domingo, 17 de agosto de 2014

Las ideas claves de Paz


ENCUENTROS

Tareas pendientes: OCTAVIO PAZ. Algunas de sus ideas claves

Por: Mu-Kien Adriana Sang Ben

Las palabras

Dales la vuelta,
cógelas del rabo (chillen, putas),
azótalas,
dales azúcar en la boca a las rejegas,
ínflalas, globos, pínchalas,
sórbeles sangre y tuétanos,
sécalas,
cápalas,
písalas, gallo galante,
tuérceles el gaznate, cocinero,
desplúmalas,
destrípalas, toro,
buey, arrástralas,
hazlas, poeta,
haz que se traguen todas sus palabras.
Octavio Paz

En varias oportunidades me he definido como una mujer que está hecha de palabras.  Sí, sí, porque las palabras escritas, pronunciadas, calladas o pensadas han guiado mi vida.  He dicho también que amo a los autores que no solo saben lo que dicen, sino cómo lo dicen. Sin ser amante de la escritura preciosista, que solo se interesa por la forma, adoro la forma en que otros pueden plasmar con certeza y bella sus planteamientos. Repito de nuevo, y no me cansaré de hacerlo, estos ENCUENTROS significan todo para mí, pues desnudan sin rubor los rincones más profundos de mi alma.

Buscando material para la serie de artículos que estoy escribiendo sobre mi tarea pendiente que se llama el gran Octavio Paz, localicé una serie de tres publicaciones que se llamaron: Octavio Paz: Dossier, en tres tomos. Dossier 1, Dossier 2 y Dossier tres. Fueron publicados por Ediciones del Sur en el año 2004, como homenaje a este gran pensador del siglo XX.  El primero de los tres contiene una exclusiva selección de cuentos, poemas y ensayos de Octavio Paz.  El segundo y tercer tomos presentan una amplia gama de escritos de diferentes intelectuales del mundo en el que reflexionan sobre el legado de este gran pensador.

Volviendo al tema de las palabras.  En el primer tomo o Dossier1, en la sección dedicada a los ensayos, aparece un pequeño y hermoso escrito de Octavio Paz sobre el oficio de escribir titulado "El Ritmo", cuyas ideas fueron inicialmente expresada en la pequeña obra El Arco y la Lira. ¡Qué alegría tan grande haber hecho este descubrimiento!  Gracias admirado escritor. Al leer sus palabras hice mías cada una de ellas hasta con sus signos de puntuación. Amé lo que dijo y sobre todo, cómo lo dijo:

Las palabras se conducen como seres caprichosos y autónomos… El pensamiento no se resigna; forzado a usarlas, una y otra vez pretende reducirlas a sus propias leyes; y una y  otra vez el lenguaje se rebela y  rompe los diques de la sintaxis y del diccionario. Léxicos y gramáticas son obras condenadas a no terminarse nunca.  El idioma está siempre en movimiento, aunque el hombre, por ocupar el centro del remolino, pocas veces se da cuenta de este incesante cambiar….El idioma es una totalidad invisible; n lo forman la suma de sus voces, del mismo modo que la sociedad no es el conjunto de los individuos que la componen. Una palabra es incapaz de constituir una unidad significativa. La palabra suelta no es, propiamente, lenguaje; tampoco es una sucesión de vocablos dispuestos al azar…. (Dossier 1, p. 288)

Y así con esta introducción, comenzó el gran Octavio a hablar de las palabras, sus significados y la construcción de las ideas.  Una palabra, afirmaba, no tiene significado en sí misma.  Es el conjunto de las palabras, que forman las frases y las oraciones, que expresan el pensamiento, el sentimiento y la idea: "La frase es una totalidad autosuficiente; todo el lenguaje, como un microcosmo, vive en ella. A semejanza del átomo, es un organismo solo separable por la violencia…el lenguaje es un universo de unidades significativas, es decir, de frases…" (P. 289)

Y, decía, a través del lenguaje de símbolos o de palabras, nos comunicamos con el otro, decimos lo que pensamos y bautizamos a las cosas.  Algunas personas, dudan de todo, incluso de las palabras.  Esta absurda reserva es una actitud intelectualoide e insensata, pues como dice Octavio Paz, "la confianza ante el lenguaje es la actitud espontánea y original del hombre…la fe en el poder de las palabras es una reminiscencia de nuestras creencias más antiguas: la naturaleza está animada, cada objeto posee una vida propia; las palabras, que son los dobles del mundo objetivo, también están animadas. El lenguaje, como el universo, es un mundo de llamadas y respuestas; flujo y reflujo, unión  separación, inspiración y espiración. Unas palabras se atraen, otras se repelen y todas se corresponden".  (p.291)

Paz en el ensayo aborda la escritura poética.  Afirma que el poeta no es un mago, aunque tenga una visión mágica del cosmos, "aunque el poema no es hechizo ni conjuro, a la manera de ensalmos y sortilegios el poeta despierta las puertas secretas del idioma. El poeta encanta al lenguaje por medio del ritmo. Una imagen suscita a otra." Así la función predominante del ritmo distingue al poema de todas las otras formas literarias:

Destino del Poeta
¿Palabras? Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Déjame que me pierda entre palabras,
déjame ser el aire en unos labios,
un soplo vagabundo sin contornos
que el aire desvanece.
También la luz en sí misma se pierde
.

El gran Octavio compara el ritmo de la poesía con el toque del tambor, con el tiempo dividido en porciones homogéneas. La intensidad rítmica dependerá de la celeridad de los golpes y de sus intervalos, porque decía, "el ritmo proporciona una expectación, suscita un anhelar. Si se interrumpe, sentimos un choque..." (p. 298)

Y aquí comienza entonces una de las más hermosas conclusiones: El ritmo en las palabras no es exclusivo de la poesía, sino de la escritura toda entera, pues más que medida es una visión del mundo. "Calendarios, moral, política, técnica, artes, filosofías, todo, en fin, lo que llamamos cultura  hunde sus raíces en el ritmo. Él es la fuente de todas nuestras creaciones." (p.300)

Así pues, para escribir hay que amar la vida y la humanidad. Para concatenar ideas y palabras se necesita el don especial de la pasión.  Y, no olvidemos, que aunque escribamos ensayos, poesías, historia, novelas, textos científicos, debemos mantener el ritmo, la cadencia, para que el lector no se angustie, para que la lectura más que un tedio se convierta en pasión. Amo escribir, adoro plasmar en palabras mis ideas y sentimientos. Adoro el deleite de ver materializado, dibujado y recreado los colores de mi alma:

La frase poética es tiempo vivo, concreto: es ritmo, tiempo original, perpetuamente recreándose. Continuo renacer y remorir y renacer de nuevo. La unidad de la frase, que en la prosa se da por el sentido o significación, en el poema se logra por gracia del ritmo….Sin embargo, antes de estudiar cómo se logra la unidad significativa de la frase poética, es necesario ver más de cerca las relaciones entre verso y prosa. (p.310)

Espero que ustedes estén disfrutando tanto como yo esta serie.  ¡Qué bien me siento de estar cumpliendo una parte de mis tareas pendientes!

 

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