricense….[3]
Pues como la propia autora afirma:
Si se toman en cuenta lo
limitado que eran las acciones estatales en Limón antes de 1949, se puede notar
que como consecuencia de dichas políticas hubo un incremento de la inversión en
la región del Caribe. Estas inversiones trababan… de subsanar la crisis que aún
perduraba producto de la partida de la UFCO de la provincia.[4]
3.
Por suerte o por desgracia,
quien sabe, al partir la UFCO, llegaron otras multinacionales:
a. Standard Fruit Co.
b. Bananera Development Corporation, y
c. la Compañía Bananera del Atlántico.
4.
Estos nuevos contratos
obligaron a crear un nuevo organismo que se encargara del desarrollo regional:
JUNTA DE ADMINISTRACION PORTUARIA Y DE DESARROLLO DE LA VERTIENTE ATLANTICA
(JAPDEVA).
5.
Dice Reina que para 1950 la
provincia de Limón era la que tenía la menor proporción de fincas en todo el
país. Sin embargo, sigue diciendo, el
tamaño promedio era mayor que en el resto del territorio costarricense. No cabe duda que había una concentración de
la propiedad de la tierra. La producción agropecuaria estaba dominada, como era
de esperarse, por el banano. Le seguían el cacao, los granos y el ganado.
6.
La propiedad de la tierra
concentrada en un pequeño grupo trajo sus consecuencias: la ocupación de terrenos de parte de los
campesinos sin tierra, que provocó que el Estado asumiera una agresiva política
de titulación.
7.
A nivel educativo, como era
de esperarse, la provincia de Limón tenía, como era de esperarse, un bajísimo
nivel educativo. De 981 escuelas
primarias que existían a nivel nacional en el 1950, lka provincia solo contaba
con 27 (3%). Solo tenía 123 maestros,
representando el 2.6% a nivel nacional.
Mejoró un poco con los años, solo un poco. La situación de salud, como podemos
imaginar no era tampoco mejor. En los
primeros 50 años del siglo, había un solo hospital que era administrado por la
United Fruit Company, centro que luego pasó, en 1963 a la Junta de Protección
Social de Limón.
8.
La población de Limón, como ya
se ha hablado era étnicamente una interesante mezcla. Por ejemplo, nos dice Reina, en el año 1927,
el 51.2% de los habitantes hablaba inglés y solo el 43.2% hablaba el
español. La tendencia cambió un poco con
los años. En 1950, el 32.12% hablaba
inglés, el 63.% castellano y el resto otras lenguas. La migración fue el signo de la provincia,
que se incentivó más a partir de los años 50.
Tan grande fue la necesidad masculina de buscar trabajo que en 1963 los
hombres superaban a las mujeres en 4 mil.
9.
Concluyendo el capítulo, Reina
nos dice lo siguiente:
La dinámica étnica de la
provincia de Limón, contrasta claramente con el resto del país. Se puede
afirmar que una gran parte de la comunidad de origen jamaiquino, indígena y
chino, de todo el país está concentrada en Limón. La provincia, como muestran
las estadísticas, ha sido víctima de la segregación estatal y de una limitada y
precaria atención a sus necesidades básicas. Esto ha hecho que la población en
carne propia dicho abandono y tenga plena conciencia del trato discriminatorio
que recibe por parte del Estado. Agudiza la visión anterior la actitud de la
población del Valle Central, quienes históricamente han visto a los limonenses
como los “otros”. En esta mirada a los “otros” hay una racialización; una
estigmatización como personas de costumbres diferentes y violentas….[5]
A partir de los años 50
cuando la población de origen jamaiquino había adquirido la ciudadanía
costarricense, concomitantemente se registró en Limón un verdadero despertar de
movimientos sociales en la región. La población perdió el temor que había
arrastrado durante varias generaciones de ser extranjeros en su propia tierra.
Era un lastre que los hacía inhibirse de participar social y políticamente por
miedo a ser deportados. En la década de los 50 se escribieron nuevos capítulos
del movimiento obrero en la región. Se pueden situar las acciones de 1954 y
1955.[6]
Podría seguir
hablando de este capítulo, pues Reina hace referencias a los movimientos
sociales, y también expone las singularidades y características de las
comunidades. Como podrán imaginar, leí
con avidez la parte en que ella relata a la comunidad china en Costa Rica. Tocó
directamente las fibras íntimas de mi ser.
[1] Reina Rosario, Identidades de la población de origen
jamaiquino en el Caribe Costarricense (segunda mitad del siglo XX), Santo
Domingo, Cocolo Editorial, 2015, p. 399.
[2] Ibidem.p. 153.
[3] Ibidem, p. 154
[4] Ibidem, p. 155.
[5]Ibidem, p. 192.
[6] Ibidem, p. 193
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