jueves, 24 de septiembre de 2015

Hacia dónde va la educación superior? 3


ENCUENTROS

 

¿HACIA DONDE VA LA EDUCACIÓN SUPERIOR? Las universidades latinoamericanas ¿a la deriva?  3

Por: Mu-Kien Adriana Sang Ben

 

 

Hay que preservar, reforzar y fomentar aún más las misiones fundamentales de los sistemas de educación superior (a saber, educar, formar, llevar a cabo investigaciones y, en particular, contribuir al desarrollo sostenible y al mejoramiento del conjunto de la sociedad) especialmente a fin de formar diplomados altamente cualificados y ciudadanos responsables y de constituir un espacio abierto que propicie la formación superior y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Además, la educación superior está desempeñando funciones sin precedentes en la sociedad actual, como componente esencial del desarrollo cultural, social, económico y político, y como elemento clave del fortalecimiento de las capacidades endógenas, la consolidación de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, la democracia y la paz, en un marco de justicia. La educación superior ha de velar por que prevalezcan los valores e ideales de la cultura de paz. UNESCO, Conferencia Mundial de Educación Superior, 1998.

 

Antes de que iniciara el siglo XXI, la UNESCO realizó en Paris en octubre de 1998 un Conferencia Mundial sobre Educación Superior en la cual se dieron citas los responsables de dirigir los destinos de las universidades de todo el mundo.  Por supuesto que las universidades de América Latina estaban presentes.  Han pasado 17 años de este importante encuentro, y todavía la región, con excepciones, sigue rezagada, muy rezagada, más que rezagada. 

 

En los rankings mundiales de universidades, muy pocas universidades latinoamericanas ocupan lugares entre las 100 mejores.  Excepciones hay, como la Universidad Autónoma de México (UNAM), la Pontificia Universidad Católica de Chile, así como algunas universidades de Brasil.

 

En términos globales, el país del continente latinoamericano que mayor desarrollo ha tenido es Brasil, siendo un país referente en el orden de la medicina, especialmente la estomatología. Chile sigue ocupando también un lugar importante como sistema, aunque destacan a nivel mundial solo algunas.

 

Hurgando en la información que nos ofrece la cibernética podemos encontrar muchas informaciones interesantes.   En Perú se realizó en el 2010 un censo universitario que arrojó la existencia de 56 mil 358 estudiantes de postgrado, cifra que se ha multiplicado con respecto al primer censo universitario que se realizó 14 años antes. Otros datos interesantes es que arroja que el  56% cursaba sus estudios en universidades privadas, mientras el 43.6% lo hacía en  universidades públicas. El censo también mostró que el 59% de estudiantes son mujeres y un 41% varones. Una tendencia, que como sabemos, existe en nuestro país, República Dominicana. El estudio también reveló que el 47.8% cursaba un postgrado porque le daba mayores posibilidades de empleo;  el 38.4% lo hacía para mejorar sus expectativas económicas y solo un 15.4% por motivos de superación personal. Otros datos interesantes que arroja el censo es que el 79.1% cursaba la primera maestría, el 7.2% un doctorado, y el 13.7%  estaba cursando su segunda especialización. [1]

 

 

El caso de  Chile es el más interesante.  El Consejo de Rectores de Universidades Chilenas publicó en su página oficial una serie de estadísticas muy ilustrativos, que refleja la misma tendencia:  ampliación de los estudiantes en el nivel de Postgrado; énfasis en las maestrías de las áreas de negocios y ciencias; escasez de oferta y demanda en maestrías humanísticas; un mayor número de ofertas a nivel de maestrías que de doctorados; y,  como se podrá observar en el último cuadro que se muestra en las páginas que siguen, una decisión bastante avanzada de acreditación de sus programas en acreditadoras internacionales.  Un sueño que todavía tenemos en nuestro país y nuestra institución.  Destaco los desafíos propuestos por el CRUNCH refiriéndose a su país: 

 

 

 

  1. Articulación pregrado /postgrados. Maestrías profesionales
  2. Movilidad estudiantil en Chile e internacional
  3. Definir mecanismos que potencien los programas de maestrías  en el país
  4. Aseguramiento de la calidad: acreditación por agencias

 

 

 Su decisiva política de acreditación de las carreras y de los programas de Postgrado con agencias acreditadoras internacionales, coloca a esas universidades en peldaños superiores al resto de América Latina.  Sin lugar a dudas, ese lejano país latinoamericano es un ejemplo a seguir.  La sociedad chilena en su conjunto decidió un plan de desarrollo, que incluía no solo las metas económicas, sino también las educativas.  A nivel de la educación superior, se definieron las prioridades y se establecieron las metas sobre formación profesional.   En la próxima década han decidido formar doctores que compitan con los europeos y norteamericanos.  Si nos fijamos en otro de los desafíos, Chile ha definido como un elemento clave el vínculo entre grado y Postgrado; y en segundo lugar, la definición de maestrías profesionalizantes.

 

En torno al rumbo que están tomando las universidades latinoamericanas, Roberto Rodríguez Gómez sostiene que las transformaciones que han ocurrido y están ocurriendo, no cabe duda de que  transcurren en un escenario “de relativa retracción de las funciones estatales de rectoría económica y provisión de los satisfactores sociales. Es un hecho reconocido que, en los países en desarrollo, la demanda actual de educación superior supera con creces la capacidad de respuesta de los gobiernos. Si se toma como referencia a la región latinoamericana, se advierte que en sólo veinte años los SES nacionales transitaron de una condición de claro predominio público a otra en que el financiamiento mixto es una pauta general. “ [2]

 

La opinión del profesor Rodríguez se confirma con el informe que elaboró UNESCO y el IESALC, cuando afirma que en el continente se está produciendo un fenómeno tan interesante como peligroso, pues las universidades no han dado respuestas a la demanda de los nuevos tiempos, y sin embargo han crecido de manera exponencial, en número de ofertas como en su población:

 

Las profundas transformaciones ocurridas en las universidades latinoamericanas, expresadas en un proceso de masificación, feminización, privatización, regionalización, diferenciación y segmentación, sumado a los propios cambios de esas sociedades sumidas en un proceso de urbanización, de cambio demográfico, de transformación  productiva y de apertura económica, cambiaron sustancialmente el rol y las características de los estudiantes. La masificación estudiantil ha sido el eje protagónico de ese proceso dado que ello ha sido causa y efecto de la propia diferenciación. Tal proceso de expansión matricular se ha producido desde fines de los ochenta, y se ha acelerado desde mediados de los noventa.[3]

 

En efecto, las cifras que nos ofrece este estudio es alarmante. El gran crecimiento de las universidades se ha producido a partir del año 2000. Los expertos aseguran que se ha producido un ingreso anual de casi 835 mil nuevos alumnos. A partir de ese año el incremento anual en la región en términos absolutos es de unos 835 mil alumnos, una cifra bastante elevada si se compara con los 700 mil del período 94-99. Afirman que entre 1994 y el 2003, la matrícula universitaria en toda la región aumentó en 83%,  alcanzando la astronómica cifra de 15 millones de estudiantes latinoamericanos de educación superior en el año 2005.  Una cifra para alarmarse, si se toma en cuenta que las universidades del continente y sus islas, con sus excepciones, no se han transformado cualitativamente acorde a las exigencias de los nuevos tiempos.

 

Una realidad incuestionable es que para que las universidades de América Latina puedan alcanzar los niveles que establecen los Rankings internacionales, especialmente el más famoso, el de Londres, se necesita  que se afronte el tema de la educación superior como parte de un todo.  No es posible abordarlo, sin antes analizar en toda su complejidad la educación como conjunto. Por eso es indispensable que exista un proyecto de nación. Abordar el problema de desarrollo desborda el tema educativo, de eso no hay dudas.  Seguimos en la próxima.

 

 

 



[1]http://noticias.universia.edu.pe/en-portada/noticia/2011/01/28/785290/mas-50-estudiantes-desean-cursar-estudios-postgrado-extranjero.html
 
[2] Roberto Rodríguez Gómez La educación superior en el mercado: configuraciones emergentes y nuevos proveedores, http://firgoa.usc.es/drupal/files/configuraciones.pdf
 
 
[3] UNESCO-IESALC, Informe sobre la educación superior en América Latina y El Caribe,
http://www.oei.es/salactsi/informe_educacion_superiorAL2007.pdf
 

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