sábado, 5 de marzo de 2016

Mujeres fuertes y peligrosas


ENCUENTROS

Fuerte y peligrosa

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

Si eres una mujer fuerte

Protégete de las alimañas…

Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:

se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.

Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos

hasta lo más profundo del magma de tu esencia

no para alumbrarse con tu fuego

sino para apagar la pasión

la erudición de tus fantasías.

 

Si eres una mujer fuerte

tienes que saber que el aire que te nutre

acarrea también parásitos, moscardones,

menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre

y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

 

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca

a negarte la palabra, a esconder quién eres,

lo que te obligue a ablandarte

y te prometa un reino terrestre a cambio

de la sonrisa complaciente.

 

Si eres una mujer fuerte

prepárate para la batalla:

aprende a estar sola

a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo

a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta

a nadar contra corriente…

 

 

Si eres una mujer fuerte

protégete con palabras y árboles

e invoca la memoria de mujeres antiguas….

 

Ampara, pero ampárate primero

Guarda las distancias

Constrúyete. Cuídate

Atesora tu poder

Defiéndelo

Hazlo por ti

Te lo pido en nombre de todas nosotras.

 

Gioconda Belli

 

Cuando leí por primera vez este poema de la poetisa y novelista nicaragüense Gioconda Belli me encantó.  Me encanta su irreverencia, a pesar de que muchas veces la sienta exagerada y snob.  He tenido la oportunidad de leer dos de sus obras, además de haberme deleitado con sus poesías.  La primera fueron sus memorias publicadas en el año 2001 bajo el título “El país bajo mi piel” que ese año fue seleccionado por Los Ángeles Times como uno de los mejores libros del año.  Posteriormente llegó a mis manos su primera novela “La mujer Habitada” que había sido publicada en 1988.  Me gusta su prosa, hermosa, sencilla y sobre todo femenina, escrita como si fueran sus entrañas las que dictaran sus palabras.  A veces me sorprende esta mujer que vuela más libre que las gaviotas con la irreverencia de sus palabras y sus ideas.  Es tan libre esta escritora, que yo, a mis años, a veces me sonrojo con sus ideas.

Escribí hace un tiempo un Encuentro acerca de un libro de Stefan Bollmann que se titula “Las mujeres que leen son peligrosas”. En esa oportunidad también hacía referencia a un segundo libro del autor que se llamaba “Las mujeres que escriben también son peligrosas”.  Decía entonces que la vida me había dado la dicha de leer y escribir y que por lo tanto disfrutaba mi condición de ser orgullosamente peligrosa, porque había dedicado mi vida a cultivar  mi alma y mi mente para poder tomar mis propias decisiones.  Estos artículos tuvieron un impacto increíble, tanto que me sorprendió.

 

Quizás porque estamos en el mes de marzo, quizás porque a esta altura de mi vida, cuestiono muchas de las ideas que defendí hace algunos años con enorme pasión. Por eso, hoy, a los pocos días del 8 de marzo, quiero dedicar estas reflexiones, estas palabras a las mujeres peligrosas y fuertes que resisten las tempestades de su vida con templanza y dignidad.

 

Nací mujer en una sociedad que solo la amaba como un objeto de mucha utilidad para el sexo, la limpieza y administración del hogar y el cuidado de los hijos. Gracias a Dios, el tiempo y las luchas nos abrieron caminos, nuevos caminos y, después de años de gritos se escucharon las voces y se atendieron algunos, solo algunos, de los reclamos.

 

Me han preguntado muchas, muchas veces cómo había logrado sobrevivir y tener una vida plena sin haber tenido que recurrir a subterfugios.  La mayoría de las mujeres que han podido destacarse en algún campo han tenido, hemos tenido, que vencer muchas barreras, pero sobre todo auto convencernos del poder de nuestras propias fuerzas.

 

Sigo defendiendo, y vuelvo a reconocer mi falta como historiadora, que en el discurso de la historia las mujeres han estado ausentes, invisibles; a pesar de su participación en los grandes hechos históricos.  Sin embargo, no estoy de acuerdo con la corriente que ha ido creciendo que es la transformación del relato al otro extremo. Abogando que las mujeres no solo participaron, sino que fueron las heroínas elegidas y no nombradas.  Hemos cambiado de sujeto. La pasión sustituye a la verdad. Hacernos visible en el curso de la historia, no significa cometer los mismos errores que cometieron los historiadores oficiales, en el que, los actores de la historia, eran seres tan especiales que no eran humanos.  De nuevo desvirtuamos la historia.  Lo importante no es hacer aparecer uno u otro, sino que ambos, hombres y mujeres sean los protagonistas del relato histórico.

 

Lo he dicho y lo repito, como mujer que soy no quiero nada gratis.  A propósito de las cuotas y de las representaciones de las minorías.  Durante mucho tiempo defendí la cuota femenina en los puestos elegibles. Hoy lo cuestiono.  Primero fue una decisión que los hombres-políticos aprobaron para salir de las mujeres que reclamaban.  No se ha cumplido. El Congreso de la República es el ejemplo más claro. La presencia de mujeres legisladores es más que escasa.  Solo unas cuantas dignifican nuestro nombre.  Segundo las cuotas son acuerdos.  Creo, y hoy estoy más convencida, que nosotras no necesitamos cuotas.  Las universidades están hoy llenas de mujeres que han decidido construir sus propios futuros.  Lo mejor es que han demostrado, sin cuota alguna, que son, somos, especiales que cuando queremos podemos.  Por esta razón, en todas las graduaciones las jóvenes obtienen mejores calificaciones que los hombres.

 

Las jóvenes de hoy no tienen los dilemas y problemas que tuvimos nosotras, las de mi generación, y las de la generación anterior.  Ellas nacieron más libres, con menos ataduras y sin tantos prejuicios.  Reciben la libertad gratuitamente, sin haber tenido que luchar por ella. 

 

Así pues, en este nuevo año, en esta nueva celebración del Día Internacional de La Mujer, no quiero volver a los discursos estridentes. Hoy solo quiero ser mujer con su historia, su propia historia, que es quizás una historia parecida a la de otras mujeres que como yo, quisieron construir sus propias vidas, con el poder que le otorga sus propias fuerzas y sus propias capacidades, sin tener que atropellar ni vender su alma.

 

Mi homenaje a las mujeres que lucharon y me regalaron gratuitamente su herencia.  Mi homenaje a las jóvenes que se abren camino con sus brazos, sus corazones, sus cualidades y  sus valores.  Un homenaje, que por supuesto, no incluye a las mujeres que venden sus cuerpos para alcanzar cosas y lugares.  Tampoco a las que olvidan su condición para colocarse en una lucha similar con los hombres, como si su éxito se midiera en su posibilidad de noquear al adversario.  No es una lucha de trenes, es una lucha de principios, valores y capacidades.  Nada más.  No quiero estar delante de los hombres. No quiero estar detrás de ellos.  Solo quiero caminar a su lado, en una misma duración y en igualdad de condiciones.

 

 

 

 

 

 

 

El premio a Vargas Llosa


ENCUENTROS

 

EL PREMIO DE VARGAS LLOSA: UNA OPINION

 

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

 Permítanme ante todo agradecer a la Universidad de Salamanca por honrarme con este Doctorado Honoris Causa que me incorpora de manera simbólica a sus claustros. Es para mí una enorme responsabilidad intelectual formar parte de la universidad en activo más antigua de España, en cuyas aulas han impartido o recibido clases personajes de mi más honda admiración, como Azorín, Góngora o Unamuno.….

¿Por qué se escribe literatura?  Ésa es una pregunta que me he formulado yo también muchas veces.  Creo que como todo escritor, mi vocación es lo mejor que tengo y que escribir es una actividad maravillosa, exaltante, difícil desde luego y a veces dolorosa, pero al mismo tiempo una de esas actividades en las que uno encuentra su propia satisfacción; una actividad que en sí misma constituye ya una recompensa para quien siente la necesidad o urgencia de escribir. …

¿Para qué sirve la literatura?  Ésta es una pregunta que no sólo se formulan los enemigos de la literatura y los lectores, sino también los escritores.  Cuando era joven, cuando descubrí mi vocación de escritor, era la época del existencialismo, los años de la literatura comprometida.  Todos estábamos de acuerdo en que la literatura servía. …  La literatura es una forma de acción, las palabras son actos  la célebre frase de Sartre  y a través de la literatura, uno influye en la vida de otros y en la historia.  No de una manera determinante, premeditada, con efectos políticos más o menos inmediatos, como creían los partidarios del realismo socialista.  Pero sí de una manera indirecta, formando unas conciencias que están detrás de unas conductas.  De tal manera que, indirectamente, la literatura sirve, contribuye a la acción en el seno de la sociedad.…  Universidad de Salamanca, Madrid, 6 de julio de 2015

El laureado escritor Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, ha recibido muchos premios. Solo Honoris Causa de prestigiosas universidades del mundo ha recibido casi 50.  En dos años, 2014 y 2015, recibió 9 Doctorados Honoris Causa:





5.       Doctor Honoris Causa por la Universidad de Carabobo en Venezuela





Vargas Llosa además de novelista, es ensayista y columnista.  A través de sus columnas ha expresado sus ideas acerca de los problemas del mundo.  Sus posiciones le han generado muchas reacciones tanto a favor como en contra.  Esto ocurrió con la polémica sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.  El escritor escribió en contra, y maestro del verbo como es, atacó duramente la medida, hiriendo las sensibilidades de los sectores nacionalistas del país, y por supuesto, del Gobierno Dominicano.

El Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña instituido por el Estado Dominicano desde hace algunos años, específicamente en el año 2013. Hasta el momento han sido  reconocidos el escritor y humanista puertorriqueño Luis Rafael Sánchez; el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal; el periodista y escritor Eduardo Galeano y la escritora Beatriz Sargo. Este año 2016 un jurado seleccionado por el Ministerio de Cultura integrado por: Sonia Henríquez Toledano, presidenta de honor; el doctor Luis O. Brea Franco, comisario del premio y los miembros, doctores Liliana Weinberg, Néstor E. Rodríguez, Miguel D. Mena y  Ramón A. Victoriano Martínez.   A unanimidad el jurado eligió a Mario Vargas Llosa. 

De inmediato la reacción no se hizo esperar.  Desde los sectores ultra nacionalistas hasta el Gobierno: la vicepresidenta, el vocero oficial y el Secretario de la Presidencia, mi querido amigo Gustavo Montalvo. 

La polémica me recordó los pormenores de dos polémicos premios anteriores.  El primero fue en el año 1993, el último gobierno de Joaquín Balaguer, cuando la entonces Secretaria de Educación Jacqueline Malagón declaró desierto el premio de novela, a pesar de que un jurado había elegido como ganadora la obra “Los que falsificaron la firma de Dios” de Viriato Sención. El escándalo fue mayúsculo porque desconocía una decisión de un grupo de intelectuales elegidos por la propia Secretaría.  Años después, en el año 2001, Manuel Núñez,  el jurado le otorgó el Premio León Jiménes de la Feria del Libro por la reedición ampliada de su obra “El Ocaso de la Nación Dominicana”. El otorgamiento de este premio produjo también protestas.  Sin embargo, se respetó la voluntad soberana del jurado. El autor recibió su premio tal y como estaba pautado.

Dicho esto, procedo a exponer mis consideraciones acerca del Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña 2016:

1.       Las decisiones del jurado son soberanas, incuestionables e inapelables.

2.      El veredicto del jurado, si bien no lo cuestiono, y más aún lo acepto, no tomó en cuenta el momentum. No midió las consecuencias de su decisión

3.      Mario Vargas Llosa tiene más que méritos para recibir ese y otros premios. Su obra literaria abundante y rica así lo atestigua.

4.      El Gobierno Dominicano, aun cuando tuviese sus reservas y no estuviera de acuerdo con la decisión, debió dar muestras de madurez, de ecuanimidad, de aceptación democrática de la disidencia.

5.      El Ministerio de Cultura debe respetar la decisión del jurado.

Ahora bien, si yo fuera Vargas Llosa no viniera al país y no aceptara el premio, a pesar de sus declaraciones publicadas en la prensa de que se estaba dando muestra de tolerancia.  Todavía quedan muchos días para saber lo que pasará en la Feria del Libro en abril de este año.

Lo que sí ha evidenciado esta absurda sobre-reacción del gobierno y de algunos sectores, es que la intolerancia más rancia predomina. Que somos demócratas solo cuando los demás están de acuerdo con nuestras ideas. Que el respeto a la disidencia es una mentira. Que somos incapaces de aceptar las críticas. En fin, que la democracia nuestra es una simple y lejana aspiración.

 

 

 

 

 

Reflexiones sueltas


ENCUENTROS

REFLEXIONES SUELTAS

Por: Mu-Kien Adriana Sang

Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces: los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a manipuladores y oportunistas.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
Sin muchos dulces en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.

Mario de Andrade
Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño

 

Alguien en las redes sociales me envió estas reflexiones del gran poeta brasileño Mario de Andrade, quien murió a los 52 años, hace ya 70 años. Cuando lo leí me identifiqué tanto que pensé en un momento que yo mismo lo había escrito.  Así me siento.  He perdido la tolerancia y la paciencia.  Ya no puedo escuchar los discursos de los políticos. Ya ni sonrío con sus payasadas cuando bailan al son de una música mala para ganarse al pueblo llano que solo tiene el circo para olvidar sus miserias. Me siento hastiada de los discursos triunfalistas que solo muestran lo que se ha hecho, sin ningún ápice de autocrítica. Ya no puedo escuchar algunos intelectuales que se aferran a sus posiciones, como si sus ideas fuesen el velero que los sostiene para no naufragar. 

Reflexioné mucho sobre el artículo de este sábado.  Sin plan alguno, porque ya no sigo una secuencia lógica de ensayos en base a un tema con sub temas que deben ser expuestos.  Acogiéndome a las sugerencias de algunos lectores, voy a tomar un respiro de la escritura de lo que pienso para escribir estas líneas únicamente con lo que siento.

 

Hoy es 27 febrero, un feriado obligado sin preguntarse por qué.  Quizás a los millones de niños de las escuelas le han dicho que en un lejano 1844 un grupo de ilusos osaron luchar por la verdadera libertad.  Algunas escuelas hicieron en estas semanas algunos actos. Y como siempre  la prensa hará su fiesta con los espacios pagados de los políticos y las empresas. Baratillos con motivo de la independencia. Porque en esta sociedad nuestra, hasta la memoria histórica se ha convertido en una vulgar mercancía.

 

Hoy la historiadora no tiene ganas de repetir lo que a lo largo de sus más de 40 años de docencia ha dicho una y otra vez.  Cada mes de febrero, desde que era profesora de primaria hasta el nivel universitario, he estado comprometida con el proyecto de hacer de la historia nuestra algo más que contenidos memorísticos, para tratar de enseñarles que los hechos de la historia están hechos por hombres y mujeres que comprometidos con el futuro, deciden transformar su herencia.  

 

Sigo creyendo lo mismo, sigo amando la historia, sigo amando la educación, pero, como dice Andrade, creo que el tiempo se me está agotando, y no quiero seguir transitando el mismo trayecto pretendiendo que no ha ocurrido nada.  Los años han pasado, quizás ya no tengo ni la energía ni el entusiasmo de repetirme. 

Tal vez, simplemente estoy cansada. Tal vez, aunque estoy llena, repleta a veces, de palabras, que hoy no quieren ser pronunciadas, que hoy no quieren ser recordadas. Tal vez me cansé de ver la hipocresía de tanta gente que asume el discurso de los patriotas para ocultar sus malsanos intereses.  Tal vez ha ocurrido que ya no resisto escuchar las peroratas de los papagayos pagados que utilizan en vano y los mancillan, el nombre de los valientes que nos regalaron, quizás hasta sin merecerlo, una nación y una nacionalidad.  Tal vez hoy solo quiero releer el pensamiento de Duarte para inspirarme de nuevo con su templanza, sus creencias puras y sus sueños entonces imposibles de construir una república, independiente, libre y soberana.

 

En fin, como dice Andrade, ya no tengo tiempo ni paciencia para muchas cosas.  Quizás hoy solo necesite recogerme, estar con mi alma, olvidarme del mundo y de todos, para recuperar de nuevo la alegría, la confianza en el futuro, en el ser humano y en la humanidad toda entera.

 

A veces pienso que me refugio en muchas oportunidades en los artículos racionales, para dar descanso al alma.  La búsqueda racional de informaciones, es una manera inteligente de no adentrarme en las profundidades del SER. 

 

Tengo la dicha, muy a pesar de los dilemas existenciales. Cuento con  la compañía predilecta de los míos: la familia y los amigos. Junto a ellos tengo el oasis necesario para que mis días sean mejores.  Y con esta plataforma, puedo adentrarme a las profundidades del pensamiento y en los laberintos de mi alma.

 

Espero que este viaje que iniciamos la semana pasada los haya complacido.  Esto fue lo que me pidieron, y los complazco.  Hasta la próxima.

 

 

 

 

 

La epifanía del Señor


ENCUENTROS

 Un último paréntesis

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

El futuro es espacio, de Pablo Neruda

EL futuro es espacio,
espacio color de tierra,
color de nube,
color de agua, de aire,
espacio negro para muchos sueños,
espacio blanco para toda la nieve,
para toda la música.

Atrás quedó el amor desesperado
que no tenía sitio para un beso,
hay lugar para todos en el bosque,
en la calle, en la casa,
hay sitio subterráneo y submarino,
qué placer es hallar por fin,
subiendo
un planeta vacío,
grandes estrellas claras como el vodka
tan transparentes y deshabitadas,
y allí llegar con el primer teléfono
para que hablen más tarde tantos hombres
de sus enfermedades.

Lo importante es apenas divisarse,
gritar desde una dura cordillera
y ver en la otra punta
los pies de una mujer recién llegada.

Adelante, salgamos
del río sofocante
en que con otros peces navegamos
desde el alba a la noche migratoria
y ahora en este espacio descubierto
volemos a la pura soledad.

Pensé mucho si este artículo debía ser el reinicio de la serie sobre el concepto de soberanía, o si debía hacer caso a mi conciencia para escribir estas peticiones imposibles, dos días después del día de los Santos Reyes, la Epifanía del Señor.

Decidí hacer caso al corazón y no a la razón.  Dejaría para las entregas siguientes los dictámenes de mi sed de aprendizaje.  Hoy, en este Encuentro solo quiero ser mujer y ciudadana que siente, sufre y sueña.

Ya lo he dicho adoro la navidad.  Un tiempo hermoso que culmina con la llegada de los Santos Reyes, quienes guiados por la estrella llegaron hasta la humilde morada del Niño Dios.

Cada año hacía dos cartas.  La del Niño Jesús para el 24 de diciembre y la de los Reyes Magos. Pedía, como era de esperarse, los juguetes que veía en las tiendas. Solo recibía aquellas cosas que los recursos familiares permitían.  Era feliz el 25 de diciembre cuando abría los regalos, y aunque no estuvieran los juegos soñados, me conformaba y era feliz con lo que recibía.

Hoy cincuenta años después sigo alentando la niña que hay en mí, pues es mi forma de aferrarme a la esperanza. Y aprovecho en este año 2016 para escribir mi lista de peticiones. Como he dicho otras veces,  ya no tengo aspiraciones personales. Solo quiero hacer lo que amo hasta el final de mis días: escribir, escribir y escribir.  Seguir indagando sobre los temas que no conozco. Y amar a mi esposo, a nuestra familia y a la gran familia ampliada que componen los hermanos, cuñados, sobrinos y nietos. También disfrutar de los verdaderos amigos, la familia elegida.

Mi lista de Reyes es ambiciosa, muy ambiciosa y pienso que hasta imposible. Soñar no cuesta nada. Yo sueño y expreso mis sueños:

1.      Quisiera que la humanidad recuperara su verdadero sentido. No puedo soportar el hecho de que la intolerancia de toda índole está dominando el mundo. La vida parece que ha perdido su valor. La muerte es una mercancía cualquiera.  Unos la entregan por defender un proyecto religioso que niega la existencia de otras creencias, y creen que occidente es su enemigo principal, el enemigo a vencer.  Tampoco comparto la posición de los gobiernos poderosos de occidente de negar la esencia misma de sus esencias: los derechos humanos.

2.      Sé que es un sueño imposible. Pero quisiera que en nuestras elecciones de este año, el voto fuera un acto de conciencia, no de compra vil de la voluntad de los pobres. Después de tantos años de luchas largas y sangrientas de hombres y mujeres del mundo que dieron sus vidas por lograr el anhelado y soñado voto universal, avergüenza que su valor en esta sociedad nuestra se haya convertido en una mercancía que se vende al mejor postor, al que primero llega y le ofrece unos pesos

 

3.      Tengo el sueño imposible  de que la educación dominicana mejore realmente, que nuestros profesores no solo sean empleados, sino compromisarios con el futuro. Que entiendan que sobre sus espaldas descansa la formación de las nuevas generaciones. Que sus acciones de cada día no deben quedarse en el cumplimiento, sino que deben ser el fruto de un compromiso serio con la vida y el país.

 

4.      Me duele tener que confesar este triste deseo: que el Alcalde del DN no gaste dinero (¡¡¡Millones de pesos!!!!) en luces de colores y no piense en la ciudad.  Nos arropa la basura. Solo hay que dar una pequeña vuelta por el polígono central para ver cómo los desechos nos ahogan, nos contaminan… No sé en qué emplea su tiempo. Quizás esté diseñando los nuevos adornos del circo de luces para diciembre de este año.

 

5.      Sueño imposible: que los detentores de los poderes públicos asuman las riendas de sus gobiernos con pulcritud y honestidad.  La corrupción corroe el sistema político en el mundo, y, por supuesto, en nuestro país también. El partido en el gobierno perdió el sentido de la proporción. Estoy triste por la esperanza golpeada y desarmada de lo que está sucediendo y Dilma Rouseff en Brasil y Michelle Bachelet en Brasil. Dos mujeres, dos esperanzas que se esfumaron.  La política se ha convertido  en otra mercancía más de un mercado sucio y tenebroso.

 

6.      Lamentable sueño imposible: preservar el ambiente, el entorno donde vivimos.  Odio las declaraciones hipócritas de algunos políticos e inversionistas, que se dicen defensores del ambiente, para luego involucrarse en proyectos que lo deterioran. El interés económico está por encima del futuro.  Depredamos el ambiente sin importarnos nada ni nadie.

 

Estos seis pequeños-grandes-inmensos deseos no deberían ser imposibles. Pero en este país nuestro, lamentablemente lo son. ¡Qué triste!