sábado, 18 de enero de 2014

El conservadurismo clásico


TEMAS SOBRE HAITI, REPUBLICA DOMINICANA Y EL CARIBE

 

Pensamiento caribeño en el siglo XIX. El conservadurismo clásico.  

 

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

mu-kiensang@hotmail.com

mu-kiensang@pucmm.edu.do

 

@MuKienAdriana

 

 

Siempre ha habido conservadores. Cicerón lo era ante César y los mantenedores del río mozárabe frente a las innovaciones del Alfonso VI…Pero, a partir de la Revolución Francesa, "el mayor trastorno que han visto los siglos" , al decir de Maitland, y la consiguiente revolución liberal e industrial, el conservadurismo político adquiere caracteres más definidos y precisos.  El cambio de paradigma ético-social que la Revolución Francesa supuso, -de lo jerárquico a lo igualitario, de lo heroico a lo utilitario, del apego afectivo hacia el pasado al entusiasmo por la construcción de un futuro racional-,es lo que produce y acota la respuesta conservadora. El conservadurismo, por lo tanto es, desde sus orígenes, "reactivo", genera "contra-conceptos" y subrayarlo es, probablemente el principal acierto de Mannheim al analizar la "mentalidad conservadora". Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Tipología del pensamiento conservador [i]

 

 

El intelectual español, miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España, Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón, presentó un discurso en esa honorable Academia   en enero de 2008, en el cual hace un análisis novedoso, profundo y memorable sobre el pensamiento conservador.  Su ensayo, vasto y erudito, es el producto de su larga experiencia como jurista, al ser elegido uno de los siete padres de la actual Constitución española.

 

Afirma nuestro pensador contemporáneo que el calificativo conservador comenzó a utilizarse en la Restauración francesa y pocos años después, fue asumido por los pensadores anglosajones. Herrero y Rodríguez de Miñón establece que no había un único pensamiento conservador, pues había variantes, como veremos más adelante. Pero, afirmaba, el conservadurismo político ha sido la corriente menos conocida y más desprestigiada, por ignorancia y prejuicio. Esta confusión, afirma, provocó que el concepto conservador tuviese una acepción negativa, y que calificar a alguien de esta manera, era y es todavía, casi un impropero. "Esto es un epíteto cargado de pasión sin otro sentido que la descalificación de aquel a quien se aplica.  Merced al auge del pensamiento progresista….los conservadores se identifican con los "conservaduros",… con "el partido de los estúpidos"… o con el "partido enemigo del cambio"

 

Uno de los grandes aportes de este reconocido y jurista y académico es su profunda reflexión sobre el pensamiento conservador, tan difundido, tan vilipendiado y tan desconocido. Yo misma me reconozco una persona que no lo ha estudiado con profundidad, dediqué mucho tiempo al estudio del liberalismo y el positivismo. Por eso esta travesía iniciada en la pasada entrega, me entusiasma y apasiona. Espero que a ustedes también.

 

Establece Herrero y Rodríguez y de Miñón, los siguientes tipos de pensamiento conservador: el Conservadurismo Clásico, Neoconservadurismo y el Transconservadurismo. En esta oportunidad  sólo trabajaremos con la primera tipología, porque constituye la base de sustentación de esta corriente.

 

Según el autor de este enjundioso ensayo, el conservadurismo clásico, que también denomina paleo conservadurismo,  nació como reacción a la Revolución Francesa y afirma sin titubeos que el texto fundamental es sin lugar  a dudas, la obra del Burke, "Reflexiones sobre la revolución francesa", tal y como señalamos en el artículo anterior.  Señala sin embargo, que existieron precursores de este pensamiento, entre los que se puede citar a Saint Simon Boulaivilliers y Fenerlon; quienes aseguraban que el derecho histórico era la alternativa más clara y evidente del derecho natural.  Me sorprendió, su afirmación de que  "son Montesquieu en Francia y Herder en Alemania quienes mejor representan el historicismo político del que ha de surgir el paleoconservadurismo. De Montesquieu, sigue diciendo. pende Cazales, jefe de los monárquicos moderados…e influye decisivamente en E. Burke y después Tocqueville…." (p.272).  La sorpresa es mayor porque desde siempre hemos aprendido que Montesquieu, junto a Rosseau y Voltaire, constituyeron la principal trilogía de pensadores enciclopedistas que crearon las bases del pensamiento liberal. Verlo ubicado en este grupo movió las fibras profundas de mi cerebro.

 

En este ensayo, el jurista español afirma que Edmond BurKe influenció notablemente a otros intelectuales de la Europa de su época. Asegura que ese anglo irlandés llamado el padre del conservadurismo, es el creador de sus bases fundamentales y fueron tan profundos sus planteamientos que sus opositores tuvieron que emplearse a fondo para rebatirlo, pero no pudieron, pues más que propositivos lo que hicieron fue reaccionar  para responder: "de ahí el carácter reactivo a tres escuelas radicales diferentes: el racionalismo de los ilustrados, el igualitarismo de Rousseau y el utilitarismo de Bentham…que habían de confluir en lo que, durante la primera mitad del siglo XIX, fue el pensamiento liberal y aún en la base de lo que los anglosajones y, especialmente, los norteamericanos entienden por liberalismo". (p.273)

 

El profesor y jurista Herrero Rodríguez de Miñón, asegura que las bases de cualquier pensamiento es esencialmente teológica, en el caso que nos ocupa el conservador clásico, los fundamentos que inspiraron a Burke fueron los siguientes: la filosofía ilustrada "en trance de historificación en Montesquieu; la propia tradición empirística británica, especialmente la tesis de Hume sobre las convenciones; y, sobre todo, el legado teológico anglicano, escolástico y aún agustiniano que considera al orden político-social como creado y regulado por la voluntad divina" (p.273)

 

Con el tiempo, dice el autor, las generaciones siguientes aligeraron las bases filosóficas de este pensamiento nacido en contra del enciclopedismo y la Revolución Francesa.  Estos doctrinarios pasaron de tener una filiación idealista a una posición más racional y concentrada en el pensamiento político-social.

 

A partir de esta especie de aterrizaje, los pensadores conservadores clásicos, tanto en su rama anglosajona como del resto de Europa, se asumieron como "realistas", pero ojo, la realidad era vista como algo determinado, como estructura independiente a las personas, incluso de su voluntad y de sus deseos; una estructura que no necesariamente era hostil ni inalcanzable, pues hasta podría ser modificada, pero no ser transformada de forma radical.  Un elemento interesante que destaca este autor es que la mayoría de las personas asumen que el conservadurismo es equivalente a quietismo. Todo lo contrario, decía, pues desde Edmond Burke a Richar Weaver, incluyedo a Benjamin Disraeli, ninguno de ellos negó la necesidad de cambio, pero ojo, evolutivo, no drástico, ni revolucionario. Para los pensadores conservadores clásicos, dice el autor, el realismo significaba el reconocimiento de las leyes permanentes de las estructuras sociales existentes. Por lo tanto todas las personas que integraban esas sociedades debían mantener observancia y respeto a las leyes.

 

Sostiene que el conservadurismo clásico se basa en los siguientes principios:

 

1. Experiencia versus teoría.  Afirman que es más importante el valor de la experiencia que la construcción teórica basada en la imaginación; pues consideran que el capital históricamente acumulado es esencial para la humanidad; un capital que se necesita atesorar y preservar.

 

2. La defensa del orden concreto, del pueblo y la conciencia nacional.  A juicio de estos pensadores, el "yo" es una abstracción niega la colectividad, pues el ser humano nace y se desarrolla en un grupo social del que recibe su identidad y desarrolla sus capacidades.

 

3. Libertad versus igualdad: El conservadurismo clásico estaba opuesto, como era lógico, al principio de la igualdad; pues la desigualdad se daba incluso en la propia naturaleza, y, afirmaban, la organización de la sociedad implicaba jerarquía.

 

Finalmente, asumiendo las ideas de Sandel, uno de los grandes estudiosos del conservadurismo norteamericano, Herrero Rodríguez de Miñón afirma que la principal diferencia entre liberales y conservadores, es que los primeros defienden la democracia procedimental basada en individuos autónomos con categorías de ciudadanos; los segundos defendían la tradición aristotélica de la democracia republicana, que se sustentaba en la concepción de ciudadanos virtuosos. Una, el liberalismo, defiende la libertad y la libre opción; y la otra, el conservadurismo, acentúa lo que ellos llaman el bien común y al ejercicio de los derechos.  Pero, sigue diciendo el autor, la principal diferencia es que mientras los liberales defendían el individualismo, los conservadores, abogaban por el institucionalismo y el respeto a lo establecido. Seguimos en la próxima.

 

 



[i]Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Tipología del pensamiento conservador, presentado en la sesión del 15 de enero de 2008 en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España   http://www.racmyp.es/docs/anales/A85/A85-12.pdf

1 comentario:

  1. Estimada, me interesaria contar con el articulo de herrero y miñon. En el enlace esta caído y es para mi tesis doctoral. Podría obtenerlo de algun lado? Muchas gracias¡, mi correo es fabricioecastro@hotmail.com

    ResponderEliminar