TEMAS SOBRE HAITI,
REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
CUBA Y SUS LIBROS. LA REINVENCIÓN COLONIAL. El azúcar y el
ecosistema
Por: Mu-Kien Adriana Sang
@MuKienAdriana
La producción de
azúcar de caña y sus implicaciones económicas, sociales y políticas es uno de
los temas centrales en los estudios sobre la historia de Cuba. Numerosos libros
y artículos que abarcan toda la isla o alguna región en específico, largos
períodos históricos o acontecimientos y etapas más restringidas, exploran las
características de la industria en sus distintas fases y problemáticas
medulares como la mano de obra, el comercio, el financiamiento, la tecnología,
entre otras muchas. Dentro de esta relación no han faltado las referencias al
enorme impacto ecológico producido por el avance de las plantaciones
azucareras. [1]
Reinaldo Funes Monzote.
El profesor Funes Monzote, investigador de la
Fundación Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre ubicado en la ciudad de La
Habana, presentó un interesante ensayo en este libro acerca de la evolución de
las plantaciones azucareras y su impacto en la sociedad cubana del siglo XIX.
Inicia el ensayo señalando cómo el estallido de la
revolución haitiana significó un impulso a la producción azucarera en Cuba, debido a la salida abrupta de inversionistas
haitianos que salieron despavoridos de la guerra. En 1800 se calculaba que
existían 350 ingenios en la zona de Cuba que iba desde La Habana hasta
Matanzas. Veinte años después, en 1820 ya existían 524 ingenios, que incluía 95
solamente en Matanzas. En el conjunto del país alcanzaba la cifra de 625. El
censo de 1846 da cuenta de la existencia de 1,056 y el censo de 1862 alcanzó la
suma de 1,065 ingenios:
Ese salto
productivo se explica en gran medida por la profunda influencia que tuvo sobre
la plantación esclavista azucarera la revolución técnica de la era del vapor. A
partir de 1820 se inicia la generalización de las máquinas de vapor para mover
los molinos, junto a la de los llamados trenes jamaiquinos en la casa de
calderas, que permitían un importante ahorro de combustible.[2]
Un elemento interesante, que no había visto en
ninguna otra investigación, es que el autor señala que las tierras que fueron
dedicadas al cultivo del azúcar eran los bosques más célebres de la isla en el
siglo XVIII. El negocio de madera y la cría de cerdos inició el proceso de
destrucción de esos maravillosos bosques.
El estudio se centra en la comunidad específica de
Sagua la Grande. Plantea que a la llegada de los españoles, estos territorios
estaban cubiertos por bosques
semicaducifolios, que eran célebres en toda la isla. El gran cambio, dice el autor, se produjo en
agosto de 1815, cuando se promulgó la Real Cédula que permitía la demolición de
los bosques para instaurar fincas de todo tipo de producción. Con el tiempo, la
producción de azúcar sustituyó a todas las demás. Por ejemplo, para 1840 existían solo 59
ingenios. Veinte años después, en 1860
había ascendido a 119. De estos 89 molían las cañas con máquinas de vapor y
apenas 30 lo hacían con los tradicionales trapiches con bueyes. A nivel de producción, el aumento fue
sistemático e interesante, tanto, que llegó a ocupar el cuarto lugar de las
demás colonias azucareras de Cuba.
La situación geográfica de Sagua le permitió canalizar
sin muchas dificultades la producción, gracias también a los embarcaderos que
permitían el cabotaje y la salida del producto por el río. Pero el número de
ingenios siguió aumentando, y por lo
tanto se necesitaban nuevas formas de transportar la producción. La construcción del ferrocarril fue esencial
para el desarrollo de las plantaciones azucareras, pues constituyó un medio más
efectivo y rápido para transportar la producción.
El trabajo hace énfasis en cómo la plantación
azucarera impactó negativamente el ecosistema de la zona; incluyendo la
contaminación del río y el deterioro de los bosques. Concluye el trabajo
diciendo que la comunidad de Sagua la Grande representa un ejemplo
característico de las condiciones de la plantación esclavista en la nueva época
influenciada por los avances técnicos que trajo consigo la Revolución
Industrial. Señala que el impacto negativo del crecimiento de las plantaciones
azucareras tuvo un impacto más que negativo en materia del medio ambiente.
El trabajo, corto y sustancioso, nos presenta una
perspectiva diferente. Normalmente habíamos leído sobre el impacto de las
plantaciones azucareras en materia económica y social: cómo influyó en la
producción, en la composición racial, en la trata de esclavos de África… para
señalar algunos aspectos. Sin embargo,
pocas personas, por no decir ningunas, habían analizado el nacimiento,
desarrollo y expansión de las plantaciones azucareras en relación al impacto
ambiental. Una visión muy diferente a lo
que estamos acostumbrados.
[1] Reinaldo Funes Monzote, “El
azúcar, la era del vapor y los cambios ambientales en Sagua la Grande en el
siglo XIX”, en Imilcy Balboa editora, La
reinvención colonial de Cuba, Santa Cruz de Tenerife, España, Ediciones
Idea, 2012, p.34.
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