domingo, 5 de mayo de 2013

La resistencia de Sábado 2


ENCUENTROS

 

La Resistencia, y 2.

 

Por: Mu-Kien Adriana Sang

 

Los hombres encuentran en las mismas crisis la fuerza para su superación. Así lo han mostrado tantos hombres y mujeres que, con el único recurso de la tenacidad y el valor,

lucharon y vencieron a las sangrientas tiranías de nuestro continente. El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer. En esta tarea lo primordial es negarse a asfixiar cuanto de vida podamos alumbrar. Defender, como lo han hecho heroicamente los pueblos ocupados, la tradición que nos dice cuánto de sagrado tiene el hombre. No permitir que se nos desperdicie la gracia de los pequeños momentos de libertad que podemos gozar: una mesa compartida con gente que queremos, unas criaturas a las que demos amparo, una caminata entre los árboles, la gratitud de un abrazo. Un acto de arrojo como saltar de una casa en llamas. Éstos no son hechos racionales, pero no es importante que lo sean, nos salvaremos por los afectos. El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria. Ernesto Sábato, La Resistencia.

 

En el artículo de la semana pasada inicié una rápida y ligera presentación de la obra La Resistencia del gran Ernesto Sábato.  El espacio solo alcanzó para presentar las tres primeras cartas.  En el artículo de hoy pretendo terminar con las dos restantes y con el epílogo.

La Cuarta Carta titulada "Los valores de la comunidad" es una crítica mordaz a la globalización del mundo moderno.  A su juicio el avance tecnológico y la comunicación en tiempo real nos ha mimetizado. En sus palabras:  "Cada hora el poder del mundo se concentra y se globaliza. Veinte o treinta empresas, como un salvaje  animal totalitario, lo tienen en sus garras. Continentes en la miseria junto a altos niveles tecnológicos, posibilidades de vida asombrosas a la par de millones de hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia médica, sin educación. La masificación ha hecho estragos, ya es difícil encontrar originalidad en las personas y un idéntico proceso se cumple en los pueblos, es la llamada globalización. ¡Qué horror!"  

 

La Quinta Carta es la más importante, se llama La Resistencia.  Sábato denomina a la crisis existencial del mundo moderno como El Vértigo. Afirma que en el mundo de hoy ha desaparecido el diálogo, pues en la comunicación actual solo tenemos capacidad para "decirnos...más cifras que palabras, contiene más información que novedad". Y, sigue reflexionando, al perderse el diálogo se ahoga el compromiso que debe nacer en la comunicación entre las personas. "Pero el grave problema es que en esta civilización enferma no sólo hay explotación y miseria, sino que hay una correlativa miseria espiritual."  Lo peor es que esta realidad nos ha llevado al miedo, a la aceptación pasiva.

 

¿Qué hacer entonces ante esta sociedad que nos ha llevado a la miseria del espíritu, a la vorágine de la tecnología y a la pérdida acelerada del alma? Sábato tiene la respuesta: La Resistencia. Resistir, resistir es la clave para no sucumbir.  Encontrar la humanidad perdida debe ser nuestro objetivo, porque de ese compromiso nuestro, de luchar sin descanso ante la orfandad existencial del mundo de hoy, debe y tiene que surgir una manera diferente de vivir. Una vida nueva que condene solo a aquellos egoístas que se repliegan a sí mismos. Como dice el gran intelectual, la historia nos ha reglado grandes ejemplos de hombres y mujeres que han luchado en contra de las aberraciones, las guerras, las persecuciones, las torturas y las injusticias.

 

"Es un puente el que habremos de atravesar, un pasaje. No podemos quedar fijados en el pasado ni tampoco deleitarnos en la mirada del abismo. En este camino sin salida que enfrentamos hoy, la recreación del hombre y su mundo se nos aparece no como una elección entre otras sino como un gesto tan impostergable como el nacimiento de la criatura cuando es llegada su hora."

 

Debemos resistir.  Busquemos con fuerza el sentido de humanidad que se ha perdido en medio de luces, altoparlantes, hedonismo sin control ni pudor, egoísmo y aceptación pasiva de una civilización decadente, aberrante  y asqueante.

 

mu-kiensang@hotmail.com

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