martes, 16 de abril de 2013

Hostos y la educación


Pensamiento caribeño en el siglo XIX.   HOSTOS y la educación

Por: Mu-Kien Adriana Sang


sangbenmukien@gmail.com

@MuKienAdriana

 

Educar es hacer lo que hace el agricultor con las plantas que cultiva. Penetrar en el fondo o medio en que la planta arraiga. Facilitar el esparcimiento de las raíces proporcionándole el terreno que tenga las condiciones que han de favorecerle, facilitándole luz, calor y agua. Tratar de que el tallo crezca recto evitándole cambios violentos de temperatura. Cuando ya esté formada y fuerte, abandonarla a su libre albedrío.” Eugenio María de Hostos

 

 

Eugenio María de Hostos, como buen representante del positivismo, aseguraba que la  única vía de salvación que tenían los pueblos de su América amada era educarlos. A su juicio, y tenía toda la razón, la educación es el factor principal de desarrollo, crecimiento, evolución y cambio del ser social [i] Para desarrollar su idea, Hostos, como bien señala Javier Ocampo López [ii], planteaba que en los países del continente latinoamericano solo podían realizar la verdadera revolución mental si asumían a la educación como su principal objetivo. Iba más lejos el pensador cuando decía que si los libertadores habían consolidado los nuevos Estados Nacionales con sus triunfos políticos y militares, serían los maestros quienes tenían el deber y la potestad de realizar la independencia mental para el progreso y el adelanto en la formación de las nuevas generaciones. Porque, seguía diciendo Hostos, solo la educación podía, y puede, luchar contra la ignorancia, la superstición, el cretinismo y la barbarie [iii].  ¡Cuánta razón tenía el maestro!

A partir de estas premisas, Hostos pasó entonces a desarrollar sus ideas pedagógicas:

1. El centro de la educación debe ser la búsqueda de la verdad y la razón

2. Partiendo de esta premisa, la misión de los educadores debe ser: desarrollar la razón en los niños nutriéndola de la realidad y la verdad.

3. Pero esa búsqueda de la verdad debe estar fundamentada en la moral y la virtud, pues, decía el Maestro de América y el mundo, la moral se funda cuando se reconoce el deber a través de la razón.

4. La formación debe también desarrollar la virtud, que no es más, según Hostos, que el cumplimiento de un deber en cada una de las situaciones y conflictos que se originan entre la razón y los instintos.  El ser humano, afirmaba Hostos, debe vencer mediante la virtud el animal que lleva dentro. Porque cada uno de los miembros de la raza humana debe cumplir con el deber de ser siempre racionales, porque ahí radica nuestra fuerza (virtus).

5. La ciencia, afirmaba Hostos convencido, no tiene sentido en sí misma si no sirve al bien. En sus palabras: "Todo ha caducado en el mundo, creencias, costumbres, gobiernos, razas, glorias históricas, tan pronto como la ciencia ha penetrado en el fondo de la vida de la humanidad, le ha pedido cuentas de los fines que le ha impuesto la naturaleza. Lo único que ha sobrevivido a la investigación científica es la moral. Y ha sobrevivido, porque el último fin de la ciencia es la moral. Y la moral es el último fin de la ciencia, porque el bien es el fin de la verdad. Así providencialmente unida al bien, la verdad es la única educación completa. Al educar la razón, educa a la conciencia: al educar la conciencia, induce al bien."[iv]

El historiador y educador, Raymundo González, en un  trabajo titulado "Los apuntes de un normalistas o la memoria del Maestro", que sirvió de estudio analítico y  presentación del libro "Apuntes de un Normalista" publicado por el Archivo General de la Nación [v] hace un interesante análisis sobre los cinco cursos que enseñaba Hostos e la Escuela Normal, a saber: Ciencia Pedagógica, Moral individual, Prolegómenos de moral, Prolegómenos de moral natural y Derecho Constitucional.

Señala González que el pensamiento pedagógico hostosiano se sustentaba en las ideas de Pestalozzi y Froebel, que seguían las ideas tanto de Rousseau como de Kant en relación a las educación de la moral.  En los tres cursos dedicados a la moral, Hostos desarrolla la idea de que la educación debía asumir el papel de regeneración social.  El modelo de Hostos, sigue planteando González, está sostenido en tres pilares. El primero, el Derecho Constitucional, considerado como la ciencia de la ciencia del Estado. El segundo era la educación, como el camino para la salvación. Y el tercero era la relación entre la sociedad y el Estado Moderno.

La conclusión de Hostos, afirma el investigador González, parte de un análisis de la herencia histórica. El Maestro concluía con pesar que a la sociedad embrionaria nacida de las guerras independentistas le faltaban "hombres completos para trillar el camino propio hacia la civilización, el reconocer a la mujer la participación activa  que la sociedad requiere para convertirse en una sociedad civilizada..."[vi]

Con este apretado resumen, hemos presentado las principales ideas hostosianas en materia educativa.  Todo su pensamiento, el político, pedagógico o social, se sustentaba en la verdad máxima enarbolada por el positivismo: la verdad de la ciencia.  Hostos agrega a este saber científico, y ahí está su aporte, que la ciencia  no sólo debía estar a favor de la verdad, sino que debía sustentarse en la virtud y la moral.  El saber por el saber no tiene ningún sentido, si su objetivo no es el desarrollo y el avance hacia estadios superiores.

Lo interesante es que todavía, a más de 100 años de distancia, todavía se está hablando sobre los preceptos de la educación en Eugenio María de Hostos. Más aún, su vasta producción sigue siendo objeto de interés para investigadores.

 



[i] Hostos, Tratado de Sociología, en Obras Completas, vol. XVII, p.84
[ii] Javier Ocampo López, "Eugenio María de Hostos, sus ideas americanistas y educativas para la formación de los Maestros",  en Revista Historia de la Educación Latinoamericana, Año-vol.  6, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja. Publicado por la Red de Revistas Científicas de América Latina, España y Portugal, Universidad Autónoma del Estado de México,   http://redalyc.uaemex.mx/pdf/869/86900613.pdf
[iii] Estas ideas además de estar contenidas en el trabajo valioso de Ocampo López, fueron tomadas del discurso de Hostos en la investidura de los maestros normales en la República Dominicana.
[iv] Hostos, "El problema de la educación", discurso leído en el acto de investidura de los maestros normales, citada por Javier Ocampo, óp. cit.
[v] Hostos, Apuntes de un normalista, Santo Domingo, Archivo General de la Nación, 2010
[vi] Raymundo González, "Los apuntes de un normalistas o la memoria del Maestro", en Hostos, Apuntes... ibídem, p. 17

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