TEMAS SOBRE HAITI,
REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE
El libro de Reina, y 5
Por: Mu-Kien Adriana Sang
@MuKienAdriana
En Costa Rica, la equidad
como una lucha contra el racismo se busca con la firma de acuerdos, pero estos
no han dado los resultados esperados para proteger a los sectores en
desventaja. Los convenios y tratados firmados… no se aplican de manera
efectiva, lo cual atrasa cualquier intento de combatir el racismo y la
discriminación racial manifiesta de forma solapada en el país. Como efectos
concretos en la discriminación racial y étnica se señalan: pobreza, exclusión,
invisibilización de las minorías, falta de espacio de participación,
discriminación en el trabajo, la educación deformada al no incluir los aportes
de las minorías étnicas y la marginación regional. Sin embargo, producto de las
permanentes demandas de la comunidad, de origen jamaiquino, en Costa Rica, se
están dando pasos significativos hacia la eliminación del racismo. [1]
Con este artículo terminamos con el
libro de Reina Rosario. Presentamos
nuestro balance sobre la obra. Bien escrita y bien documentada. Este libro es una joya. Bien
documentado, bien escrito, y constituye un verdadero aporte al conocimiento de
las poblaciones excluidas minorías caribeñas, mal denominadas minorías. Asumo como mías las palabras de la profesora
de la Universidad de Costa Rica, Arlette Pichardo, a quien no conozco, pero que
publico en AREITO un artículo titulado “Un
notable aporte a la historia de Costa Rica de una historiadora dominicana”
Al transitar por cada una
de esas identidades, como historiadora ponen a Reina Rosario en contexto y,
apelando a su formación en antropología
cultural, brinda indicios y hechos. Por si fuera poco hace gala de adecuados
procesos de interpretación exhaustiva y compresiva. Más en un análisis de
identidades, me atrevería a decir, si temor a equivocarme, que se trata de la
historia más completa abarcadora de la provincia costarricense el Limón y su
gente que hasta ahora yo haya podido leer.
Este libro tiene sentido de
la estética y de la ética. Una Combinación difícil de encontrar en estos tiempos
en la información ‘‘entra’’ por los ojos y pareciera olvidar el
fundamento, la sustancia, la esencia
como es en este estudio, la construcción de la nacionalidad. En caso de Costa Rica, la nacionalidad, como la
autora refrenda se ha concebido a partir de la homogeneidad, negando -a veces
adrede y quizás sin mayor intención- heterogeneidad siempre presente en la
conformación de los pueblos.
Y como la amiga
Reina me invitó a presentar la obra, voy a hacer algunos, muy pequeños
señalamientos críticos. Bueno, algo tengo que decir, porque esta investigación
es una obra humana, y como tal, tiene sus aspectos a señalar, por lo menos
desde mi perspectiva:
1.
La cronología. Confieso que
a veces a mí también me ha ocurrido, por eso me atrevo a plantearlo. En nuestro afán de profundizar n tema a veces
no respetamos la cronología. Esto me
ocurrió sobre todo con los capítulos II y III, que saltaba de los años 50 a los
90 y al 2000, a veces sin pausa. Pienso
que el retrato del Limón debió hacerse más cronológicamente. La observación no desmerita el gran trabajo
investigativo.
2.
Sesgo ideológico. Tal
vez estoy envejeciendo y me estoy volviendo más conservadora. Estoy de acuerdo con las investigaciones que
buscan resaltar a los hombres y mujeres sin rostro y sin nombre, que son los
que han aportado su sangre y su sudor para que podamos tener la herencia que
hemos recibido. Detrás de las maravillosas pirámides de Egipto están miles de
vidas: la de los esclavos que sin recibir nada a cambio nos legaron esta obra
impresionante y majestuosa. Siento sin
embargo, que en la visión de conjunto de la obra hay una desbalance. Mientras es muy generosa en destacar los
aportes de los afrocostarricenses, que no los negamos, es muy parca en
reconocer el aporte de los hombres del poder.
Aunque reconoce que con la llegada de José Figueres a la presidencia de
Costa Rica es cuando se inicia el proceso de cambio para los negros
jamaiquinos, Reina se auxilia de otros autores para reconocerlo, pero no hace
uso de sus propias palabras. José
Figueres, con sus defectos y con el sello de caudillo, como todos los políticos
latinoamericanos de la época, es sin lugar a dudas, el caudillo victorioso de la guerra civil de
Costa Rica. Su gestión tiene un antes y
un después. Creo que nosotros los
historiadores debemos asumir la suficiente distancia para evaluar y juzgar.
3.
El entorno de El Caribe. Quizás ahora estoy
aprendiendo sobe El Caribe, por lo cual confieso que ahora es que lo tomo en
cuenta, pienso que debiste aprovechar algunos momentos para hacer algunas
comparaciones con expresiones culturales en algunas islas caribeñas o más aún
en El Caribe insular. Lo haces, no lo
niego, y me encantó la referencia sobre la República Dominicana, pero lo
extrañé en algunos elementos, sobre todo culturales.
Estas simples
tres observaciones son muy mías. El
libro me encantó y me atrapó. Te felicito. Y sobre todo, espero que nos regales
nuevas obras con temas tan interesantes como desconocidos en esta sociedad
dominicana, especialmente la académica, que no trascendemos nuestros 48 mil
kilómetros cuadrados. Contigo aprendí,
por el riesgo que asumiste, que podemos hacer aportes importantes en países
hermanos. El libro finaliza con estas palabras:
Este estudio sobre las
identidades de la comunidad de origen jamaiquino en un país como Costa Rica,
donde uno de sus mitos es la blancura, ha permitido mostrar qué significa ser
negro en un espacio donde la población se considera blanca. Esto genera una
doble tensión en la población de ascendencia africana. Por una parte está la
condición de asumirse como ciudadano costarricense; por la otra, está la de
afirmarse como grupo con su propia identidad étnica cultural. Las estrategias
identitarias usadas por esta comunidad han sido las idóneas porque no solo le
ha permitido conservar, sino recrear y redefinir sus identidades étnicas, al
tiempo que han contribuido significativamente a ampliar el bagaje cultural
costarricense….[2]
[1] Reina Rosario, Identidades de la población de origen
jamaiquino en el Caribe Costarricense (segunda mitad del siglo XX), Santo
Domingo, Cocolo Editorial, 2015, p. 402.
No hay comentarios:
Publicar un comentario