jueves, 24 de septiembre de 2015

LA FORMACIÓN DOCENTE. Una reflexión, 4


ENCUENTROS

LA FORMACIÓN DOCENTE.  Una reflexión, 4

Por Mu-Kien Adriana Sang

La formación docente se constituye en un proceso, necesario para garantizar la adecuada preparación de los profesionales en las universidades.  Esta demanda en los momentos actuales está condicionada por un auge creciente de la matrícula, el cambio de estrategias de formación ante las nuevas necesidades de sistematización del conocimiento, que cada vez se renueva con mayor velocidad y complejidad. Los cambios en el contexto social y universitario han connotado la necesidad de utilizar alternativas para cubrir la docencia con profesionales no capacitados para tal propósito, y además se exigen nuevos roles y tareas al profesor ante la complejidad del proceso formativo. Lezy Magyoly Vargas Flores

 

En la entrega de hoy vamos a trabajar con el ensayo del profesor venezolano, Lezy Magyoly Vargas Flores, de la universidad Bolivariana de Venezuela, que lleva por título “La Formación Docente”.[1]  Y como en la entrega anterior, este trabajo coincide en la necesidad de renovar los programas de formación de profesores en nuestras universidades.

Afirma que después de un enjundioso análisis y revisión de documentos y de evaluar la práctica docente, han constatado profundas debilidades en el proceso de preparación de docentes que están vinculados con sus capacidades intelectuales y los recursos profesionales, a saber:

·         Los profesores universitarios no cuentan con formación docente y la preparación metodológica que reciben tiene un carácter funcionalista que no satisface las demandas y necesidades formativas.

·         La gestión de la formación docente se realiza de forma administrativa, por tanto no se promueve el sistema de relación entre objetivos, acciones y estructura a fin de dinamizar y hacer más eficiente el proceso de formación docente en las universidades.

·         El nivel de especialización no siempre potencia ni favorece la formación docente de los profesores.

·         No existe una reflexión sistemática de la experiencia cotidiana de la práctica educativa.

Después de hacer una breve reseña histórica de la formación docente en su Venezuela natal, el profesor hace una apuesta a un modelo formativo del profesor universitario.  Parte de su concepción sobre lo que debe ser este proceso:

La formación docente se concibe como un proceso social y cultural que obedece al carácter de la integridad del desarrollo de la capacidad transformadora humana que se da en la dinámica de las relaciones entre los sujetos en la sociedad, en constante y sistemática relación, capaz de potenciar y transformar su comportamiento en el saber, hacer, ser y convivir.   Es proceso permite a cada sujeto la profundización del contenido socio-cultural, a la vez que se revela contradictoriamente en el propio proceso del desarrollo humano , ya sea en una totalidad, como en lo individualidad, en el sujeto y su pensamiento, el cual discurre sobre la base de la continuidad que permite dar saltos cualitativos en el desarrollo humano, a partir de la apropiación de la cultura. [2]

Asegura que la formación docente del profesor universitario debe ser concebida como un proceso de desarrollo personal y profesional, personal pero en interacción con los demás, desde una perspectiva dinámica y social que promueve lo personal para el desarrollo integral.  Defiende que este proceso debe ser continuo, auto crítico y propositivo.

La formación del profesor universitario debe estar institucionalizada, es decir, formar parte de la política institucional.  Podría tener un carácter formal, a través de programas pedagógicos estructurados y que finalicen en una titulación; o informal o No-formal, por medio de conferencias, cursos cortos, evaluaciones, acompañamiento individual, entre otras modalidades. La gestión de ese proceso es un verdadero reto para las universidades:

El proceso de gestión de la formación docente del profesor universitario es un proceso consciente que implica un nivel de concreción… capaz de caracterizarse por la interrelación de la planificación, la organización, la ejecución y el control, para lograr los objetivos formativos que corresponden con las condiciones objetivas en las cuales se lleva a cabo la educación universitaria, a la vez que se particulariza con una interpretación que alcance resultados sustentados en una posición teórica y metodológica…. [3]

Pero existen peligros en la formación de los docentes, entre los cuales se pueden citar:

1.      Fragmentación del contenido de la formación

2.      Ausencia de diagnóstico de las necesidades de formación

3.      No reconocimiento de la necesidad de concientizar qué aspectos concretos de la práctica educativa deben ser evaluados.

 

Propone el profesor una serie de sugerencias concretas para el diseño efectivo de los programas formativos que se realice un diagnóstico de las necesidades formativas, que permita la anticipación al cambio y favorezca la innovación.   El proceso de formación debe ser holístico, flexible, dinámico y proactivo:

 

La gestión de la formación continua, es un proceso consciente, holístico, dinámico que manifiesta el carácter de lo continuo como vía de interrelación dialéctica capaz de dar solución a los problemas de la práctica educativa desde la formación continua de los profesores lo que implica el diseño de propuestas formativas a ejecutar en el corto, mediano y largo plazo, propiciando acciones en estrecha relación, que favorecen y dinamizan el proceso de gestión de la formación docente.[4]

  

Todas estas reflexiones nos arrojan una verdad como un templo: Nosotros los que asumimos la docencia, en cualquier nivel (primaria, secundaria y universitaria) tenemos el reto, el mandato, de formarnos continuamente, de colocar nuestros conocimientos en el permanente juicio de la crítica, para superarnos, para estar a tono con la demanda de los tiempos.  Nosotros los maestros, debemos asumir que somos aprendices eternos, que nuestra formación no es estática, sino dinámica, que el saber es una actitud de búsqueda, de reconocimiento de nuestras propias debilidades y nuestras propias fortalezas.



[1] Lezy Magyoly Vargas Flores, La Formación Docente. Ponencia presentada en el Congreso Iberoamericano de Educación “Metas 2021”, realizado en Buenos Aires Argentina en septiembre del año 2010.
 
[2] ibídem
[3] Ibídem
 
 
[4] Ibídem

LA FORMACIÓN DOCENTE. Una reflexión, 3


ENCUENTROS

LA FORMACIÓN DOCENTE.  Una reflexión, 3

Por Mu-Kien Adriana Sang

 

La formación docente se puede definir de una manera muy sencilla como la preparación para el ejercicio de una profesión, es decir, es un proceso por el cual se da la instrucción necesaria para que una persona adquiera conocimientos, desarrolle habilidades y destrezas que permitan ejercer con éxito la profesión de enseñar.  Este proceso incluye una serie de etapas (no necesariamente lineales) en la adquisición de conocimientos y en el desarrollo de habilidades y no termina cuando la persona obtiene un título de acreditación, sino que continúa a través de la vida profesional, Douglas Izarra[1]

 

El párrafo que engalana esta entrega es una ponencia presentada por la profesora Douglas Izarra en el  V Encuentro Internacional: Las Transformaciones de la Profesión Docente Frente a los Actuales Desafíos, celebrado en febrero del año 2008 en Venezuela y organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).  El objetivo de esta masiva reunión era de:

- Propiciar el debate, la reflexión y la generación de conocimiento sobre los cambios de la profesión docente para responder a los actuales escenarios sociales.
- Contribuir al fortalecimiento del protagonismo de las instituciones y organizaciones involucradas con profesión docente en la formulación e implementación de políticas públicas educativa.

Las ponencias se organizaron en base a  4 áreas temáticas
1. La profesión docente y los cambios en el escenario social.
2. Desarrollo profesional y dimensiones de la profesión docente.
3. Tendencias en la profesión docente frente a los cambios
4. Desafíos en la formación docente inicial y en servicio.
http://www.gloobal.net/iepala/img/trans.gif
Buscando entre las ponencias me llamó mucho la atención el trabajo de la profesora Izarra, en la cual aborda cuáles son las teorías implícitas en la formación docente.  Señala que los programas de formación docente deben inscribirse en un marco conceptual que le sirvan de fundamento a la práctica pedagógica.  Afirma que la labor de la enseñanza incluye, necesariamente, concepciones teóricas implícitas y explícitas; pero afirma que urge en América Latina un cambio conceptual profundo en los programas de formación docente para que sean más críticos y trasciendan el aula misma.

Afirma (tal y como señalé en el artículo de la semana pasada, lo cual me puso muy feliz) que la formación docente debe tener un carácter continuo, que van desde la obtención de un título que garantiza el ejercicio de la profesión hasta actualización. Define tres etapas: 

1. Etapa de formación Básica;

2. Etapa de inducción profesional y socialización en la práctica

3. Etapa de perfeccionamiento

Y, aclara la autora, las etapas no son lineales ni rígidas, “por tanto un profesional puede al mismo tiempo desarrollar su etapa de inducción profesional y de perfeccionamiento de manera simultánea incluso con su formación básica.” [2]Pero, aclara la autora, cada etapa tiene su especificidad.

La primera, o etapa de formación básica se asocia a la obtención de un título que avala el ejercicio de la docencia.  Esta etapa, dice la autora de la ponencia, debe ser revisada profundamente, si estamos hablando de nuevos paradigmas educativos, ya que debe ser un cambio abierto a la innovación educativa.   Las demás etapas se refieren a los programas de especialización, en el caso de la segunda; y la educación continua en el caso de la tercera.

Afirma que la formación docente se caracteriza por su complejidad,  debido, entre otras cosas, a que es una actividad que se desarrolla en un ambiente dinámico en el que se debaten nuevas teorías y nuevos paradigmas, realidad esta que se manifiesta de tres maneras:

1.      Enfoque proceso producto: en esta visión la atención se concentra en identificar las características de la práctica docente para obtener mejores aprendizajes de los alumnos.  Es, en resumen, conductismo puro y duro.

2.      Pensamiento del profesor:  desplaza el foco de las conductas del profesor y del estudiante hacia los pensamientos del primero.  Está vinculado este enfoque con la teoría del procesamiento de la información.

3.      Profesional reflexivo: en esta visión se propone una epistemología que identifica los tipos de conocimientos valiosos desde el punto de vista pragmático, y que no son necesariamente conscientes ni pueden verbalizarse.  Es el constructivismo más puro.

 

Las dos últimas visiones reconocen la importancia de los procesos mentales internos en la explicación del comportamiento humano.  Un elemento claro, es que en todo acto educativo hay implícito una teoría pedagógica, una visión del mundo, la defensa de determinados valores y sobre todo la puesta en evidencia de los paradigmas explicativos que defendemos:

 

La importancia de las teorías implícitas viene dada porque… éstas  funcionan en todo momento como el marco de referencia dentro cual los profesores comprenden e interpretan las experiencias que están viviendo y desde la cual actúan racionalmente.  Se asume una relación entre pensamiento y acción… las teorías implícitas son un conocimiento que está en la acción y que no puede explicitarse verbalmente. [3]

 

¿Cómo combinar estas teorías implícitas existentes en los profesores y la formación docente? ¿Cómo combinar la complejidad de la formación ante los nuevos paradigmas en profesores que están formados en viejas, a veces obsoletas, concepciones de la vida y superadas prácticas de enseñanza?  La autora se responde a estas terribles preguntas diciendo:

 

Es necesario que en los programas de formación docente se implementen acciones encaminadas a tratar el tema de las teorías implícitas, pero no solamente como un contenido que se incorpore a alguna asignatura… sino  multiplicar las perspectivas o actitudes epistémicos con respecto a esos objetos… No se trata de limitarse a presentar nueva información sino que es necesario realizar un conjunto de acciones que permitan a quienes se forman para el ejercicio de la docencia explicitar sus teorías implícitas. Este proceso de cambio requiere una acción intencionada y organizada, por tanto debe planificarse adecuadamente. [4]

 

Finalmente, afirma la profesora que la consideración y el análisis de las teorías implícitas permitirán iniciar un proceso de transformación de los docentes que a su vez puede contribuir con la sustitución de las prácticas pedagógicas que se desarrollan en nuestras escuelas.  La única forma para romper el círculo vicioso es a través de una reflexión crítica y profunda de la práctica y de las políticas públicas aplicadas.  Es por esta razón que invitamos al MINERD a reflexionar sobre la inversión en la formación docente que están realizando. Seguimos en la próxima.



[1] Douglas Izarra, Formación docente y teorías implícitas,  ponencia en el V Encuentro Internacional “Las trasformaciones de la profesión docente frete a los actuales desafíos.
[2] Ibídem
[3] Ibídem
[4] Ibídem

LA FORMACIÓN DOCENTE. UNA REFLEXIÓN , 2


ENCUENTROS

LA FORMACIÓN DOCENTE.  UNA REFLEXIÓN , 2

Por Mu-Kien Adriana Sang

 

Canción Maestro de: Manuel Jimenez

Lamparita de la noche cuando somos peregrinos, encendida en el camino  maestra, semillero de la patria cómo como el surco y la cantera, pedacito de bandera maestro, tú nombre se engrandece y se levanta cuando niegan a un niño a la ignorancia.

Nunca voy a olvidar que me dijiste que es un alto deber ir a la escuela, que hay que aprender amar que amar se aprende y amar enseña. No podría decir que estas palabras las aprendí de ti una por una pero debo de admitir que en tu pizarra arme mi pluma.

Ni en papeles ni en medallas cabe el mérito ganado, nada paga lo enseñado maestro, el trabajo das del alma el más fiel de la conciencia enseñar lo que uno sabe maestra. Sabemos sí sabemos por tu empeño y en nombre del que aprende te queremos.

Nunca voy a olvidar que me dijiste que es un alto deber ir a la escuela, que hay que aprender amar que amar se aprende y amar enseña. No podría decir que estas palabras las aprendí de ti una por una pero debo de admitir que en tu pizarra arme mi pluma.

Maestro, maestra… revísame la luz que  buena siembra cuando enseña, el borrador de la ignorancia, sácale punta la ignorancia…

En el artículo de la semana pasada hacíamos una reflexión a partir de unas declaraciones del Ministro de Educación sobre la inversión que ha hecho el MINERD en la formación docente.  Decíamos que durante décadas se ha invertido en este renglón, pero que no había impactado en la calidad de la enseñanza.  En este artículo de hoy pretendo hacer algunas propuestas.  Estas ideas son solo eso, ideas, que tienen como fin propiciar una reflexión.

Premisas:

·         En el acto educativo lo más importante es la relación maestro-alumno.  La infraestructura y la tecnología son solo medios para una educación de calidad.

·         La formación de los docentes no es puntual, debe ser sistemática y permanente.

·         El acompañamiento es fundamental si queremos que los profesores mejoren sus prácticas pedagógicas.  Acompañamiento, no visitas de supervisión. 

·         La masificación de la formación docente debe ser cuidadosa, pues hacerla sin planificación, sin los controles necesarios y sin criterios puede afectar gravemente la calidad de los programas. 

Estoy convencida que para que la inversión en formación docente sea más efectiva se necesita afrontar el tema de forma global.  En tal sentido sugiero lo siguiente:

1.      Aunque se está haciendo de parte del INAFOCAM, se impone hacer compromisos concretos de los profesores que reciben las becas de estudios tanto a nivel de grado como de post grado.  Compromisos que pueden ir desde la permanencia en el sistema, la devolución de lo aprendido a los alumnos, solo para señalar algunos. Este elemento es importante porque muchos de los profesores que han recibido formación en grado o especialización han salido del sistema.  Una inversión perdida.

2.      Se necesita aplicar sistemas de consecuencias con los profesores que reciben la formación, tales como evaluaciones sistemáticas del desempeño docente.

3.      Acompañar, no supervisar a los profesores en las aulas.  Se ha demostrado por diferentes proyectos que la única forma de elevar la calidad, es cuando el profesor se siente acompañado, no vigilado. 

4.      Dotar de recursos tecnológicos, laboratorios y materiales didácticos a las escuelas. Uno de los problemas es que los profesores conocen elementos nuevos de enseñanza que después no pueden aplicarlos en sus aulas porque no cuentan con los recursos necesarios.  Esto provoca frustración, mucha frustración.

5.      El sistema de evaluación debe tener incentivos económicos.  Uno de los problemas con el alza salarial de los maestros es que se hace de manera generalizada sin tomar en cuenta el desempeño.  Estoy de acuerdo que los maestros hoy deben tener compensaciones económicas atractivas, de manera tal que los jóvenes talentosos puedan optar por la carrera de educación.  Sin embargo, el aumento indiscriminado prolonga, sin duda alguna, la mediocridad.

6.      Los participantes en programas de grado y post grado deben ser seleccionados por sus capacidades, rendimiento e inteligencia.  Hasta ahora no ha habido muchos criterios de selección, por no decir ninguno. 

7.      Evaluar a las universidades que ofrecen los programas de grado y post grado, a fin de que estas instituciones también sientan que su práctica será evaluada y categorizada.

8.      Los programas sabatinos, si es que se quiere seguir esa práctica, deben ser modificados.  Es preferible que se amplíe el tiempo de ejecución, de manera que los estudiantes puedan aprender los contenidos con tiempo, sin las prisas que hasta ahora los han caracterizado.

9.      Creo que deben ejecutarse programas de formación de grado y post grado en los días de semana.  Que el profesor sea exonerado de una tanda de trabajo para que pueda formarse.

10.  Crear un programa de financiamiento o donación de laptops a los profesores de los programas para que puedan estar conectados y tengan mayores facilidades para formarse.

Deseo ahora finalizar este artículo exponiendo algunas reflexiones del profesor Ángel Liceras Ruiz de la Universidad de Granada[1]. Señala el profesor, refiriéndose a las ciencias sociales, que un reto que tiene la educación de hoy es formar profesores que estén preparados para poder hacer frente a las demandas de formación, una tarea complicada debido a la velocidad y complejidad de los cambios. Un verdadero reto. No creen?  Un elemento interesante que destaca el profesor es que los profesores de primaria son los que deben estar mejor formados; y son los más llamados a usar prácticas innovadoras que permitan provocar un verdadero cambio.  Sostiene también que la enseñanza en los primeros años de escolaridad debería enfocarse en el análisis y la resolución de problemas, pero para lograrlo, se necesitan maestros bien formados.

En las próximas entregas voy a hacer una reflexión sobre la formación docente a partir de algunas investigaciones que se han hecho en algunos países. 

 

 

 



[1] Ángel Liceras Ruiz, “La investigación sobre formación del profesorado en didáctica de las ciencias sociales”, Revista de Curriculum y Formación del Profesorado, No. 8, Año 2004.

Carta de una maestra a los maestros


ENCUENTRO

 

Carta de una maestra a los maestros

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

En el caso de un libro sobre la tarea educar, empero, el optimismo me parece de rigor: es decir, creo que es la única actitud rigurosa. Veamos: tú misma, amiga maestra, y yo que también soy profesor y cualquier otro docente podemos ser ideológica o metafísicamente profundamente pesimistas.  Podemos estar convencidos de la omnipotente maldad o de la triste estupidez del sistema, de la diabólica microfísica del poder, de la esterilidad a medio o largo plazo de todo esfuerzo humano y de que nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir. En fin: lo que sea, siempre que sea descorazonador.  Como individuos y como ciudadanos tenemos perfecto derecho a verlo todo del color característico de la mayor parte de las hormigas…pero en cuanto educadores no nos queda más remedio que ser optimistas…Y es que la enseñanza presupone el optimismo tal como la natación exige un medio líquido para ejercitarse. Quien no quiera mojarse, debe abandonar la natación; quien sienta repugnancia ante el optimismo, que deje la enseñanza y que no pretenda pensar en qué consiste la educación. Porque educar es creer en la perfectibilidad humana, en la capacidad innata de aprender y en el deseo de saber que la anima…en que los hombres podemos mejorarnos unos a otros por medio del conocimiento…Los pesimistas pueden ser buenos domadores pero no buenos maestros…. Fernando Savater…El Valor de educar.

 

Queridos Maestros:

Como cada 30 de junio se celebra en nuestro país el día del maestro.  De nuevo escucharemos las reiteradas alabanzas sobre la labor que desempeñamos, para esconder de nuevo el discurso en los siguientes 364 días, para ser retomado de nuevo el próximo año.

Mientras esperamos la llegada de la nueva celebración, transcurrirán los días de agotadoras jornadas laborales, haciendo de tripas corazón para poder cumplir con los muchos roles.  A veces enseñando lo que no saben, lo que no estudiaron, lo que le obligaron, o. sencillamente, porque era la única vacante existente, y la necesidad es la madre de muchas osadías.

Soy maestra, es parte de mi signatura vital. Lo he dicho, decidí ser maestra antes de tener conciencia de mi propia existencia.  Y lo he sido por más de 45 años. Comencé siendo una adolescente. Y todavía hoy sigo en las aulas.  Pero he tenido la suerte de no haber tenido que recorrer largos caminos para llegar al espacio maltratado que llaman aula,  desbaratado, sucio y lejano, a fin de enseñar a niños hambrientos y descalzos.  Tampoco tengo las preocupaciones vitales de la subsistencia.  He sido, lo reconozco, una maestra con privilegios. 

Reconozco también que no he tenido que vivir las peripecias de los maestros del sector público. Creo sin embargo,  a pesar de los salarios, todavía insuficientes a pesar del aumento, que asumir la labor de educar es una gran responsabilidad. No debe ser visto como una forma de subsistencia, sino, y aquí quizás asumo la visión tradicional, de que para ser maestro se necesita vocación, pasión y compromiso.

Los maestros tenemos que tener conciencia de que esculpimos la mente y el espíritu de los seres que por el azar de la vida, son colocados en esos pequeños espacios llamados aulas. Sin quererlo, a veces sin saberlo, influimos en los corazones de algunos, y, sin quererlo también, a veces nos ven como sus modelos a seguir. Una gran responsabilidad que sobrepasa nuestras expectativas.

Ser maestro en el siglo XXI no es una tarea fácil. En un mundo en el que la información está contenida en el espacio cibernético, ya no tenemos que necesidad de aprender muchas cosas para luego poder transmitirlo a los jóvenes. 

Tenemos que estar consciente que ser docente, ojo, no dije maestro, es algo más profundo y hermoso, dije docente, profesor, lo que sea, no maestra,  sigue siendo un trabajo difícil, no es sencillo. Como seres humanos que somos también estamos presos del ensayo y del error. En nuestra labor cotidiana orientamos, contestamos las preguntas y dudas que podemos.

Ser maestro es algo más que lograr que los alumnos aprendan una u otra información de las asignaturas que están obligado a cursar.  Ser maestro es también ser orientador en sus problemas vitales. Es acompañarlos en sus momentos de dudas e inquietudes, más allá del puro saber científico.  Es rodearnos de paciencia para escuchar. Es dejar a un lado nuestras propias vidas y sus dramas para ayudar a esas almas jóvenes que necesitan orientación.

Quizás estoy pidiendo demasiado, cuando se tienen tres tandas para sobrevivir, cuando se tienen tantos alumnos que a veces es difícil saber siquiera sus nombres, cuando dejas en la casa miles de problemas no resueltos. 

Pero, y de eso estoy más que convencida, la labor docente es una labor especial, y los hombres y mujeres que asumen esa tarea, sin importar el salario percibido, tienen, tenemos, una responsabilidad muy grande, trascendente y vital.

Y sin embargo, y eso lo he constatado desde hace tiempo en mis labores en la formación de docentes, el espíritu y el amor se ha perdido, los docentes, no los maestros, se ven a sí mismos como asalariados, y que su responsabilidad es la de cumplir un horario para percibir la paga correspondiente. Solo en algunos, muy pocos por cierto, he visto el amor y la pasión por la enseñanza, mucho menos la ilusión y el optimismo en sus rostros.  Han perdido la capacidad de soñar, pero sobre todo la conciencia de que su labor es transformadora y una apuesta al futuro.

En este día del maestro, te invito a soñar, a seguir luchando por un mundo mejor, a recuperar la labor magisterial como un acto de amor y de compromiso.  Te invito también a seguir enarbolando la bandera de las reivindicaciones para luchar por mejores condiciones laborales, pero sin olvidar la esencia de lo que haces: trabajar para el futuro, trabajar por un mundo mejor, trabajar con y por la esperanza.

Finalizo esta carta como la inicié con una hermosa cita de Savater:

 

La educación es valiosa y válida, pero también que es un acto de coraje, un paso al frente de la valentía humana. Cobardes o recelosos, abstenerse.  Lo malo es que todos tenemos miedos y recelos, sentimos desánimos e impotencia y por eso la profesión de maestro –en el más alto sentido del término, en el más humilde también-  es la tarea más sujetas a quiebras psicológicas, a depresiones, a desalentada fatiga acompañada por la sensación de sufrir abandono en una sociedad exigente pero desorientada. De ahí nuevamente mi admiración por vosotros y vosotras, amiga mía. Y mi preocupación por lo que… nos debilita y desconcierta…acompañar a quienes se lanzan valientemente a este mar perplejo de la enseñanza y también y suscitar en el resto de la ciudadanía el debate que a todos pueda ayudarnos.

Con el mejor deseo de que, a pesar de las limitaciones y problemas, asumamos el rol que hemos elegido con el compromiso, el optimismo y la pasión que esta sociedad a gritos nos pide que ayudemos a transformar.  Recordemos que la educación es el futuro de nuestros pueblos.

Mu-Kien

EDGAR MORIN: Apología y crítica


ENCUENTROS

 EDGAR MORIN:  Apología y crítica

Dedicado a mi hermana-amiga mexicana Patricia Gascón Muro
Anverso y reverso
José de Diego
 
 
¡Quién sabe, Blanca María,
lo que hay detrás de esta página,
si epitafio de un sepulcro
o inscripción de una esperanza;
si el nacimiento de un pueblo,
o la muerte de una raza!...
Ya por campos y por mares
están depuestas las armas;
pero aquí, sobre esta hoja,
aun sostienen la batalla,
una bandera de estrellas
y otra bandera de llamas,
dos idiomas, dos altares,
la conciencia y la palabra;
dos continentes; dos mundos,
el que empieza, y el que acaba...
¡Ay de los que no podemos
en medio a esta lucha trágica,
ni vivir con nuestro espíritu
ni renacer con otra alma!

 

No cabe duda de que el pensamiento de Edgar Morín es coherente, apasionante, novedoso, intenso, global y cuestionador del pensamiento existente.  Convencida de que toda obra humana es imperfecta por antonomasia, decidí, después de haber leído y reflexionado, buscar críticas y fisuras al pensamiento del pensador francés.

Confieso que mientras leía sus libros, al principio me impactó la belleza de su escritura, la profundidad de su pensamiento y sobre todo, su erudición, pudiendo viajar y pasearse con la palabra a través de la historia, hurgando en la física, la filosofía, la política y la biología.  Pero después de haber leído varias de sus obras sentí sin embargo que era repetitivo, pero sobre todo la gran dificultad existente en aplicar, a todos los niveles, los postulados del pensamiento complejo. A pesar de mis diferencias coincido y comparto el punto esencial de la complejidad: la necesidad de crear nuevos paradigmas al conocimiento, pero sobre todo, la imprescindible e impostergable búsqueda de la humanidad perdida, del sentido de la solidaridad, de pensar en soluciones globales no individuales, de pensar planetariamente para solucionar todos y cada uno de los tantos problemas que nos aquejan, pero sobre todo de una ética global que mueva la acción, para evitar la barbarie humana.

Para satisfacer mi curiosidad, quise buscar entonces algunos trabajos críticos al pensamiento del gran pensador francés. Y encontré el trabajo de Ricardo Guzmán Díaz, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey de Nuevo León, México. El  interesante ensayo titulado "Apología y Crítica de la Ciencia en Edgar Morín: una búsqueda antropológica" que fue publicado en la revista Desacatos, Número 40, septiembre-diciembre-2012. Inicia su trabajo diciendo:

El interés por las ciencias naturales que Edgar Morín revela en su obra no es accidental, su aparición no es meramente circunstancial, sino que responde a lo más profundo de sus preocupaciones…Para Morín la preocupación antropológica no puede prescindir de una reflexión sobre temas científicos fundamentales, como la relatividad einsteniana, la teoría del big bang, el principio de indeterminación de Heisenberg, entre otros, pues el hombre es, después de todo, hijo del cosmos.  De esta manera surge en él un diálogo multidisciplinario con el que se verá en posición de cuestionar los aspectos del mundo contemporáneo al identificar sus problemas y sus crisis.

¿Está Morín en desacuerdo con la ciencia, y su estudio particular? Guzmán asegura que el francés reconoce, desde siempre, el poder que tiene la ciencia de la naturaleza en la cultura, especialmente en la occidental, señalando también sus posibilidades, sus límites y sus errores.  Lo más interesante es que Morín propone nuevos caminos que nos permitan superarnos, pero sobre todo, intenta escudriñar sobre una nueva manera de comprender la ciencia, convirtiéndola en algo más trascendente que abarque la propia complejidad humana.

El autor comparte las principales ideas de Morín.  Pero, haciendo uso de los mismos planteamientos del pensador francés, señala que el conocimiento es una acumulación de los que pensaron antes que nosotros, y que por tanto, no hay verdaderas invenciones:

Vemos entonces que la propuesta moriniana busca abarcar todos los campos de acción humana. Incluso para su propuesta de una ética de religación…Morín propone un nuevo humanismo que, más que afirmar la dignidad del hombre y la búsqueda de su emancipación para asumir soberanamente su conformación ética e intelectual, se fundaría más bien en el reconocimiento de la fragilidad que nos caracteriza y en la fraternidad planetaria con todos nuestros semejantes… En definitiva, Morín busca puentes de comprensión desde el orbe de la physis hasta el orbe ético… es decir, la razón no es privativa del conocimiento objetivo, sino que también debe actuar desde la subjetividad en un intento de dilucidar lo que debe ser dentro del orbe ético para la construcción de mundos mejores…

¿Es original el pensamiento de Morín? El autor señala que no, y que incluso el mismo Morín no hace alardes de originalidad.  ¿Cuáles son los puntos débiles del pensamiento de Morín a decir del autor del ensayo, Ricardo Guzmán? He aquí sus planteamientos:

1.       En el afán de articular los múltiples saberes, se pierde en generalidades carentes de operatividad.

2.       El lenguaje excesivamente metafórico impide a veces calar la operatividad de lo que se dice.

3.       Su generalismo sería un obstáculo impide que la ciencia opere y funcione.  ¿Cómo lograr el avance científico ante tantos retos no resueltos? ¿Con simple lenguaje, por una visión ecológica únicamente?

 

Me pareció interesante la conclusión del profesor Guzmán:

Habría que estar hasta cierto punto atentos a estas críticas, pero también reconocer que en este entretejido dialógico de Morín emerge una intuición digna de tomarse en cuenta, una exploración intelectual cuya agudeza nos conduce de las preguntas más profundas del misterio de la vida, de la muerte y de la conciencia, hacia nuestra más íntima conexión espacio-temporal con el cosmos y nos permite indagar el aún más profundo misterio del conocimiento, no a secas, sino del conocimiento humano, atendiendo a sus orígenes, sus posibilidades y sus limitaciones asociadas a nuestra propia naturaleza física, biológica e intelectual, caracterizada por la fragilidad y la vulnerabilidad…

Creo que la principal enseñanza de Edgar Morín es el rescate del ser humano por encima de la tecnología.  Parafraseando lo que señalaba hace unos años el gran escritor Daniel Boorstin, lo importante es la certeza de que estamos en permanente búsqueda. El gran aporte del pensador francés, es la antítesis creadora del todo por encima de la tendencia hacia la fragmentación del conocimiento, peor aún de la realidad.  Nos deja también la enseñanza de que por encima de la ciencia está la ética planetaria, el sentido de pertenencia de que formamos parte del cosmos.  Lo importante es sentirnos que formamos parte de la raza humana y que la solución a los graves problemas solo puede ser posible si buscamos una saluda unidos y pensando en la humanidad como un todo, no en la salvación individual que degrada todo, especialmente el alma humana. Aquí termina este periplo que ha durado más tiempo del esperado.  Ha sido un maravilloso viaje que ha despertado mayores enigmas en mi muy inquieto espíritu.