ENCUENTROS
La Resistencia, y 2.
Por: Mu-Kien Adriana Sang
Los hombres encuentran en las mismas
crisis la fuerza para su superación. Así lo han mostrado tantos hombres y mujeres
que, con el único recurso de la tenacidad y el valor,
lucharon y vencieron a las sangrientas
tiranías de nuestro continente. El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos
caminos porque a la vida le basta el espacio de una grieta para renacer. En
esta tarea lo primordial es negarse a asfixiar cuanto de vida podamos alumbrar.
Defender, como lo han hecho heroicamente los pueblos ocupados, la tradición que
nos dice cuánto de sagrado tiene el hombre. No permitir que se nos desperdicie
la gracia de los pequeños momentos de libertad que podemos gozar: una mesa
compartida con gente que queremos, unas criaturas a las que demos amparo, una
caminata entre los árboles, la gratitud de un abrazo. Un acto de arrojo como
saltar de una casa en llamas. Éstos no son hechos racionales, pero no es importante
que lo sean, nos salvaremos por los afectos. El mundo nada puede contra un
hombre que canta en la miseria. Ernesto Sábato, La Resistencia.
En el artículo de la semana pasada inicié una rápida y ligera
presentación de la obra La Resistencia del gran Ernesto Sábato. El espacio solo alcanzó para presentar las
tres primeras cartas. En el artículo de
hoy pretendo terminar con las dos restantes y con el epílogo.
La Cuarta Carta titulada "Los valores de la
comunidad" es una crítica mordaz a la globalización del mundo moderno. A su juicio el
avance tecnológico y la comunicación en tiempo real nos ha mimetizado. En sus
palabras: "Cada hora el poder del mundo se concentra y se globaliza. Veinte o
treinta empresas, como un salvaje animal
totalitario, lo tienen en sus garras. Continentes en la miseria junto a altos
niveles tecnológicos, posibilidades de vida asombrosas a la par de millones de
hombres desocupados, sin hogar, sin asistencia médica, sin educación. La
masificación ha hecho estragos, ya es difícil encontrar originalidad en las
personas y un idéntico proceso se cumple en los pueblos, es la llamada
globalización. ¡Qué horror!"
La
Quinta Carta es la más importante, se llama La Resistencia. Sábato denomina a la crisis existencial del
mundo moderno como El Vértigo. Afirma que en el mundo de hoy ha desaparecido el
diálogo, pues en la comunicación actual solo tenemos capacidad para "decirnos...más cifras que palabras, contiene
más información que novedad". Y, sigue reflexionando, al perderse el
diálogo se ahoga el compromiso que debe nacer en la comunicación entre las
personas. "Pero el grave problema es
que en esta civilización enferma no sólo hay explotación y miseria, sino que
hay una correlativa miseria espiritual." Lo peor es que esta realidad nos ha llevado
al miedo, a la aceptación pasiva.
¿Qué
hacer entonces ante esta sociedad que nos ha llevado a la miseria del espíritu,
a la vorágine de la tecnología y a la pérdida acelerada del alma? Sábato tiene
la respuesta: La Resistencia. Resistir, resistir es la clave para no
sucumbir. Encontrar la humanidad perdida
debe ser nuestro objetivo, porque de ese compromiso nuestro, de luchar sin
descanso ante la orfandad existencial del mundo de hoy, debe y tiene que surgir
una manera diferente de vivir. Una vida nueva que condene solo a aquellos
egoístas que se repliegan a sí mismos. Como dice el gran intelectual, la historia
nos ha reglado grandes ejemplos de hombres y mujeres que han luchado en contra
de las aberraciones, las guerras, las persecuciones, las torturas y las injusticias.
"Es un puente el que habremos de atravesar,
un pasaje. No podemos quedar fijados en el pasado ni tampoco deleitarnos en la
mirada del abismo. En este camino sin salida que enfrentamos hoy, la recreación
del hombre y su mundo se nos aparece no como una elección entre otras sino como
un gesto tan impostergable como el nacimiento de la criatura cuando es llegada
su hora."
Debemos
resistir. Busquemos con fuerza el
sentido de humanidad que se ha perdido en medio de luces, altoparlantes, hedonismo
sin control ni pudor, egoísmo y aceptación pasiva de una civilización
decadente, aberrante y asqueante.
mu-kiensang@hotmail.com
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