domingo, 27 de octubre de 2013

El Montero de Bonó: la sociedad dominicana a través de sus ojos


TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE


Pensamiento caribeño en el siglo XIX. El Montero o la sociedad dominicana vista por los ojos de Bono

Por: Mu-Kien Adriana Sang



@MuKienAdriana

 

Era una tarde apacible de otoño, el sol se escondía por detrás de la elevada cima del Helechal; la brisa del mar que todo el día había jugado mansamente en su vasta planería, acababa de ceder su lugar al terral; el océano en su continua lucha exhalaba su poética e interminable queja al estrellarse entre las rocas, y las tórtolas y pelícanos se agrupaban en sus dormitorios favoritos. Esta hora tan melancólica, intermedio de la luz y las tinieblas, es uno de los cuadros en que la naturaleza presenta más tintes que observar y grandezas que admirar… Bonó, El Montero (fragmento)

Esta novela, publicada en París en 1856 y escrita por Pedro Francisco Bonó, es un retrato poético de la vida dura vida rural dominicana, y de la presencia arrolladora del caudillo, aquel líder campesino que se sentía dueño y señor de las comarcas.  Esta obra constituye  un verdadero tratado sobre las costumbres existentes en el campo dominicano. Describe y descubre las añoranzas, las luchas y las pasiones de los habitantes, sometidos a la voluntad de los caudillos; y cómo esta relación de poder incidió en el imaginario colectivo de esta América nuestra.

Las hermosas descripciones que aparecen sobre la majestuosidad de nuestros campos, todavía vírgenes de la depredación de la civilización,  son verdaderamente impactantes:

El terreno de todos estos sitios, salvo los ya dichos cenagales, está sembrado de esa robusta, rica y variada vegetación de Santo Domingo. Bosques de limoneros, majagua y uveros cubren el litoral con una entrada de doce leguas al interior, y sirven de guardia a una infinidad de puercos montaraces, cuya caza es la ocupación de todos los habitantes que pueblan ese espacio, y el producto e las carnes la única renta que poseen…. (p. 6)

 

Pero ese entorno es sólo un escenario para colocar al protagonista, El montero. Un hombre tosco, de rostro tosco maltratado por el sol, de cuerpo corpulento y velludo, sucio, tanto que le "daba aire de un escapado de la cárcel, un conjunto feo, pero que denotaba fuerza y salud".   El primer diálogo que aparece denota el temor que produce su sola presencia.  Una sola pregunta, lo indujo a acrecentar su mal humor:

Juan, ¿todavía no llega Manuel? ¿No lo alcanzas a ver?... Estas palabras parece pusieron de mal humor al que estaba sentado en la puerta…frunció el ceño y murmuró: -Cuidado que la vieja se por ese mequetrefe, no parece solo que ya es el siloquio fue interrumpido otra vez por la misma voz…-Parece, Juan, que olvidas los peligros de tu profesión, cuando supones la caza de los jabalíes sin peligros, cualquiera al oírte supondría que no has hecho conocimiento con tus colmillos.- Como dice usted, señora Teresa, que yo no conozco sus navajas. ¡Válgame la Virgen! si no sé cómo estoy vivo… (p. 7)

La tarea de los monteros era dura. Cazar jabalíes era arriesgar sus vidas. Muchos podían salir mal heridos de la faena.  Pero, a veces, salían a cazar y regresaban con las manos vacías: "Los jabalíes han huido del monte, que ya los monteros van por ellos y vuelven vacíos." (p.8)

La vida rural era dura, más que dura. La pobreza en que vivía la población, se veía reflejada en cada una de sus palabras. El Montero sólo tenía su fuerza y su voluntad. Vivía con su familia en la pobreza más extrema:

Componíase el ajuar de ésta: de cuatro o cinco rollos de seiba que servían de sillas en competencia con una barbacoa, mueble formado por cuatro estacas clavadas en el suelo, soportando dos cortos palos atravesados, sobre los que descansaban cinco tablas de palma barnizadas por el continuo frote de los cuerpos. En un rincón cuatro calabazas llenas de agua, encima de las cuales descollaba una pirámide de jícaras…y que colgadas por los extremos a las espinas de dos trozos de limonero colocados en cruz, denotaban el aseo del ama de casa.  Esta es una de las particularidades en que la mujer del montero pone más conato y lo que da la medida del buen orden de un bohío. En las soleras estaban fijas varias quijadas de jabalíes en cuyos retorcidos colmillos descansaban macuto, cinchas y jáquimas; en fin, dos bateas y una mesa coja, pero muy limpia, completaban el resto de los muebles…. p.11

El bohío no tiene  más que un seto interior que divide el aposento de la sala. En esta última se come y se hacen todos los oficios  caseros concluyendo de noche de dormitorio para los peones del patrón… p.13

Cualquiera que sea curioso…creerá que no hay ninguno de los objetos necesarios al uso casero de una familia, pero se equivocaría…, pues con solo que levantar la colcha que cubre la cama principal se encontraría  con gran cantidad de objetos…: platos tazas, jarros, cucharas, ollas, todo está escondido debajo de la cama, aguardando la ocasión de una visita importante… para ver la luz del día.

Después de la descripción comienza la trama que no es complicada, sino que desnuda las relaciones entre las familias de los monteros. Aparece el amor, el temor al padre autoritario, la sumisión de la mujer, el temor de la hija de enamorarse del hombre incorrecto porque su padre no lo acepta.  Todas estas relaciones humanas se desarrollan en esa campo virgen, exuberante e intensamente verde que era el nuestro. 

El valor de esta novela, más que literario o novelístico, es el retrato que nos ofrece sobre la dura vida de los campesino.  Escrito en un lenguaje sencillo, a veces poético, Bonó logra captar la atención del lector no tanto porque la novela cuenta con una trama envolvente, sino por su capacidad descriptiva. Con palabras, el campo dominicano va tomando forma y color a través del verbo prolífero del pensador cibaeño.  Pero además, su capacidad de análisis lo llevaron a legarnos la historia, la vida de una serie de personajes nacidos del campo dominicano.  Vimos sus proezas y hazañas para sobrevivir a la dura tarea de cazar jabalíes. Sentimos las angustias de las mujeres de desarrollar complicados oficios en espacios tan pequeños que sólo sus ilusiones formar una familia la mantenían atada a esa cosa levantada que ellos llamaban vivienda.

Y, a través de sus páginas, recordamos el valor que en la cultura campesina se le otorga al Padrino y al jefe de familia. Revivimos la sumisión femenina como una dolorosa verdad a la que fueron sometida las mujeres dominicanas del siglo XIX. En fin,  nos enfrentamos a la gente que con su sudor y sacrificio construyeron esta sociedad que tenemos hoy.

 

 

 

 

viernes, 18 de octubre de 2013

Bueno o malo? Primera reflexión


ENCUENTROS

¿Bueno o malo? La gran pregunta. La primera reflexión

Por: Mu-Kien Adriana Sang

Soy un hombre malvado,
malo por naturaleza,
un asesino feroz y despiadado,
con premeditación
y por la espalda, a sangre fria
he matado un escarabajo, y el pulso
no me ha temblado.
Chafándolo bajo mi pie,
dejando un rastro de huérfanos y viudas, por doquier,
me hace sentir poderoso como un Dios,


Soy una mala bestia, un malnacido, un animal,
un asesino serial,
y a la vez un virtuoso, un artista
nunca me pillarán,
no me tiene fichada la criminal,
no tengo antecedentes,
ni móviles, ni motivos,
no dejo pistas.


No he matado al bicho por higiene,
ni porque me horrorice este animal,
lo hago por gusto, soy malo por naturaleza,
y me gusta matar por matar,
y que no lo sepa nadie.
Sentir como cruje,
provoca un bienestar…


No le conocía de nada,
era tan sólo un escarabajo
que no me había hecho más
que una chispita de asco.


Aún así, le he dejado seco sin piedad,
y no tengo remordimientos,
he vivido un momento, fantástico…


Le corto el paso,
y le doy una patada
que lo deja atontado,
temblando de frío,
panza arriba…


Cuando recupera el pulso, la adrenalina
limpio con cuidado la escena del crimen,
y vuelvo relajado a la rutina,
de buen padre y marido amoroso,
donde escondo los peores instintos.


Ya conocéis,
mi pecado, pero
no sabéis quien es el pecador,
id con cuidado, ya que un servidor
le está cogiendo el gusto
a hacer limpieza impunemente,
y hoy es un escarabajo,
mañana, quién sabe, mañana,
hacia donde hemos de ir.


El tortuoso camino de las pasiones
para quien es malo, pero que muy malo,
malo por naturaleza. Joaquín Sabina, Malo por naturaleza


A finales de septiembre de este año, la guardia costera italiana rescató a un barco, procedente de Túnez, con destino a Lampedusa que llevaba a 398 refugiados sirios a bordo.

El 3 de este mes de octubre, la prensa internacional daba cuenta de que un barco que había salido de las cosas de Libia y transportaba a más de 500 personas se incendió provocando su hundimiento  frente a la isla italiana de Lampedusa. Murieron unas 110 personas, la mayoría de los cuales eran polizontes africanos que buscaban desesperadamente una entrada a los países de la Unión Europea. Había eritreos, somalíes y ghaneses.

Estos hechos evidencian que en la isla de Lampedusa se ha convertido en un puente de desesperados inmigrantes provenientes de África y los países de medio oriente, con el propósito de refugiarse en algún país europeo. Los afortunados que no mueren en la travesía, no tienen papeles y buscan asilo en Italia.  Según las informaciones de la guardia costera italiana, para este mes de octubre habían más de 1,250 inmigrantes en un espacio diseñado para 250. La mayoría de los que logran llegar, están deshidratados, y quemados por la exposición al sol y la gasolina, porque las barcas están tan llenas que el combustible los salpica y les quema la piel.

¿No les recuerda las negociaciones de los colonos españoles que compraban mano de obra de esclava, obligando a millones de africanos a realizar una travesía desconocida, en calidad de esclavos, que vinieron hasta aquí, a esta América sufrida para trabajar hasta la extenuación sin nada a cambio?

¿No les recuerda a los culíes chinos o hindúes que llegaron en las mismas condiciones cuando escaseó la mano de obra africana y se "declaró el fin de la esclavitud" en los imperios europeos? ¿No les recuerda también a los judíos que huyeron como pudieron durante la persecución nazi, atravesando montañas, mares y ríos, huyendo como pudieron para salvar sus vidas?

¿No les parece que también rememora la huida aterrorizada de los chinos que huían de la guerra chino-japonesa primero, y de Mao Tse Tung, después? ¿No se parece también a los refugiados de los países que se hacían llamar comunistas, y privados de todo, huyeron hacia la Europa central en búsqueda de mejor vida?

¿No les recuerda a los españoles de la guerra civil, a los españoles de las crisis económicas o a los españoles que huían de las garras de Franco, y llegaban a Francia, Italia o Suiza a vender sus fuerzas de trabajo a cambio de pan y abrigo? 

¿No se parecen esas aventuras a la travesía terrestres de los mexicanos, guatemaltecos o de otros países centroamericanos, que intentan eludir la guardia fronteriza de los Estados Unidos buscando el sueño americano?

¿No les parece esa descripción a la travesía-aventura marina de los dominicanos que buscan de donde no tienen para pagar un pasaje de ida, sin retorno, a la isla de Puerto Rico en embarcaciones maltrechas? ¿No se parece también a los haitianos que aceptan trabajar en las peores condiciones laborales "contratados" por empresarios que abusan de su condición para obtener mayores ganancias?

Desde hace tiempo hay una pregunta que me atormenta grandemente. ¿Es que esta humanidad seguirá la lógica indetenible y permanente de autodestrucción?  ¿Por qué deben existir seres que arriesgan su vida intentando tener mejor vida? ¿Cómo es posible que hayan miles, millones de seres con sin techo ni abrigo, con hambre, frío y sed, cuando hay tanta abundancia que llega a la inconsciencia y a lo inimaginable? No, no puedo entender a esta humanidad.

Peor aún, siendo todos humanos, con alma y corazón; seamos capaces de matar, maltratar o segregar sólo porque su color de piel es distinta. ¿Cómo es posible que supuestos creyentes en Dios sean capaces de asesinar a los que tienen creencias distintas?  ¿Cómo es posible que sus religiones impulsen al odio, a la masacre y al exterminio? ¿Cómo es posible que los Hitler, los Mussolini, los Francos, los Pinochet, los Trujillo, los Duvalier, los Somoza… para citar unos cuantos, hayan tenido adeptos, y peor aún, que todavía HOY en el siglo XXI se enarbole la bandera de la superioridad de las razas? Oh! Dios!

No, no, no puedo entender, comprender ni aceptar que esta humanidad, o una parte de ella, los que mandan, los poderosos, destinen dinero y que los científicos pongan su talento  para diseñar armas de destrucción masiva, como la bomba atómica, poderosos armamentos de largo alcance y las armas químicas; pero no hemos sido capaces de invertir en investigaciones que permitan descubrir la cura de la peste de hoy: el cáncer. Tenemos millones y millones de dinero para los misiles, para los satélites; sin embargo, hay que realizar cenas de gala para recaudar unos cuantos miles para ayudar en la investigación del cáncer. ¡Qué ironía tan grande!

No, no, no puedo entender a esta humanidad, que ha escrito su historia con sangre de millones inocentes. No puedo entender a esta humanidad que ha justificado el poder absoluto, que ha aplaudido a los gobernantes que se han sentido dioses, dueños de la vida de los demás.

No, no, no puedo entender esta humanidad que inventó la guerra para conquistar con sus secuelas de muerte y dolor. Esta triste humanidad que con sus actos ha herido lo más profundo de mi alma; peor aún ha herido su propia esencia, negándose constantemente. En la próxima sigo con el tema.

sangbenmukien@gmail.com

mu-kiensang@pucmm.edu.do

@MuKienAdriana

 

 

 

 

Bueno o malo? Segunda reflexión


ENCUENTROS

¿Bueno o malo? La gran pregunta. Lo que pensaban en la antigüedad.

Por: Mu-Kien Adriana Sang

Cuando intento comprender
la realidad que me rodea
un horrible presagio se adueña de mí:
la hostilidad empieza tan cerca, tan cerca...
que si no despierto me veré obligada

a ser un eslabón más
de un funesto sacrificio...
matar y matar para triunfar eternamente,
alimentándome de la sangre de los demás
pero no de cualquiera,
sólo de aquel que tiene su energía vital intacta
pero aún duerme.
O me convierto en vampiro... o en dios...
no hay otra opción: El ser humano no existe.

Carmen Martínez Martínez

 

Me han preguntado muchos amigos lectores qué había pasado con la Mu-Kien alegre y optimista de siempre.  Dónde había quedado mi discurso esperanzador, pleno de sueños y quimeras. A todos y cada uno, de los que me escribieron por las redes sociales o me lo expresaron verbalmente, les he respondido parafraseando a Gramsci: el pesimismo es un asunto de la inteligencia y el optimismo de la voluntad.  Porque, les seguía explicando, ser optimista no implica, en modo alguno, la negación de la realidad.  Podemos taparnos los ojos, vivir nuestro pequeño mundo, pero esa opción egoísta no resuelve los problemas esenciales de esta humanidad que se desgarra como lobos hambrientos.

En el artículo anterior hacía una reflexión sobre la esencia humana: ¿es la naturaleza humana buena o es mala? He querido encontrar respuestas a estas profundas inquietudes que atormentan mi alma. Busqué en mis notas, hurgué por donde pude. Y comencé a hacer mis propias reflexiones.

Esa simple y gran pregunta ha sido objeto de preocupaciones profundas de los pensadores a través de la historia.  Los taoístas, por ejemplo, ofrecieron respuestas ambiguas.  Fieles a su pensamiento de que nada es absoluto, solo el Tao, solo EL CAMINO, consideran que la diferencia entre lo bueno y lo malo, es difícil de establecer. Porque para estos pensadores chinos ambos elementos forman parte de la condición humana, de la vida misma, bien y mal encuentran su unión y disolución en el Tao mismo, algo que nadie escapa. Ahora bien, dicen los taoístas, la diferencia radica en la capacidad humana de decisión de lo que "se debe hacer" y lo que "no se debe hacer".  Por esta razón, los taoístas, y en general, toda las corrientes filosóficas orientales, valoran al ser humano virtuoso, capaz de transitar, venciendo todos los obstáculos por EL CAMINO, que es la vida misma.

En la Grecia antigua, los filósofos también se cuestionaron sobre el tema. Sócrates, el padre de la filosofía, llegó a conclusiones muy parecidas a lo que plantearon los taoístas. Al releer estas ideas, recordé un viejo artículo que me envió hace muchos años, el amigo Flavio Darío Espinal, publicado en la revista Vuelta, en el que el gran Octavio Paz afirmaba que los filósofos griegos de la antigüedad, no tenían un pensamiento propio, sino que habían tomado las ideas taoístas y confucionistas y adecuarlas a su realidad. Y tenía razón el sabio mexicano.  Los diálogos entre Confucio y Mencio, es decir la conversación inteligente entre los discípulos y su Maestro, no era más que la Mayéutica Socrática. ¿Copió Sócrates a Confucio?

Sócrates apostaba al ser humano bueno. Afirmaba que aquella persona calificada como mala lo era sólo por ignorancia, y por tanto esa maldad podía curarse con sabiduría.  ¿Tenía razón el filósofo griego? pienso que no.  Y, para confirmar la conclusión de Paz, Sócrates, como lo afirmaron los taoístas muchos años antes, aseguraba que las nociones de bien y de mal eran innatas al alma humana.

Quise indagar sobre la posición de Platón en relación a la bondad y maldad humana. Localicé un brillante trabajo de Rubén Mendoza Valdés titulado: "El sentido del mal en Platón", Publicado por la Universidad Autónoma del Estado de México [i]. Afirma el autor del ensayo, que el filósofo discípulo de Sócrates asimilaba el mal al desorden. De lo anterior se deduce que el pensamiento platónico propone una ética del orden; que sólo podría lograrse a través de una justicia eficiente.  Para Platón, escribe Mendoza Valdés, la justicia es la fuerza que mueve el orden del alma, y, lógicamente por tanto, determina su bondad. Pero ojo, para Platón la razón manda y controla la fuerza del valor. La injusticia es por el contrario, el desequilibrio y el mal.

Platón habla también de la supremacía del alma sobre el cuerpo. El alma buena es aquella cuyas partes mantienen su orden virtual; aquella en que la razón manda y controla las pasiones. La prudencia, afirmaba, hace que la razón pueda actuar con tino e inteligencia.

Aristóteles,  por su parte, el otro gran filósofo de la tríada más conocida del pensamiento griego, esbozó su pensamiento sobre el bien y el mal en su famoso libro "Ética a Nicómano". Influenciado por los taoístas y, por supuesto, por Sócrates, también hablaba como el elemento esencial la virtud humana. Consideraba que el ser humano virtuoso y honrado debía luchar exclusivamente para hacer el bien, pues ese debía ser su objetivo vital.

Bien, después de este esbozo rápido y general sobre la concepción en la antigüedad oriental y occidental sobre la bondad y maldad humana, ¿qué piensan ustedes? ¿nacemos buenos y la sociedad nos daña? ¿O es una elección libre la bondad, la virtud y la honradez? 

Si nos fijamos bien, todos los pensadores aquí señalados, si bien defendían la bondad como la guía para la acción humana, reconocían la existencia de su contrario.  La elección de ser bueno era una decisión libre de cada ser humano, según sostienen estos pensadores.  Sobre este tema seguiremos en la próxima entrega.  Continuaremos la ardua tarea de desmenuzar el pensamiento occidental, así como algunos elementos del pensamiento musulmán esbozado en El Corán. No imaginan lo que estoy aprendiendo indagando sobre este tema que me inquieta desde hace años. Hasta el sábado que viene.   

sangbenmukien@gmail.com

mu-kiensang@pucmm.edu.do

@MuKienAdriana

 

 

 

 



[i] (http://www.uaemex.mx/plin/colmena/Colmena%2048/Aguijon/Ruben.html)

Era Bonó liberal?


TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE


Pensamiento caribeño en el siglo XIX. ¿Era Pedro Francisco Bonó padre del liberalismo?

Por: Mu-Kien Adriana Sang



@MuKienAdriana

Esta hora tan melancólica, intermedio de la luz y  las tinieblas, es uno de los cuadros en que la naturaleza presenta más tintes que observar y grandezas que admirar, pero ni una ni otra cosa hacía un hombre que salió de uno de los bohíos del lugar y que se sentó sobre una piedra que a la entrada de la puerta había. Nada hay más tosco que la fisonomía de este individuo: la grande y poblada barba que circuía su ancha y aplastada cara, caía sobre su velludo pecho y le daba aire de un escapado de la cárcel, sus narices eran chatas y su boca grande y gruesa, un conjunto feo, pero denotaba fuerza y salud. Su traje era el de los monteros en general; chamarreta de burda tela de cáñamo con calzones de lo mismo sujetos a la cintura por una correa…,machete corto de cabos de palo y vaina de cuero, cuchillo de monte….he aquí el vestido, agréguese…la atinada precaución de los monteros para evitar los estorbos de sombreros entre zarzas y malezas, cubría su cabeza un gorro de paño que en su primitivo origen debía ser negro, pero que la intemperie y la grasa habían puesto de color dudoso… Pedro Francisco Bonó, el Montero (fragmento)


Pedro Francisco Bonó y Mejía (18 de octubre de 1828 - 14 de septiembre de 1906) es considerado el padre de la sociología dominicana y ha trascendido a la historia no tanto por sus acciones militares al mando de una tropa durante la gesta restauradora, aunque no desmeritamos su activa participación en las filas del partido liberal, ya como miembro del Senado y de la Cámara, o como encargado de las Relaciones Exteriores durante la Restauración, o más tarde como encargado de Justicia e Instrucción Pública, o Inspector General de Agricultura y miembro de la Suprema Corte de Justicia. No, Pedro Francisco Bonó ha dejado un legado imperecedero en la historia dominicana por su pensamiento, por la agudeza de sus planteamientos y la defensa de los más nobles intereses del país, siempre a favor de los más pobres y necesitados.

Sus ensayos fueron recogidos por Emilio Rodríguez Demorizi, en Papeles de Pedro Francisco Bonó.  El trabajo Apuntes sobre las Clases Trabajadoras Dominicanas, es considerado como el primer ensayo sociólogo sobre la realidad dominicana, pero sobre todo,  constituye un estudio pionero acerca de la composición social dominicana. La novela El Montero, que engalana este artículo, es un verdadero retrato de la época y con singular maestría nos revela cuáles eran las costumbres dominicanas de entonces .

Pedro Francisco Bonó estudio la realidad dominicana, la escudriñó, y a partir de su observación acuciosa hizo propuestas. A diferencia de su contemporáneo y compañero en las filas liberales, Ulises Francisco Espaillat, no proponía como solución a los males del país la adopción de ningún modelo imperial. Por el contrario, abogaba por una sociedad organizada basada en las propias fortalezas del propio pueblo dominicano, proponiendo  reformas sociales sustanciales, que a su juicio eran las únicas salidas para poner fin a los males de su época. Proponía, por ejemplo, la destrucción del ejército y la creación de la Guardia Cívica. Defensor, como todos los intelectuales de su época, de la necesidad de fortalecer el sistema educativo nacional. Era firme en la exigencia a los gobiernos de la apertura de caminos para que los productos agrícolas pudieran llegar a los mercados.  Defendía con pasión al campesinado, y al cultivo del tabaco, que en República Dominicana se cultivaba en pequeñas unidades campesinas, porque era democrático; mientras el azúcar, afirmaba beneficiaba sólo a unos cuantos.

¿Era Pedro Francisco Bonó un pensador liberal?  Una gran pregunta expresada de manera sencilla.  Personalmente considero que el intelectual cibaeño no era ni liberal ni positivista puro, aunque, como todo en la vida, sus ideas nacieron a partir del pensamiento de otros. Pero Bonó, a diferencia de otros pensadores dominicanos y latinoamericanos, no importó las ideas e intentó adecuarlas e imponerlas a la realidad; muy por el contrario, las analizó, las pensó, las meditó e hizo sus propias propuestas.   Bonó se nutrió de las corrientes de pensamiento que circulaban en todos los ambientes intelectuales y académicos de finales del siglo XIX, como hemos afirmado en múltiples artículos de esta columna; pero supo internalizar los planteamientos y forjar sus propuestas a partir de sus propias convicciones.

No fue liberal puro, porque el liberalismo, corriente de pensamiento dominante en la época en que Bonó desarrolló su vida intelectual, abogaba por una economía de mercado, el flujo de capitales imperiales, la apertura de las aduanas con bajos aranceles para copar por los mercados latinoamericanos y, el dominio de las finanzas de las jóvenes naciones a través de los préstamos o empréstitos internacionales.  El pensador dominicano, sin embargo, defendía al pequeño campesino, que se iría al traste con la presencia del gran capital; defendía gobiernos legales y legítimos nacidos de la voluntad popular y favorecía las políticas sociales que ayudaran a los más desvalidos de la sociedad.  Durante la expansión capitalista del siglo XIX, el liberalismo y toda su cuerpo conceptual de Estado de Derecho era solo una ilusión, pues lo importante era la expansión de los mercados de bienes, servicios y financieros para las potencias imperiales, también en competencia, que luchaban entre sí como aves de rapiña en la búsqueda desesperada de ese amplio mercado que España se había visto en la obligación de abandonar durante los años de los procesos independentistas.  Y ustedes ¿qué piensan?

martes, 15 de octubre de 2013

El ser humano: bueno o malo?


ENCUENTROS

¿Bueno o malo? La gran pregunta. La primera reflexión

Por: Mu-Kien Adriana Sang

Soy un hombre malvado,
malo por naturaleza,
un asesino feroz y despiadado,
con premeditación
y por la espalda, a sangre fria
he matado un escarabajo, y el pulso
no me ha temblado.
Chafándolo bajo mi pie,
dejando un rastro de huérfanos y viudas, por doquier,
me hace sentir poderoso como un Dios,


Soy una mala bestia, un malnacido, un animal,
un asesino serial,
y a la vez un virtuoso, un artista
nunca me pillarán,
no me tiene fichada la criminal,
no tengo antecedentes,
ni móviles, ni motivos,
no dejo pistas.


No he matado al bicho por higiene,
ni porque me horrorice este animal,
lo hago por gusto, soy malo por naturaleza,
y me gusta matar por matar,
y que no lo sepa nadie.
Sentir como cruje,
provoca un bienestar…


No le conocía de nada,
era tan sólo un escarabajo
que no me había hecho más
que una chispita de asco.


Aún así, le he dejado seco sin piedad,
y no tengo remordimientos,
he vivido un momento, fantástico…


Le corto el paso,
y le doy una patada
que lo deja atontado,
temblando de frío,
panza arriba…


Cuando recupera el pulso, la adrenalina
limpio con cuidado la escena del crimen,
y vuelvo relajado a la rutina,
de buen padre y marido amoroso,
donde escondo los peores instintos.


Ya conocéis,
mi pecado, pero
no sabéis quien es el pecador,
id con cuidado, ya que un servidor
le está cogiendo el gusto
a hacer limpieza impunemente,
y hoy es un escarabajo,
mañana, quién sabe, mañana,
hacia donde hemos de ir.


El tortuoso camino de las pasiones
para quien es malo, pero que muy malo,
malo por naturaleza. Joaquín Sabina, Malo por naturaleza


A finales de septiembre de este año, la guardia costera italiana rescató a un barco, procedente de Túnez, con destino a Lampedusa que llevaba a 398 refugiados sirios a bordo.

El 3 de este mes de octubre, la prensa internacional daba cuenta de que un barco que había salido de las cosas de Libia y transportaba a más de 500 personas se incendió provocando su hundimiento  frente a la isla italiana de Lampedusa. Murieron unas 110 personas, la mayoría de los cuales eran polizontes africanos que buscaban desesperadamente una entrada a los países de la Unión Europea. Había eritreos, somalíes y ghaneses.

Estos hechos evidencian que en la isla de Lampedusa se ha convertido en un puente de desesperados inmigrantes provenientes de África y los países de medio oriente, con el propósito de refugiarse en algún país europeo. Los afortunados que no mueren en la travesía, no tienen papeles y buscan asilo en Italia.  Según las informaciones de la guardia costera italiana, para este mes de octubre habían más de 1,250 inmigrantes en un espacio diseñado para 250. La mayoría de los que logran llegar, están deshidratados, y quemados por la exposición al sol y la gasolina, porque las barcas están tan llenas que el combustible los salpica y les quema la piel.

¿No les recuerda las negociaciones de los colonos españoles que compraban mano de obra de esclava, obligando a millones de africanos a realizar una travesía desconocida, en calidad de esclavos, que vinieron hasta aquí, a esta América sufrida para trabajar hasta la extenuación sin nada a cambio?

¿No les recuerda a los culíes chinos o hindúes que llegaron en las mismas condiciones cuando escaseó la mano de obra africana y se "declaró el fin de la esclavitud" en los imperios europeos? ¿No les recuerda también a los judíos que huyeron como pudieron durante la persecución nazi, atravesando montañas, mares y ríos, huyendo como pudieron para salvar sus vidas?

¿No les parece que también rememora la huida aterrorizada de los chinos que huían de la guerra chino-japonesa primero, y de Mao Tse Tung, después? ¿No se parece también a los refugiados de los países que se hacían llamar comunistas, y privados de todo, huyeron hacia la Europa central en búsqueda de mejor vida?

¿No les recuerda a los españoles de la guerra civil, a los españoles de las crisis económicas o a los españoles que huían de las garras de Franco, y llegaban a Francia, Italia o Suiza a vender sus fuerzas de trabajo a cambio de pan y abrigo? 

¿No se parecen esas aventuras a la travesía terrestres de los mexicanos, guatemaltecos o de otros países centroamericanos, que intentan eludir la guardia fronteriza de los Estados Unidos buscando el sueño americano?

¿No les parece esa descripción a la travesía-aventura marina de los dominicanos que buscan de donde no tienen para pagar un pasaje de ida, sin retorno, a la isla de Puerto Rico en embarcaciones maltrechas? ¿No se parece también a los haitianos que aceptan trabajar en las peores condiciones laborales "contratados" por empresarios que abusan de su condición para obtener mayores ganancias?

Desde hace tiempo hay una pregunta que me atormenta grandemente. ¿Es que esta humanidad seguirá la lógica indetenible y permanente de autodestrucción?  ¿Por qué deben existir seres que arriesgan su vida intentando tener mejor vida? ¿Cómo es posible que hayan miles, millones de seres con sin techo ni abrigo, con hambre, frío y sed, cuando hay tanta abundancia que llega a la inconsciencia y a lo inimaginable? No, no puedo entender a esta humanidad.

Peor aún, siendo todos humanos, con alma y corazón; seamos capaces de matar, maltratar o segregar sólo porque su color de piel es distinta. ¿Cómo es posible que supuestos creyentes en Dios sean capaces de asesinar a los que tienen creencias distintas?  ¿Cómo es posible que sus religiones impulsen al odio, a la masacre y al exterminio? ¿Cómo es posible que los Hitler, los Mussolini, los Francos, los Pinochet, los Trujillo, los Duvalier, los Somoza… para citar unos cuantos, hayan tenido adeptos, y peor aún, que todavía HOY en el siglo XXI se enarbole la bandera de la superioridad de las razas? Oh! Dios!

No, no, no puedo entender, comprender ni aceptar que esta humanidad, o una parte de ella, los que mandan, los poderosos, destinen dinero y que los científicos pongan su talento  para diseñar armas de destrucción masiva, como la bomba atómica, poderosos armamentos de largo alcance y las armas químicas; pero no hemos sido capaces de invertir en investigaciones que permitan descubrir la cura de la peste de hoy: el cáncer. Tenemos millones y millones de dinero para los misiles, para los satélites; sin embargo, hay que realizar cenas de gala para recaudar unos cuantos miles para ayudar en la investigación del cáncer. ¡Qué ironía tan grande!

No, no, no puedo entender a esta humanidad, que ha escrito su historia con sangre de millones inocentes. No puedo entender a esta humanidad que ha justificado el poder absoluto, que ha aplaudido a los gobernantes que se han sentido dioses, dueños de la vida de los demás.

No, no, no puedo entender esta humanidad que inventó la guerra para conquistar con sus secuelas de muerte y dolor. Esta triste humanidad que con sus actos ha herido lo más profundo de mi alma; peor aún ha herido su propia esencia, negándose constantemente. En la próxima sigo con el tema.

sangbenmukien@gmail.com

mu-kiensang@pucmm.edu.do

@MuKienAdriana

 

 

 

 

Me salvé de la sentencia del Tribunal Constitucional


ENCUENTROS
¡Uy! Qué miedo! Me salvé!
Por Mu-Kien Adriana Sang
Dedicado con cariño a mi profesor Milton Ray Guevara y a mi amiga Leyda Piña.
A los hermanos Sang Ben, que hemos amado esta tierra, nuestra patria y nuestro nicho.
 
No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad

Me gusta el sol, Alicia y las palomas
el buen cigarro y la guitarra española
saltar paredes y abrir las ventanas
y cuando llora un mujer

Me gusta el vino tanto como las flores
y los conejos y los viejos pastores
el pan casero y la voz de Dolores
y el mar mojándome los pies

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad

Me gusta estar tirado siempre en la arena
o en bicicleta perseguir a Manuela
o todo el tiempo para ver las estrellas
con la María en el trigal

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad

No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad

Después de andar las maravillas del mundo
no hay nada como regresar a la patria
y compartir la libertad que mi gente
tan cara tuvo que pagar... Facundo Cabral
La polémica sentencia del Tribunal Constitucional promulgada hace unos días, ha provocado encendidas reacciones; más en contra que a favor.  Mi esposo Rafael, llegó un día a la casa diciéndome: "Mu-Kien, vas a tener que resolver algo, ahora tú y tus hermanos son todos ilegales. ¡Eres una ilegal! ¡Mi esposa es ahora ilegal!"  Me sonreí.  No me había sentido aludida con el contenido de la famosa sentencia 168/13 del 25 de septiembre de 2013.
La broma de mi marido me puso a pensar y a buscar. Llamé de inmediato a mis hermanos para averiguar. Mu Yien, la abogada de la familia, fue la responsable de hacer las indagaciones. Papá llegó en 1936 con el propósito de ir a Cuba o a Estados Unidos. Circunstancias diversas le hicieron repensar su destino, decidiendo entonces echar raíces aquí en esta media isla de El Caribe.  Casó con mi madre en 1947. En ese momento ya tenía sus credenciales que le acreditaban como residente legal de la República Dominicana. Su tierra lo llamaba para reintentar reinventarse. Partió de nuevo a Cantón, China, con mi madre. Allí nació mi hermano mayor, Peng Kian Miguel; quien en 1966, siendo mayor de edad, se naturalizó dominicano. Mi padre lo había hecho unos años antes. Ya era un ciudadano dominicano de origen chino con todas las prerrogativas. Mi madre, Ana Ben Rodríguez de Sang, era una hermosa domínico-china, hija de una mulata, Andrea Rodríguez, y un chino, Ventura Ben. 
Uff! ¡Qué alivio! Al averiguar la historia familiar me tranquilicé. Me dije: "El Tribunal Constitucional" no podrá quitarnos, a mí ni mis ocho hermanos, nuestra nacionalidad, porque mi padre, si bien vino como ilegal, regularizó su situación. Y por el lado de nuestra madre, tenemos también sangre dominicana. ¡Gracias Abuela Andrea por tus raíces mulatas, mezcla de no sé cuantas razas!."  Llamé a Rafael y le dije: "Toli, soy dominicana y legal. Así es que nuestro matrimonio es válido."
Ironías al margen, quiero hacer algunas reflexiones.  Mi hermana Mu Yien tuvo un desagradable incidente en la oficina de pasaportes pues le exigían naturalización para expedirle el nuevo documento. Lo mismo ocurrió, en la misma oficina, con Lina Arzeno Douce viuda Latorre, la viuda de Eduardo Latorre, ex-Canciller de la República. Sobre estos dramáticos hechos escribí hace unos años en esta misma columna.
No voy a exponer argumentos jurídicos, no es mi especialidad. Y sobre este tema ya  los expertos han externado sus opiniones.  Mis reflexiones son hechas por una orgullosa hija de migrante chino. Un adolescente valiente que cruzó por los mares en búsqueda de mejor vida. Sembró nueve semillas que han forjado árboles y que han dado sus frutos.
Como historiadora puedo afirmar, con propiedad y base, que el país se ha construido gracias a la migración. Los habitantes originales de esta isla, el este y el oeste, ya no están. Los taínos fueron exterminados en el siglo XVII, producto de la sobre explotación a la que fueron sometidos durante la economía del oro y del azúcar.  Mientras se exterminaban los indígenas, trajeron encadenados a los negros del África para que trabajaran en los ingenios, sometidos a crueles vejámenes.
En el siglo XIX fueron los capitales cubanos los que desarrollaron la industria azucarera que trajo el milagro de la modernidad capitalista. Después llegaron los franceses, italianos, ingleses y holandeses a invertir en el país en importantes Casas Comerciales, dedicadas a la exportación e importación de mercancías, trayendo como consecuencia el renacer comercial. El azúcar, que había tenido su boom en el siglo XIX, se convirtió en el principal producto de exportación, desplazando al café y al cacao y sobre todo al tabaco. En el siglo XX la industria azucarera se expandió. Se necesitaba mano de obra, y llegaron los cocolos. Y de la cultura cocola tenemos las chorchas, los apellidos exóticos como Smith, James, Ray, solo para citar algunos.   Este país, como el resto del mundo, se ha construido con seres que llegan y parten de todas partes hacia cualquier parte.
Creo que entiendo el espíritu de la sentencia del TC, pero no su forma ni contenido. El haber puesto la auditoría desde el año 1929 va a generar una serie de innecesarias tensiones y conflictos. Más aún, si defendemos el Estado  de Derecho, quiero que el peso de la ley caiga sobre TODOS, TODOS, TODOS. Es decir, los chinos, los libaneses, los judíos, los argentinos, los americanos, los españoles, los franceses, los venezolanos, los italianos, los holandeses, los alemanes, los cubanos, los japoneses, y, por supuesto, los haitianos.  Peor todavía, se pretende hacer una auditoría en un país donde los documentos brillan por su ausencia, en el cual no ha habido conciencia alguna sobre la necesidad de preservar la memoria histórica, salvo, claro está,  de los ocho años de Roberto Cassá en el Archivo General de la Nación. ¿Con qué instrumentos se va a hacer la famosa auditoría? ¿Por la sonoridad o no de los apellidos?
Estoy de acuerdo de que somos un país soberano y que debemos regularizar la migración. Pero no puede producirse, como está ocurriendo ahora, una cacería de brujas.  Siento que en vez de avanzar, nos hemos retrotraído a la Edad Media y a la Inquisición. ¡Pobre de aquellos ciudadanos con apellidos extraños, como el mío! Por demás pregunto y me pregunto: Díganme ¿Cuál es el apellido dominicano? ¿Existe? Pongamos el cascabel al gato. Esta sentencia, así como el diferendo de los jueces de la Junta Central Electoral, tiene nombre y apellido: la migración haitiana, que representa el mayor porcentaje de migrantes y sobrepasa  el 10% de la población que reside en el país.  Entonces, si esta es la razón, tomemos el toro por los cuernos y hagamos frente a la situación de forma valiente y decidida. El tema migratorio es un asunto de Estado, y debe ir más allá de una sentencia. El Estado Dominicano, no ha sido capaz de resolver el problema, quizás porque demasiados intereses económicos, políticos y sociales confluyen en el problema.
No sé lo que hará el Tribunal Constitucional con esta avalancha de críticas. Así como apoyé y apoyaré su creación, y he aplaudido muchas de sus sentencias, no puedo, lo siento mucho, respaldar una sentencia ambigua en mucho de sus planteamientos.  Necesito que me convenzan, con muchos, muchos argumentos. Mientras, estoy tranquila de que no tendré que vivir en China, porque no se hablar chino y culturalmente soy dominicana de pura cepa.  
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@MuKienAdriana

 

 

Plegaria desesperada


ENCUENTROS

PLEGARIA DESESPERADA

Por: Mu-Kien Adriana Sang

Sálvame Dios mío, porque estoy a punto de ahogarme, me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo donde apoyar los pies.

He llegado a lo más hondo del agua y me arrastra la corriente.

Ya estoy ronco de tanto gritar; y la garganta me duele; mis ojos están cansados de tanto esperar a mi Dios " Salmo 69: 1-3

 

 

Mi Encuentro de hoy es una triste plegaria. Quisiera poder escribirles una canción, una poesía o una oda a la alegría, pero no puedo.  Mi corazón está herido con este mundo tan convulsionado, sombrío, agresivo y violento, en el que la tozudez es su signo y la negación de la existencia del otro su modus operandi.

 

Soy católica y cristiana. Creo en el poder de la oración, por eso elevo esta plegaria, mi plegaria, nacida desde las profundidades de mi alma. Mis oraciones personales, se quedan en ese plano. He elevado a Dios mis propias súplicas. Esta es una oración por el mundo, nacida del dolor de una ciudadana cansada y herida.

 

Este mundo que me ha tocado vivir se ha convertido en un verdadero infierno. Ya se me agotaron las palabras. Ya estoy cansada de repetir, una y otra vez, mi profundo deseo de legar a mis nietos un mundo mejor.  Estoy hastiada de saber que nuestros sueños juveniles de un mundo justo, se han quedado en esperanzas desgarradas, en deseos inconclusos y lejanas utopías.

 

No, no, no, ya lo he dicho muchas veces, no estoy contenta con esta generación mía que ha dejado como herencia a la juventud, jóvenes adultos hoy, la incontrolable ficción del tener y de la apariencia, de la negación del ser; pero sobre todo, del egoísmo sin control ni medida. Del YO como única verdad; de la existencia del TÚ sólo cuando conviene; y del NOSOTROS una unidad inexistente. 

 

 

Señor

en la mañana de un día cualquiera

elevo mis súplicas

buscando consuelo,

para ayudar a mi corazón herido.

 

Señor

mis plegarias

y mis súplicas

no son para mí

ni mi familia.

Tú conoces

mis pesares

y todo aquello

que me acongoja.

 

Señor,

mis plegarias,

lamentos y súplicas

es para este mundo

que se empeña

en negarte.

Por esta sociedad

que pisotea

tu mandato de amor,

de tolerancia a las diferencias,

y solidaridad con los que sufren.

 

Señor mío,

Padre amado,

la humildad que mostraste

a través de tu  hijo, Jesús,

ha sido no solo olvidada,

sino negada

con las muestras

de poder absoluto

de algunos.

Sí, de esos

que por tener

más que los demás,

o de aquellos

que por disfrutar

de algún poder,

se creen dioses,

capaces de dirigir  al mundo.

 

Ruego, imploro, Lloro,

Señor mío,

por este mundo

convertido

en un verdadero

valle de lágrimas.

 

Ruego, imploro, Lloro

por las víctimas desesperadas,

los millones de seres

que huyen como

fieras despavoridas

buscando mejor vida.

 

 

Ruego, imploro, Lloro

por las seres sin patria ni hogar

que corren a cualquier parte,

a ninguna parte,

por los horrores de la guerra

 

Ruego, imploro, Lloro

por los odios,

por los discursos

irracionalmente nacionalistas,

por las soluciones

políticas y oportunistas

a problemas globales.

 

Ruego, imploro, Lloro

por las arcaicas guerrillas

que se han convertido

en sus propios enemigos.

 

Ruego, imploro, Lloro

por los que usan

el terror y la muerte

para imponer sus ideas,

dejando a su paso

una estela de dolor.

 

Me pregunto,

Dios mío,

 ¿Qué puede seguir después de tanto dolor?

¿Qué viene luego de haberse quebrado el alma?

¿Cuándo se terminará  la aflicción para este mundo,

este doloroso valle de lágrimas?

 

Me pregunto,

Dios mío,

si seré capaz de perdonar,

como lo hizo Jesús,

que perdonó

a los que lo  crucificaron

¿Podré perdonar

a los inquisidores modernos?

¿Podré perdonar

a los que usaron su ingenio

para crear las armas

de destrucción masiva?

¿Podré perdonar

a los pequeños Hiltlers

que han surgido recientemente?


Sólo te pido,

Señor mío,

que tengas compasión

de nosotros, los que sufrimos,

de los que clamamos por Ti

en medio de las adversidades

y las oscuridades

 

Ven Dios bueno,

ven a perdonar

a esos que son

también tus hijos,

porque yo,

yo,

yo,

ya no puedo.

 

Ven Dios Santo,

antes que se agote

¡ para siempre!

la esperanza maltratada.

Antes de que

se quiebre el muro

que detiene el abandono.

 

Ven, Señor mío, mi Rey

no calles ni esperes  más.

Te necesitamos.

 

mu-kiensang@pucmm.edu.do

sangbenmukien@gmail.com

@MuKienAdriana