domingo, 5 de mayo de 2013

Las bases de sustentación de la Monarquía


ENCUENTROS

Reflexiones sobre la monarquía. Las bases de sustentación

Por: Mu-Kien Adriana Sang

El género humano es por sí mismo, y no en virtud de otro, sólo si gobierna un Monarca, pues sólo entonces pueden rectificarse los regímenes políticos desviados -es decir, las democracias, las oligarquías y las tiranías-, que lo someten a servidumbre como podremos observar si recorremos el mundo y vemos que gobiernan reyes, aristócratas, a quienes llamamos «los nobles», y pueblos celadores de la libertad. Porque siendo el Monarca quien más ama a los hombres, como ya se ha dicho, quiere que todos lleguen a ser buenos, cosa que no puede darse con gobernantes inmorales.... Estos regímenes políticos rectos fomentan con rectitud la libertad, es decir, el que los hombres vivan por sí mismos. En efecto, no son los ciudadanos para los cónsules, ni los pueblos para el rey, sino al contrario, los cónsules para los ciudadanos y el rey para su pueblo; porque, del mismo modo que no se hace el gobierno para las leyes, sino más bien éstas para aquél, así también los que viven de acuerdo con la ley no se ordenan al legislador, sino que más bien es éste el que está en función de aquéllos, como lo afirma también el Filósofo en los tratados que nos ha dejado sobre esta materia.... Con esto queda claro también que, aunque el cónsul o el rey sean señores de los demás en razón de los medios, son sus servidores en razón del fin; y sobre todo el Monarca, que, sin lugar a duda, ha de ser tenido por servidor de todos. Puede comprenderse ahora que el Monarca es necesario por el fin que tiene preestablecido en la creación de las leyes. Por consiguiente, el género humano, bajo el Monarca, goza del estado óptimo; de donde se concluye que la Monarquía es necesaria para bien del mundo. Dante Aguilieri, Monarquía, Libro XII

Dante Alighieri, nacido en Florencia en 1265, fue uno de los grandes pensadores del pensamiento medieval, dedicó su vida a buscabar nuevos caminos del pensar. Algunos autores lo consideran como el maestro clave en el proceso de transición del pensamiento medieval al renacentista.  La Divina Comedia, considerada como la obra maestra de la literatura italiana y universal, marcó un antes y un después. Con su complejidad expositiva y su crítica al andamiaje político e ideológico de la Edad Media, fue tan contundente en sus planteamientos que trajo como consecuencia el inicio de la ruptura con el oscurantismo.

Dante, además de poeta y escritor, fue un pensador comprometido, por eso no dudó nunca en participar activamente en las luchas políticas de su época. Fue defensor apasionado de la  unidad italiana. Una de sus obras políticas cumbre fue sin lugar a dudas, el tratado Monarquía, escrito en 1310. Esta pequeña y condensada obra contiene sus ideas políticas. Defendió con pasión la separación de la Iglesia y el Estado.

La obra causó gran impacto  cuando apareció.  Desde entonces ha sido sistemáticamente publicado en diferentes épocas. Una de las más interesantes es la que contiene un estudio preliminar de dos especialistas en historia medieval, Laureano Robles Carcedo y Luis Frayle Delgado [i].   Sostienen que esta obra fue políticamente la más influyente de todos sus libros. La Italia del siglo XIV estaba en ebullición.  Los conflictos políticos creaban un estado de inestabilidad. En las palabras de los especialistas: Probablemente movido a escribirla, hacia 1313, en el cerco infructuoso que Enrique VII de Luxemburgo somete a la ciudad de Florencia, Dante quiere contribuir a erradicar la anarquía imperante de su época, en Italia y, concretamente, en su ciudad florentina.... Dante se muestra aquí como un intelectual a caballo entre la escolástica y el florecimiento de un estilo nuevo.[ii]

Gonzalo Montenegro, en un artículo titulado "Dante y su pensamiento político" [iii] sostiene que en toda la obra de Dante hay un trasfondo claro: su ataque a la Iglesia Romana, como puede verse en La Divina Comedia, y, por supuesto, en su obra política cumbre, La Monarquía.  Desde las primeras páginas del libro se evidencia el duro ataque contra el Derecho Decretal que el papado ponía en sus acciones políticas. Nos dice el autor: "Este precepto actúa sobre la base de que la historia de decretos, formulados principalmente en Bulas Papales, sirva para justificar el poder temporal de la Iglesia Romana." [iv]

La posición de Dante a la Iglesia Romana es un certero golpe a la estructura social de Medioevo y las ideas políticas que defendían. Dos instituciones, como afirma certeramente Montenegro, eran las claves del poder: el Papado y el Imperio. Ambas tenían prerrogativas muy parecidas, que era la gracia divina: "En efecto, el conflicto teórico que enfrentó a ambas instituciones estuvo en buena medida expresado en términos de relación de la autoridad con la gracia divina; esto es sin desconocer...los factores materiales en que también se expresó el conflicto (guerras, conspiraciones, excomuniones...)[v]

La Monarquía europea, dispersa en diversos reinos y el Papa se autoproclamaban elegidos por la divinidad. Esta prerrogativa que cada uno se atribuía para sí, provocó rencillas y tensiones.  Dante apostó a la monarquía y por eso escribe esta pequeña obra que provocó escándalo en la sociedad de su época. Y por supuesto, se ganó el descontento de la Iglesia Católica.

Un elemento interesante que se ha evidenciado en la historia de la humanidad es que los detentores del poder político, ya sea en las sociedades primitivas, o las sociedades de la esclavitud, o en el feudalismo, se legitimaba en la trascendencia.  Los dioses, de las sociedades politeístas o monoteístas, eran los que designaban a los "elegidos".  Así pues, esos seres privilegiados por la supuesta elección sobrenatural podían actuar como quisieran porque su legalidad y legitimidad provenían de la providencia. 

Cuando se iniciaba el resquebrajamiento de la sociedad medieval, y aparecieron ideas que contrastaban con el oscurantismo prevaleciente, se inició el enfrentamiento entre lo viejo-nuevo. Comenzó la crisis Iglesia-Monarquía. Dante, como vimos, apostó al poder terrenal, la Monarquía. El sentido de sobrevivencia hizo que ambos poderes encontraran el equilibrio y dividieran sus espacios de influencia. El Papa se quedó con la representación suprema en materia religiosa  y los reyes se autoproclamaron como los elegidos para el poder terrenal.

La Monarquía europea sobre todo, supo y ha sabido sobrevivir a las constantes crisis económicas, políticas y culturales que se sucedieron en Europa a través de los siglos. Los últimos sucesos acontecidos en las monarquías de España, Holanda, Inglaterra y Bélgica han motivado mi reflexión. Sobre este tema volveremos en la próxima entrega.

 

sangbenmukien@gmail.com

mu-kiensang@pucmm.edu.do

@MuKienAdriana

 

 



[i] Dante Agulieri, Monarquía. Estudio preliminar y notas, LAUREANO ROBLES CARCEDO y Luis FRAYLE DELGADO, Madrid, EDITORIAL TECNOS, S.A., 1992
[ii] Ibídem
[iii] Gonzalo Montenegro, "Dante y su pensamiento político", Revista el Orador, Año 9, No. 10, Octubre 2003.
[iv] Ibídem
[v] Ibídem

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