ENCUENTROS
REENCUENTRO
(el segundo de varios) “ Los secretos de Beijing”
“Conocer lo positivo aceptando a la vez lo negativo,
es ser torrente abismal del mundo.
Ser torrente abismal del mundo, es poseer la Virtud
que no abandona y volver a nacer.
Conocer lo
blanco aceptando a la vez lo negro, es ser modelo para el mundo.
Ser modelo
para el mundo, es poseer la virtud que no se equivoca, y volver al infinito, es
ser valle profundo del mundo, es poseer la virtud que es superabundancia, y
volver al origen primordial. En el momento en que el origen primordial se
diferencia, nacen las cosas...” Tao Te Ching.
La travesía por China ha sido una de las mayores experiencias de mi vida.
Haber palpado in sito, las enseñanzas de papá. Haber podido ver con mis ojos las cosas que una vez, hace mucho tiempo,
aprendí en la escuela; o había leído en uno de esos libros que te alegran la
vida, no tiene descripción.
Los días que estuvimos en Beijing, fueron maravillosos. Al caminar por las
calles, vimos bicicletas y más bicicletas, un medio de transporte
verdaderamente popular. Según nos dijo el Sr. Chu, en esa ciudad se calculan 11
millones de bicicletas para un total de 10 millones de personas. La razón de tan gran diferencia, es que
muchas familias tienen una de repuesto, como mecanismo preventivo. Viejos,
jóvenes, mujeres, hombres y niños utilizan ese vehículo de dos ruedas para
trasladarse de un lugar a otro.
Había visto por fotos la PLAZA TIEANANMEN o PUERTA DE LA PAZ CELESTIAL, pero al tenerla
frente a mí me quedé impresionada. La inmensa fotografía de Mao Zedong, se
impone ante los visitantes. Las filas para ver su féretro son
interminables. Luego visitamos la
llamada Ciudad Prohibida ¡El mismo lugar en que fue filmada la película El
Ultimo Emperador! ¡Cuanta pomposidad!
¡Cuánta vanidad imperial encerrada en ese inmenso lugar exclusivo y
excluyente!
Pero la visita a LA GRAN MURALLA
CHINA, la mayor barrera del mundo y una de las diez maravillas de la
humanidad, fue lo que colmó mis sentidos. Caminar por ella fue una experiencia
única e irrepetible. La construcción de
esta majestuosa serpiente de piedra, tenia un objetivo militar, la defensa.
Después de seis siglos de construcción, fue finalizada durante la dinastía Ming.
Así gracias al sudor de mas de 500,000 hombres fueron construido 6,350 Km de
muros, que tenían 7.5 m de alto y 6.5
metros de ancho. La muralla consta
de 4 componentes, a saber:
- La
muralla misma, que es la pared
- Las
fortalezas o fortificaciones de 2
pisos, diseñadas para combate, vigilancia,
almacenamiento de alimentos y dormitorios de soldados
- Atalaya,
que eran porciones más altas y estratégicas que servían como puntos de
vigilancia. Avisaban en caso de
invasión.
- Pasos,
que servían para el acantonamiento de regimientos, los cuales estaban
ubicados en posiciones estratégicas.
Cuando terminó la visita, solo pensé en que
las maravillas históricas legadas por nuestros antepasados han sido el producto
del sudor y el sacrificio de los de siempre: los sin nada. Y pensé en las
pirámides de Egipto, otra maravilla de la humanidad, construida con el
sacrificio, incluso hasta la muerte. de los miles de esclavos sometidos por la
voluntad y el poder de los faraones.
También visitamos los llamados Hutong, los callejones del Beijing
tradicional. Esta palabra originalmente significaba pozo, nombre dado por los
mongoles. Estos callejones conducen a las casas tradicionales chinas. Conglomerados de pequeñas viviendas grises,
en los cuales se establecían marcadas diferencias sociales. La vivienda de una
familia adinerada estaba compuesta a su vez de un patio central rodeado de
varias casas En la más grande, colocada
normalmente en el centro, vivía el dueño de la casa. A la derecha eran
colocados los hijos, a la izquierda las hijas, y atrás las concubinas. El acceso a ese complejo se hacia por la
puerta del lado sur-oriental, pues según la creencia china, inspirada en el
feng shui, por ahí es que se recibe el viento del sur, signo indiscutible para
atraer vientos favorables a la familia.
En la actualidad esos complejos se han subdivido y son compartidos por
varias familias.
Después de caminar por muchos callejones, nos permitieron entrar a una casa
típica. Conversamos con la ama de casa.
La vivienda fue construida durante la dinastía Ming, hace mas de 400 años. El techo es alto, preguntamos la razón, y nos
explicaron que es la mejor forma de adecuarse a las inclemencias del
tiempo. Es de madera pino. El patio
central está compartido por 3 familias.
Nos dijo que en esa casa vivía una concubina del último Emperador de la
Dinastía Ming. Observé la casa con especial atención. Reparé en unos bajantes
decorativos con mensajes de bienestar.
Eran iguales a los que papá tenía
en el bar de nuestra casa familiar. El corazón me dió un vuelco.
Una de las actividades más lindas fue conocer la ceremonia del té. Sabia que el té no solo es una bebida popular
en China y que forma parte de su cultura, pero no tenía conciencia de cuán
importante es para las familias disfrutar del té en familia. El hecho no es
sólo compartir la bebida, sino cumplir con un ceremonial especial que rinde
culto a las virtudes de la bebida y a su sentido social y gregario. He aquí lo
que pude anotar.
- Primero
se huele el té para percibir su aroma.
- Se echa
agua caliente a r la taza.
- Las
hojas del té se echan en una tinaja de barro. Luego se le añade agua para lavar las
hojas.
- Luego es que se echa el agua
hervida. Cuando el zumo esta listo se coloca en otra
jarra. Existe, según nos dijeron,
una vasija para cada tipo de té. No
pueden mezclarse las vasijas. El
barro que se usa tiene minerales que ayudan al estómago.
- Nos
dijeron que el té es digestivo, diurético y curativo. Se agarra la taza
con tres dedos. Y debe beberse la primera porción en tres sorbos, cada uno
tiene un especial significado: El
primero es el de la felicidad. El segundo es el de la salud y el tercero
de la longevidad
En China hay tres tipos de té, que tienen sus usos
específicos:
- Jazmín- bueno para la piel y los ojos
- Guenté -
cáncer y presión arterial.
3. Oblong-
para adelgazar
Para degustar se usa una taza pequeña,
para beber una más grande. Muchos del grupo salieron convertidos en
amantes del té. Yo, sin embargo, si bien aprecié el ceremonial, pensé mucho en
el café caribeño, y no solo lo preferí, sino que sentí en ese momento inmensos
deseos de saborear un buen café caliente y cargado.
En la Noche nos llevaron a ver una representación de la Opera de Beijing.
Llegamos temprano y entusiasmados. Me sorprendió que en el Teatro hay mesas
donde los visitantes pueden comer, beber té y hasta tomar fotos. Antes de la opera se permite que los turistas
observen mientras los actores se maquillan. Cuando se inició el acto, el grupo
completo miraba con interés el espectáculo, pero la música monótona, el extraño
lenguaje y el agotamiento fue venciendo uno a uno. Al final del espectáculo
casi todos dormían. Yo no sucumbí a Morfeo porque me distraje tomándole fotos a
los bellos durmientes. Gracias por acompañarme en este periplo por uno de los
componentes de mis raíces.
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