ENCUENTROS
Saludos, señora primavera
Doña Primavera
viste que es primor,
viste en limonero
y en naranjo en flor.
Lleva por sandalias
unas anchas hojas,
y por caravanas
unas fucsias rojas.
Salid a encontrarla
por esos caminos.
¡Va loca de soles
y loca de trinos!
Doña Primavera
de aliento fecundo,
se ríe de todas
las penas del mundo...
No cree al que le hable
de las vidas ruines.
¿Cómo va a toparlas
entre los jazmines?
¿Cómo va a encontralas
junto de las fuentes
de espejos dorados
y cantos ardientes?
De la tierra enferma
en las pardas grietas,
enciende rosales
de rojas piruetas.
Pone sus encajes,
prende sus verduras,
en la piedra triste
de las sepulturas...
Doña Primavera
de manos gloriosas,
haz que por la vida
derramemos rosas:
Rosas de alegría,
rosas de perdón,
rosas de cariño,
y de exultación.
Gabriela Mistral, Doña Primavera
Hola Señora Primavera, al fin
llegaste para alegrar nuestras vidas. Al
fin apareciste para vestir de colores los flamboyanes y las amapolas, para
teñir de arco iris los sembradíos y los jardines. Viniste a nosotros a alegrar
nuestras almas, a recordarnos, que a pesar del dolor, del pesar cotidiano, de
los maltratos que recibe cotidianamente la naturaleza por la ambición de
algunos y la ignorancia de otros, la primavera siempre llegará después del
invierno.
Hola señora primavera. Ayuda con el sonido suave de tu brisa y la
belleza de tus colores a pintar la sombría realidad en que vivimos. Dile sin palabras a los políticos que pretenden
llegar al poder que las promesas deben cumplirse, como lo haces tú cada año,
Llegas irremediablemente cada marzo para alegrar nuestras vidas y aligerar la
carga pesada que a veces tenemos que transportar.
Hola señora primavera. Pregúntale sin palabras a algunos sectores de
la sociedad ¿Cuánto es más? ¿Cuánto más dinero necesitan robar para sentirse
satisfechos y felices? ¿Cuánto más necesitan ganar los que negociantes que
buscan acumular y acumular a toda costa? ¿Cuántas mujeres más necesitan los
hombres violentos, los machos, para masacrar? ¿Cuántas drogas más necesitan
traficar los empresarios del narcotráfico para sentirse satisfecho? ¿Cuánto es
mucho dinero para ellos? ¿Cuánto es mucha vanidad para las mujeres que reconstruyen permanentemente sus pechos,
su vientre, sus caderas y, sus labios? ¿Cuánto es mucho para aquellos que
quieren sentirse importante gracias a su
fama de pacotilla, vacía, absurda y ridícula? ¿Cuánto es más para
permanecer en el poder? ¿Cuánto es más? ¿Cuánto es más?
Hola señora primavera. Gracias te doy por el paréntesis gratuito de
tu belleza sin par. Gracias te doy por tu generosidad sin límites de ofrecer
tanto a cambio de nada. Gracias señora primavera por recordarnos que la vida,
como las estaciones del año tienen sus ciclos. El invierno frío es bello, pero
se compensa con las flores maravillosas que ofreces en tus tres meses de
estación. El verano nos recuerda que la
luz del sol es vida, y que el calor físico es parte de la existencia. El otoño con su implacable designio de dejar
las ramas sin hojas, nos recuerda que los fuertes resisten a las tempestades de
la vida, y que por mantenerse erguido obtiene la recompensa de renacer. Así es la vida: transitar, caerse, levantarse
y continuar.
Gracias señora primavera por el deleite
de tus colores. Por recordarnos que la vida está llena de risas y lágrimas.
Gracias por hacernos olvidar, aunque sea por un instante, de los egoístas
depredadores sociales, algunos vestidos de santos redentores. Gracias te doy porque nos ofreces la
esperanza que cuando tus colores se opaquen, volverán a resurgir.
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